BMW se suma a Tesla y China contra los aranceles de la UE
BMW dio un paso en la disputa comercial entre la Unión Europea y China. Se sumó a la denuncia de fabricantes chinos y Tesla contra aranceles impuestos por la UE

MINI John Cooper Works. Crédito: BMW. Crédito: Cortesía
El panorama del comercio automotriz entre Europa y China se ha vuelto más tenso en los últimos meses.
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En un intento por frenar la importación masiva de vehículos eléctricos fabricados en China, la Unión Europea anunció en la primavera de 2024 su intención de imponer aranceles adicionales a los ya existentes del 10%.
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Esta medida, sin distinción de marca o país de origen del fabricante, fue recibida con fuertes críticas por parte de la industria automovilística occidental.
Desde un inicio, BMW se manifestó en contra de la política proteccionista de la UE. Oliver Zipse, CEO de la compañía bávara, expresó reiteradamente su preocupación sobre los efectos negativos de los aranceles.
“Eran un camino equivocado” y “el proteccionismo corre el riesgo de iniciar una espiral: los aranceles conducen a nuevos aranceles, al aislamiento en lugar de a la cooperación”, advirtió Zipse.
Pese a esta postura, la decisión de BMW de sumarse oficialmente a la demanda contra los aranceles ha sorprendido a la industria. La compañía ha alineado su postura con fabricantes chinos como BYD, Geely y SAIC, así como con Tesla, que también se ha opuesto abiertamente a los impuestos adicionales.
Las razones detrás del movimiento de BMW
El motivo principal detrás de la decisión de BMW parece estar vinculado a su fuerte presencia en China.
La automotriz alemana ha logrado una parte significativa de su crecimiento en el mercado chino, donde la demanda por sus modelos de lujo sigue siendo alta.
Sin embargo, con la introducción de estos aranceles, BMW enfrenta no solo un golpe a sus exportaciones desde China hacia Europa, sino también la amenaza de represalias por parte del gobierno chino.
China ya ha dejado claro que no dudaría en responder a los aranceles europeos con medidas similares.
Uno de los escenarios más preocupantes para BMW sería la imposición de aranceles a los vehículos de gran cilindrada fabricados en Europa, un segmento en el que la automotriz bávara es una de las más afectadas.
Si China decide aplicar impuestos adicionales a estos vehículos, las ventas de BMW podrían sufrir un impacto significativo.

Además de los riesgos en el mercado chino, BMW también se ve directamente afectada por los aranceles impuestos por la UE debido a su producción en China.
Modelos como el BMW iX3, el MINI Cooper y el MINI Aceman se fabrican en territorio chino y ahora enfrentan un arancel adicional del 20,7%, lo que los hace menos competitivos en Europa.
El impacto en la industria automotriz
La decisión de BMW de sumarse a la demanda contra los aranceles refuerza la idea de que las restricciones comerciales podrían generar más perjuicios que beneficios.
Los fabricantes europeos no solo dependen de las exportaciones, sino también de las importaciones de componentes y modelos producidos en China. Con la globalización del sector automotriz, las barreras comerciales afectan la eficiencia y competitividad de las marcas.
El caso de BMW también pone en evidencia la compleja red de interdependencia entre los fabricantes occidentales y el mercado chino.
Mientras la UE intenta proteger a los fabricantes locales de la creciente influencia china en el sector de los vehículos eléctricos, compañías como BMW, Mercedes y Volkswagen dependen en gran medida de su presencia en China para sostener su crecimiento y rentabilidad.
El proceso legal y sus implicaciones
La demanda presentada por los fabricantes chinos, Tesla y ahora BMW, ha sido oficialmente registrada ante la Corte de Justicia de la Unión Europea.
Según informaciones publicadas en el boletín de la corte, el proceso podría prolongarse hasta 18 meses, dependiendo de los recursos y apelaciones que puedan interponerse.
Mientras tanto, BMW ha emitido un comunicado justificando su acción legal. “Hemos presentado esta solicitud de anulación con el objetivo de proteger nuestros intereses”, afirma la compañía.
Además, reitera su posición respecto a la necesidad de negociaciones: “Seguimos creyendo que es mejor buscar un acuerdo político a través de la negociación” y que “es importante evitar un conflicto comercial que en última instancia sólo supondría pérdidas”.
La postura de BMW marca un punto de inflexión en la disputa comercial entre la UE y China. Su decisión de sumarse a la demanda contra los aranceles resalta la preocupación de las marcas occidentales por las represalias y el impacto económico de las medidas proteccionistas.
A medida que el conflicto avanza, el sector automotriz enfrenta un escenario incierto. Los fabricantes europeos se encuentran en una posición difícil, debatiéndose entre la necesidad de mantener su presencia en China y la presión por apoyar las medidas proteccionistas de la UE.
En este contexto, la decisión final de la Corte de Justicia podría definir el futuro de la industria automotriz global y las relaciones comerciales entre Europa y China en los próximos años.
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