Esteticista de NY ponía inyecciones falsas de bótox que afectaron la salud de sus clientes
Joey Grant Luther inyectó medicamentos apócrifos importados de China que provocaron graves problemas de salud en varios de sus clientes
Un esteticista de Manhattan fue acusado de inyectar bótox falsificado a sus pacientes, algunos de los cuales tuvieron que ser atendidos de emergencia en un hospital, señaló la Fiscalía de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York a través de un comunicado.
Joey Grant Luther posaba en bata como si fuera un médico, rodeado de jóvenes, supuestamente sus clientas, al promocionar su spa JGL Aesthetics.
Era especialista en el cuidado de la piel y ofrecía tratamientos inyectables para reducir arrugas faciales y de escroto, aumentar el tamaño del pene y para el sudor excesivo, pero no en redes sociales, sino directamente en iPads que entregaba a sus pacientes cuando llegaban al spa.
Pero en vez de adquirir el bótox de la marca Allegran, como hacía creer a sus pacientes, inyectaba medicamentos apócrifos importados de China, lo que provocó en muchos de ellos problemas de visión, botulismo y otras enfermedades.
De acuerdo con los fiscales, lo hacía conscientemente, aún conociendo que algunos de sus pacientes estaban presentando síntomas anormales o se enfermarían tras recibir sus inyecciones.
Les decía que eran efectos secundarios del tratamiento, sin embargo, éstos son potencialmente graves, enumerados por los mismos fabricantes de Bótox, señalando que requieren atención médica inmediata.
“La indiferencia de Luther hacia la salud de sus clientes puso a todas sus víctimas en peligro y, en algunos casos, les causó lesiones que pusieron en peligro sus vidas”, señaló Danielle R. Sassoon, fiscal para el Distrito Sur de Nueva York.
No contaba con licencia para inyectar bótox y mucho menos era médico, por lo que fue acusado por fraude electrónico, contrabando y delitos con el manejo de medicamentos falsificados.
Luther compareció ante un tribunal federal de Manhattan luego de ser arrestado, pero fue liberado en seguida tras pagar una fianza de 100,000 dólares, garantizada por su segunda casa en Miami Beach.
También le fue retirado su pasaporte y llevará un brazalete de vigilancia, según lo ordenado por la jueza Sarah L. Cave, lo que fue calificado por los fiscales como un “tremendo riesgo para el público”.
Al menos uno de sus pacientes desarrolló botulismo, enfermedad potencialmente mortal que ataca los nervios del cuerpo, mientras que otros experimentaron palpitaciones del corazón, dificultad para masticar y hablar, así como para levantar los brazos, visión doble y mareos, según The New York Times.
Una víctima dijo que estaba nerviosa por su visión y no tenía percepción de profundidad, otra dijo que tenía dificultad para tragar, dolores de cabeza y no podía levantar la cabeza.
Otra más tuvo que acudir a urgencias y le realizaron una resonancia magnética cerebral, según detalla ABC7NY.
El bótox falso que se estaba utilizando venía en 150 dosis, lo cual es una gran pista, porque el Botox legítimo no se vende en esa cantidad, además de la conversaciones que sostuvo vía mensajes con sus proveedores en China, quienes dijo que “al menos 20” de sus clientes se habían enfermado debido a un producto “contaminado”, según ABC7NY y The New York Times.
“Me vendieron bótox de mala calidad y mis clientes estaban en el hospital… Tuve que pagar sus facturas y tratar de salvar mi reputación. ¿Sabe cuánto dinero perdí?”, reclamó Luther a sus proveedores.
Para compensar las pérdidas, exigió otro envío si quería conservar su negocio: “Puedes enviarme 41 botellas y haré otro pedido… Pero nunca haré otro pedido hasta que reciba esas 41 botellas”, dijo Luther, aún sabiendo la falsedad del bótox y los efectos en sus pacientes.
Las autoridades federales afirman que Luther estaba “beneficiándose generosamente” de las inyecciones falsas, pues alquilaba un apartamento tipo penthouse encima de su consultorio médico en West 45th Street, promocionando una vida de lujo y riqueza, según The New York Post.
De ser declarado culpable del principal cargo que enfrenta, podría enfrentarse a hasta 20 años de prisión.
Sigue leyendo:
– “Pagué millones de dólares por rellenos en la cara a un médico que me engañó y ahora parezco una gárgola”.
– Arrestan a una madre y su hija por aplicar inyecciones ilegales para agrandar glúteos en Texas.