“El proteccionismo en Estados Unidos también abre oportunidades”: Emmanuel Loo

El día que asumió la responsabilidad como encargado del Despacho de la Secretaría de Economía de Nuevo León, Emmanuel Loo sabía que los indicadores que colocan a la entidad en la cima de la inversión extranjera directa y la generación de empleo a nivel nacional eran una suerte de ancla lo suficientemente firme para soportar los oleajes que estaban por llegar. El 5 de noviembre, a cuatro días de llegar al timón de la economía regional, Donald Trump obtenía un triunfo aplastante y con ello desataba las primeras tormentas de alcance global ante el anuncio de una serie de órdenes que habría de instrumentar apenas tomara posesión en enero, con vistas a construir, según su proclama, una América grandiosa.

Entre enero y septiembre de 2024, Nuevo León contribuyó con 17.8 por ciento del crecimiento nacional y registró 5.8 por ciento de crecimiento económico respecto al año anterior. Se trata de números que superan por mucho a los reportados por cualquier otra entidad mexicana, cuyo promedio fue de 1.7 por ciento. Loo, que durante ese tiempo fungió como Subsecretario de Inversión dentro del mismo despacho, dice que ello obedeció a un plan trazado desde el inicio del actual gobierno estatal, que supo aprovechar las condiciones “inmejorables” en geografía, instalación y mano de obra calificada que posee Nuevo León, amén de una relación histórica con Texas.

Además, Loo toma como referencia lo sucedido en 2017, el año en el que inició la primera administración de Donald Trump. Aquellos también fueron tiempos de gran incertidumbre, y sin embargo se reaccionó con precisión para alcanzar un crecimiento inédito. “La política económica de Estados Unidos en el periodo de 2017-2021 ayudó a que los estados cercanos al vecino (país) del norte pudieran incrementar el flujo de exportaciones, importaciones e inversión extranjera directa”, dice el encargado del despacho. “Por eso confiamos que este segundo periodo del presidente Trump pueda beneficiarnos nuevamente, seguir creciendo como estado y que las empresas nos sigan eligiendo como el destino que tiene todo para invertir”.

La administración encabezada por Donald Trump pretende sin embargo un cambio de paradigma; de una economía integral transita hacia un proteccionismo que enmarca la era de un mundo tripolar. Con ello desata la zozobra en los mercados y la economía. ¿Cómo ubica a Nuevo León bajo este nuevo escenario?

“Nuevo León ha demostrado ser resiliente y adaptable en escenarios de incertidumbre económica y política. La entidad ha consolidado su posición como un hub industrial y de innovación en América del Norte, con una infraestructura de clase mundial y una cercanía estratégica con Estados Unidos. Si bien un posible giro proteccionista podría implicar retos, también abre oportunidades para reforzar nuestra estrategia enfocada en el nearshoring, atrayendo empresas que buscan diversificar sus cadenas de suministro y acercarse al mercado estadounidense.

“La clave es fortalecer la competitividad de Nuevo León con incentivos a la inversión, infraestructura logística avanzada y un entorno regulatorio estable que ofrezca certidumbre a las empresas. Además, la colaboración con Texas y otros socios comerciales en EE.UU. sigue siendo un pilar fundamental para mantener un flujo de comercio dinámico y mutuos beneficios en términos de empleo, manufactura e innovación tecnológica.”

Economistas y empresarios coinciden en en que México habrá de beneficiarse, pese a los tiempos, del nearshoring. Pero los geopolíticos no creen que esto será así. Entre tanto, la inversión parece encaminarse al mar de la zozobra. ¿Qué diría a los grandes conglomerados?

“Más allá de la incertidumbre global, los hechos demuestran que el nearshoring no es una expectativa, sino una realidad. Tan solo en Nuevo León, hemos visto un crecimiento sostenido de la inversión extranjera directa (IED) impulsado por empresas globales que buscan instalarse en nuestro estado. En 2023 y 2024, más de 100 empresas han anunciado inversiones en sectores estratégicos, como automotriz, electromovilidad y manufactura avanzada.

“Mi mensaje para los grandes conglomerados es claro: Nuevo León es un destino confiable para sus inversiones. Contamos con una fuerza laboral altamente capacitada, un entorno de negocios sólido y una red industrial bien integrada con EE.UU. Además, la colaboración entre el sector público y privado nos permite desarrollar políticas que favorecen la competitividad, la innovación y la sostenibilidad de las empresas.”

El tema de la seguridad y la corrupción son dos de los grandes temas esgrimidos por la presidencia de los Estados Unidos, en su búsqueda por recuperar la industria manufacturera. Usted mismo ha dicho que el crimen y la violencia hacen de su estado un territorio ideal para el desarrollo empresarial. ¿Puede ampliar esta lectura?

“La seguridad es un tema prioritario para el gobierno estatal, y hemos trabajado de manera coordinada con el sector empresarial para garantizar entornos productivos seguros.

“En comparación con otras regiones del país, Nuevo León ofrece un ambiente más estable para el desarrollo industrial. Contamos con una policía estatal capacitada y con tecnología de punta para la vigilancia en parques industriales y corredores logísticos. Además, la estrecha relación con las empresas nos permite diseñar estrategias conjuntas que refuercen la seguridad y protejan sus inversiones.

“En combate a la corrupción, en Nuevo León hemos implementado medidas para garantizar la transparencia en los procesos administrativos y facilitar la llegada de nuevas inversiones sin trabas burocráticas. La digitalización de trámites y la promoción de la cultura de integridad en los negocios han sido clave para consolidar un ambiente de confianza.”

Una cosa es la narrativa que esgrimen los gobiernos federales de una y otra nación, y otra muy distinta las conversaciones que se realizan en el cara a cara, empresarios y funcionarios de comercio y economía. ¿Cuál ha sido la dinámica con su contraparte texana, o estadounidense en un sentido más amplio?

“La relación entre Nuevo León y Texas es una de las más estrechas en América del Norte. Además de compartir una frontera, también coincidimos en tener una visión de desarrollo económico basada en la integración comercial y la innovación. Las conversaciones con nuestros socios estadounidenses se centran en fortalecer nuestras cadenas de suministro, mejorar la infraestructura fronteriza y garantizar un flujo comercial eficiente.

“Con Texas, particularmente, hemos avanzado en proyectos clave como la modernización de los cruces fronterizos y el impulso de la electromovilidad en ambos lados de la frontera. También hemos dialogado con representantes de Arizona, California y otros estados con fuerte presencia manufacturera, asegurando que Nuevo León siga siendo un aliado estratégico en la relocalización de industrias críticas para EE.UU.”

En ese mismo sentido, ¿qué pasa con las grandes firmas de Europa y Asia?

“Para Nuevo León, es fundamental seguir diversificando nuestras fuentes de inversión, asegurando que las condiciones para la instalación de nuevas empresas sean competitivas a nivel global.”

Le pediría que me diera un par de escenarios factibles en el mediano y largo plazo en materia de crecimiento e inversión directa.

“En un primer escenario optimista, a mediano y largo plazo diría que Nuevo León consolidará su liderazgo como el destino número uno para el nearshoring en América Latina. La inversión extranjera directa continúa en ascenso, con la llegada de nuevas plantas de manufactura avanzada y semiconductores. La infraestructura se moderniza con la ampliación de corredores industriales y logísticos, y la seguridad se fortalece a través de colaboración público-privada. En el largo plazo, el estado se posiciona como un hub clave para la electromovilidad y la producción de tecnología de alto valor agregado.

“En un escenario más conservador, le diré que Nuevo León mantendrá un crecimiento sólido impulsado por la inversión extranjera, aunque con algunos retos en infraestructura y seguridad. Se afianzan sectores estratégicos como el automotriz y la manufactura avanzada, mientras que el desarrollo de energías renovables y la digitalización industrial se convierten en nuevas áreas de oportunidad. La colaboración con EE.UU. y Asia sigue siendo clave para la expansión del comercio y la inversión.

“Ambos escenarios dependen de mantener la estabilidad macroeconómica, la confianza empresarial y la capacidad de adaptación a un entorno global en constante cambio.”

(*) Ignacio Alvarado Álvarez es periodista. Fue co-director de Newsweek en Español. Integrante de la Unidad de Investigaciones Especiales de El Universal. Ha colaborado en las revistas mexicanas Día Siete, EmeEquis, Contralínea, el diario La Jornada y la agencia Al Jazeera-América. Fue jefe de información y reportero de la Unidad de Investigaciones de El Diario de Juárez y productor asociado en América Latina de ARD, Televisión Pública Alemana. Es coautor de los libros La Guerra por Juárez (Planeta 2010) y La guerra contra el narco y otras mentiras (BUAP 2011).

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