Hasta 9 cárteles mexicanos podrían ser designados como organizaciones terroristas por EE.UU.
Organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación podrían ser combatidas con medidas más agresivas por parte de EE.UU.
Todas estas organizaciones tendrán restricciones similares a grupos terroristas internacionales como Al-Qaeda y el Estado Islámico. Crédito: Dario Lopez-Mills | AP
Tal como lo prometió durante su campaña, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para designar a los cárteles mexicanos y otros grupos criminales como organizaciones terroristas extranjeras (FTO), con el fin de enfrentar las amenazas a la seguridad nacional y a los ciudadanos, lo que fue muy celebrado en Estados Unidos, pero en México causó incertidumbre y muchas preguntas, siendo una de ellas si todos los grupos del narcotráfico entrarían en esa categoría.
Nueve cárteles mexicanos podrían ser considerados como organizaciones terroristas de acuerdo con la ley promovida en el Congreso y con la propuesta presentada en 2023 por 21 fiscales estatales.
Para que esto sea posible, las organizaciones criminales mexicanas o de cualquier origen, deben cumplir con tres criterios: ser una amenaza externa, deben estar involucradas en actividades terroristas y dichas actividades deben representar una amenaza para la seguridad de los ciudadanos.
Los cárteles mexicanos que podrían ser denominados como terroristas son: Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Zetas, Cártel del Golfo, Cártel del Noreste, Cártel de Juárez, Cártel de Los Arellano Félix, Cártel de los Beltrán Leyva y La Familia Michoacana.
Si estos cárteles logran incluirse formalmente en la lista de FTO, las autoridades estadounidenses podrían combatirlos con “medidas agresivas”, como el congelamiento de activos, el uso de jurisdicción extraterritorial y la cooperación internacional para su desmantelamiento.
Todas estas organizaciones tendrán restricciones similares a grupos terroristas internacionales como Al-Qaeda y el Estado Islámico (ISIS), según informó Infobae.
Una organización se considera “terrorista extranjera” si representa una amenaza externa, si incluye actos como asesinatos, secuestros o el uso de armas explosivas, químicas o biológicas y si la seguridad nacional es vulnerada, incluyendo la defensa, las relaciones exteriores o los intereses económicos del país.
El Cártel de Sinaloa trafica principalmente cocaína, metanfetaminas, marihuana y opioides como el fentanilo, y las facciones Los Chapitos y La Mayiza han incrementado la violencia en el estado mexicano de Sinaloa.
El CJNG surgió al fragmentarse el Cártel Milenio, y es uno de los cárteles más violentos; domina el tráfico de metanfetaminas y fentanilo y tiene presencia internacional en Asia, Europa y Sudamérica.
El Cártel del Golfo, aunque fracturado, permanece activo en el tráfico de drogas y personas, así como en la pesca ilícita en el Golfo de México.
Los Zetas son uno de los cárteles más violentos que han existido, se fragmentó formando el Cártel del Noreste (CDN), que opera en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y Los Zetas Vieja Escuela, en Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz.
Sus actividades son el tráfico de drogas, extorsión, secuestro y robo de hidrocarburos.
El Cártel del Noreste opera principalmente en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Recientemente autoridades mexicanas detuvieron a 27 presuntos miembros, incautando un arsenal que incluía armas largas, un fusil Barrett y una ametralladora.
El Cártel de Juárez data de 1970 y, aunque dividido, se dedica al tráfico de fentanilo y otras actividades ilícitas en Chihuahua.
El Cártel de los Arellano Félix se dedica al tráfico ilegal de drogas y lavado de dinero. Fue considerado uno de los más grandes y violentos de México en los 90.
El Cártel de los Beltrán Leyva se dedica al tráfico de drogas principalmente. Su escisión ha generado algunas facciones como Los Rojos, Los Ardillos y Guerreros Unidos, que operan en Guerrero.
El origen de La Familia Michoacana se remonta a los autodefensas, dedicados a combatir el narcotráfico en la región, pero más tarde se unieron a éste, traficando principalmente fentanilo, cocaína y metanfetaminas hacia EE.UU.
La presidenta de México Claudia Sheinbaum, bajo el lema “Cooperación sin subordinación”, ha actuado con cautela al no dar pie a la posibilidad de una acción unilateral de Washington en territorio mexicano que, pese a estar justificada bajo las leyes de nuestro país, sería contraria al Derecho Internacional.
Por su parte, Alexander Drickersen, exagente del FBI, explicó a EFE que también el ofrecimiento de apoyo material a los grupos criminales será considerado un delito grave, con penas de hasta 20 años de prisión, multas de hasta 250,000 dólares o incluso cadena perpetua, dependiendo del caso.
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