¿Por qué los astronautas de la NASA que volvieron a la Tierra deben aprender a caminar de nuevo?

Tras pasar 9 meses en el espacio, los astronautas Suni Williams y Butch Wilmore enfrentan una exigente recuperación para readaptarse a la gravedad terrestre

Williams y Wilmore iniciaron un protocolo de recuperación de 45 días bajo supervisión médica.

Williams y Wilmore iniciaron un protocolo de recuperación de 45 días bajo supervisión médica. Crédito: Chris O'Meara | AP

Los astronautas veteranos de la NASA, Suni Williams y Butch Wilmore, regresaron a la Tierra el 18 de marzo de 2025, luego de una misión espacial que se extendió mucho más de lo previsto. Lo que debía ser una estadía de ocho días en la Estación Espacial Internacional terminó durando nueve meses debido a fallas técnicas en la nave Boeing Starliner.

Finalmente, volvieron a casa a bordo de una cápsula ‘SpaceX Dragon’, pero el viaje no terminó con el aterrizaje.

Pese a su experiencia, ahora enfrentan un reto inesperado: volver a caminar en la Tierra. Tras tanto tiempo en un entorno sin gravedad, sus cuerpos deben readaptarse a las condiciones terrestres. Y este proceso puede ser más complejo de lo que parece.

¿Qué efectos tienen en el cuerpo humano en un entorno sin gravedad?

Pasar meses en el espacio sin gravedad constante tiene consecuencias profundas en el organismo. Aunque los astronautas siguen rutinas de ejercicio a bordo para minimizar los efectos, no pueden evitar ciertas transformaciones físicas. Esto indican los expertos:

  • Atrofia muscular: En microgravedad, el cuerpo no necesita sostener su peso, por lo que los músculos pierden fuerza y volumen. Esta pérdida, incluso con entrenamiento diario, puede ser significativa.
  • Pérdida de densidad ósea: Los huesos también se debilitan. Estudios señalan que los astronautas pueden perder entre un 1% y 1.5% de masa ósea por mes. Esta desmineralización aumenta el riesgo de fracturas y puede tardar años en revertirse por completo.
  • Desajuste del sistema nervioso: En el espacio, el cerebro se adapta a un entorno sin gravedad. Al regresar, debe reconfigurarse para tareas básicas como mantener el equilibrio, caminar o coordinar movimientos. Por eso, al principio, tareas simples pueden volverse difíciles o torpes.

Un proceso de recuperación supervisado

Williams y Wilmore iniciaron un protocolo de recuperación de 45 días bajo supervisión médica. Serán evaluados por nutricionistas, entrenadores físicos y psicólogos para ayudarles a restablecer su salud física y mental. En este periodo, volverán a aprender a caminar con fluidez, ganar fuerza muscular y recuperar la estabilidad corporal.

Además, se monitorizará su evolución ósea y metabólica a largo plazo, ya que los efectos de una misión tan prolongada pueden persistir mucho después del regreso. Más allá de lo técnico, la experiencia también requiere una readaptación emocional, pues regresar al entorno terrestre tras meses de aislamiento en órbita supone un reajuste completo para cuerpo y mente.

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