La EPA reconsiderará si los gases de efecto invernadero afectan realmente la salud
La EPA reconsiderará su histórica conclusión de 2009 sobre gases de efecto invernadero y desregulará múltiples normas ambientales, desatando fuertes críticas

En 2009, la agencia concluyó que seis gases de efecto invernadero—dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hidrofluorocarbonos, perfluorocarbonos y hexafluoruro de azufre—amenazan la salud y bienestar de la población. Crédito: Shutterstock
En un anuncio que marca un cambio radical en la política ambiental de Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) confirmó el miércoles que reconsiderará su histórico fallo de 2009, que establecía que los gases de efecto invernadero representan un peligro para la salud pública.
Esta decisión forma parte de un paquete de medidas para revisar o derogar regulaciones ambientales clave, lo que ha generado una fuerte reacción entre científicos y activistas climáticos.

El administrador de la EPA, Lee Zeldin, destacó la importancia de esta acción en un artículo de opinión publicado en The Wall Street Journal, donde calificó la jornada como “el día de desregulación más trascendental en la historia de Estados Unidos”. Según Zeldin, la intención es eliminar barreras que, a su juicio, han obstaculizado el crecimiento económico y la independencia energética del país.
Entre las normativas sujetas a revisión se incluyen restricciones sobre emisiones de vehículos, regulación de cenizas de carbón, calidad del aire y contaminación industrial.
También se prevé limitar la protección de ciertas vías fluviales bajo la Ley de Agua Limpia, lo que reduciría la supervisión sobre humedales y arroyos. En total, se han identificado 31 regulaciones que serán objeto de análisis y posible derogación en los próximos años.
La revisión de la Declaración de Peligro de la EPA es particularmente significativa, pues sirvió de base para que el gobierno de Barack Obama implementara medidas contra el cambio climático bajo la Ley de Aire Limpio.
Una amenaza a la salud y bienestar
En 2009, la agencia concluyó que seis gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hidrofluorocarbonos, perfluorocarbonos y hexafluoruro de azufre) amenazan la salud y bienestar de la población, justificando así regulaciones más estrictas sobre emisiones de vehículos y plantas de energía.
Además de los cambios regulatorios, la EPA también eliminará todos los puestos dedicados a diversidad, equidad, inclusión y justicia ambiental dentro de la agencia. Zeldin explicó que esta medida responde a una orden ejecutiva del expresidente Donald Trump destinada a acabar con los programas gubernamentales de diversidad e inclusión, que calificó de “derrochadores y radicales”.

El anuncio ha provocado críticas inmediatas por parte de expertos en cambio climático y grupos ambientalistas, quienes advierten que la eliminación de estas regulaciones podría tener consecuencias graves para el medio ambiente y la salud pública.
David Doniger, especialista en clima del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, aseguró que la EPA enfrentará dificultades legales para justificar la eliminación de la Declaración de Peligro. “Ante la abrumadora evidencia científica, es imposible pensar que la EPA pueda desarrollar un hallazgo contradictorio que se sostenga en un tribunal”, afirmó.
Por su parte, el científico climático Michael Mann, de la Universidad de Pensilvania, calificó la medida como “una nueva forma de negacionismo climático republicano”. Mann argumentó que, si bien ya no se puede negar la existencia del cambio climático, algunos sectores ahora buscan minimizar sus impactos, ignorando la evidencia científica que lo señala como una de las mayores amenazas actuales.
El proceso para desregular estas políticas podría extenderse por años y enfrentará desafíos legales por parte de grupos ambientalistas y gobiernos estatales. Mientras tanto, la comunidad científica y organizaciones en defensa del medio ambiente advierten que estas acciones podrían comprometer los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático y proteger la salud pública.
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