Proveedores de Forever 21 rompen el silencio tras la quiebra de la famosa marca
Fabricantes en Asia acusan a Forever 21 de engañarlos antes de declararse en bancarrota y dejar millones en deudas sin pagar
Lo ocurrido con Forever 21 ha dejado una cicatriz difícil de sanar en la industria de la moda rápida. Crédito: BWM Infinity | Shutterstock
La caída de Forever 21 en marzo de 2025 no solo sacudió al mundo de la moda rápida, también dejó una larga lista de proveedores internacionales en una situación desesperada. Muchos aseguran haberse enterado del colapso financiero solo después de haber enviado mercancía por millones de dólares.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Kyuseung Ahn, fundador de Leukon Inc., una empresa surcoreana que fabricaba ropa deportiva para la marca. Apenas dos días antes del anuncio de bancarrota, Ahn ofreció un descuento del 50 % en un pedido solicitado por Forever 21.
Ahora reclama una deuda de $10.2 millones: “Les fuimos leales hasta el último momento. Pero nos engañaron”.
Señales ignoradas y deudas que no se pagaron
Documentos judiciales revelan que al menos tres proveedores asiáticos, incluidos dos en China, entregaron productos sin sospechar que la empresa ya se encaminaba hacia la bancarrota. Alegan que Forever 21 acumuló grandes volúmenes de inventario con la intención de usarlos en ventas de liquidación, sin intención de pagar a tiempo, ni del todo.
Mientras tanto, el comité de acreedores no garantizados, que representa $433 millones en reclamaciones, sostiene que estos proveedores deberían haber recibido pago completo según lo estipulado en el Código de Bancarrota de EE.UU. Pero el panorama es desalentador: los acreedores garantizados apenas obtendrán el 3 % de sus reclamos.
Una deuda en crecimiento y decisiones cuestionadas
Tras su primera quiebra en 2019, Forever 21 fue comprada por Sparc Group, un consorcio liderado por Authentic Brands Group y Simon Property Group, con la incorporación reciente de Shein. A pesar de la adquisición, la situación financiera no mejoró: la deuda pasó de $230 millones a un alarmante $1.600 millones antes del colapso.
Ahora, algunos acreedores cuestionan la reciente fusión de Sparc con JCPenney para formar Catalyst Brands. Según ellos, esta transacción pudo haber priorizado los intereses de JCPenney sobre las obligaciones pendientes con los proveedores de Forever 21.
Expertos en bancarrotas advierten que este tipo de movimientos, aunque legales, son comunes en la industria. “Están engordando la vaca antes del matadero”, explicó el abogado Christopher Simon, del despacho Cross and Simon. “Quienes suministran ese alimento a veces no cobran”.
Aunque la ley da prioridad a los pagos por productos entregados en los 20 días previos a la quiebra, en la práctica los acreedores garantizados suelen absorber los recursos disponibles. Esto deja a los proveedores, especialmente los asiáticos, en el último lugar de la fila.
Una herida abierta en la cadena de suministros
Lo ocurrido con Forever 21 ha dejado una cicatriz difícil de sanar en la industria de la moda rápida. La desconfianza se ha instalado entre quienes alguna vez creyeron en las grandes promesas de inversión.
“Pensábamos que eran empresas de confianza”, lamentó Kyuseung Ahn al referirse a Simon y Authentic Brands. “Todavía no puedo creer lo que pasó”.