OMS pide medidas urgentes para abordar interrupciones de servicios contra tuberculosis
La OMS alerta sobre recortes en la lucha contra la tuberculosis, una de las infecciones más mortales. Urgen inversiones para evitar retrocesos y salvar vidas

Los servicios de tuberculosis se encuentran entre muchos otros interrumpidos por la pandemia de COVID-19 en 2021. Crédito: Studio.51 | Shutterstock
Cada 24 de marzo, el mundo conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis (TB), una jornada que busca concienciar sobre los esfuerzos necesarios para erradicar esta enfermedad que, pese a los avances médicos, sigue siendo la infección más letal del planeta.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tuberculosis causa más de un millón de muertes anuales, afectando de manera devastadora a las comunidades más vulnerables.

En los últimos 20 años, los esfuerzos globales han permitido salvar aproximadamente 79 millones de vidas gracias a estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, la falta de financiación amenaza con revertir estos logros.
Los recortes en los presupuestos destinados a la salud, sumados a conflictos en diversas regiones del mundo y la creciente resistencia a los antibióticos, ponen en peligro los avances alcanzados en la lucha contra la enfermedad.
Bajo el lema ¡Sí! Podemos acabar con la tuberculosis: Comprometerse, invertir, cumplir, la OMS ha lanzado una campaña para 2025 que busca movilizar a los gobiernos y a la sociedad en general en torno a la necesidad de reforzar la inversión y la acción coordinada contra la tuberculosis.
El Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó la importancia de no perder de vista los compromisos adquiridos por los líderes mundiales en la Asamblea General de la ONU, realizada hace 18 meses, en la que se acordó acelerar los esfuerzos para erradicar la enfermedad.
De acuerdo con los informes de la OMS, los recortes de financiación han afectado gravemente a 27 países, especialmente en África, Asia y el Pacífico Occidental. Entre las principales consecuencias destacan la reducción del personal sanitario, el colapso de sistemas de vigilancia epidemiológica y la interrupción del suministro de medicamentos esenciales.
Además, en nueve países se han reportado dificultades en la adquisición de fármacos para tratar la tuberculosis, lo que pone en peligro la continuidad de los tratamientos y la recuperación de los pacientes.
Aceleración de vacunas
En 2023, solo se consiguió el 26 % de los 22.000 millones de dólares necesarios para la prevención y el tratamiento de la tuberculosis. La situación es aún más crítica en el ámbito de la investigación, ya que en 2022 apenas se obtuvo una quinta parte de los 5.000 millones de dólares requeridos para el desarrollo de nuevos diagnósticos, tratamientos y vacunas.

Ante este panorama, la OMS ha reforzado su compromiso con la aceleración del desarrollo de vacunas a través del Consejo Acelerador de Vacunas contra la Tuberculosis, pero advierte que sin apoyo financiero suficiente, el progreso corre un serio riesgo.
En respuesta a esta crisis, la OMS y el Grupo de Trabajo de la Sociedad Civil sobre Tuberculosis han emitido una declaración en la que instan a los gobiernos, donantes y organizaciones de salud a tomar medidas inmediatas.
La declaración plantea cinco prioridades urgentes: garantizar la continuidad de los servicios de tuberculosis, asegurar financiamiento estable, proteger el acceso a tratamientos y diagnósticos, fortalecer la cooperación entre sectores y mejorar los sistemas de monitoreo.
Como parte de las estrategias para optimizar los recursos, la OMS impulsa la integración de la tuberculosis en la atención primaria de salud. Mediante nuevas directrices técnicas, se busca mejorar la prevención, el diagnóstico temprano y el seguimiento de los pacientes, además de abordar factores de riesgo como el hacinamiento, el tabaquismo y la desnutrición.
Sigue leyendo: