Cuál fue el cónclave más largo de la historia y por qué los cardenales demoraron tanto en elegir al nuevo Papa
Durante este proceso se obligó a los cardenales a únicamente ingerir agua, pan y vino para agilizar la elección

El cónclave para elegir a un nuevo Papa comienza este 7 de mayo, luego de la muerte de Francisco. Crédito: Getty Images
Todo comenzó en 1268 con la muerte de Clemente IV, donde la Iglesia debió iniciar uno de los procesos más complejos, donde incluso murieron 3 cardenales y el cónclave de ese momento duró 3 años.
En ese momento Roma enfrentaba problemas políticos, el Palacio Papal de Viterbo era la sede del pontífice, hecho que se mantuvo incluso hasta 1271 y los cardenales duraron en un proceso de votación 1,006 días.

De ahí nació el término cónclave, o “bajo llave”, porque los cardenales que se reunían en Viterbo, al norte de Roma, para elegir al sucesor de Clemente IV, tardaron tanto que los ciudadanos frustrados los encerraron en la sala.
La selección del nuevo Papa
De este proceso fue electo el papa Gregorio X, quien introdujo la Constitución Ubi Periculum, estableciendo por primera vez el concepto de “cónclave” para la elección del nuevo sumo pontífice de la Iglesia Católica. Una respuesta a las prolongadas y conflictivas vacantes de la sede papal durante esos 3 años.
En vista que los cardenales no lograban ponerse de acuerdo sobre el nuevo Papa, consecuencia de las fuertes divisiones entre las facciones francesas e italianas, los cardenales fueron obligados a permanecer encerrados en el palacio papal y lograr un consenso para la elección.

Una manera de presionar a los cardenales electores fue quitar el techo de la sala en la que se encontraban, reducir el suministro de alimento, a solo pan, agua y vino, para evitar distracciones con los alimentos.
Al final solo quedaron 6 cardenales, se optó por una elección de compromiso, eligiendo a Tebaldo Visconti como papa, quien adoptó el nombre de Gregorio X.
Consecuencias mortales
Más allá de la prolongada elección, este evento histórico dejó consecuencias mortales y es que 3 de los cardenales murieron debido a las condiciones climáticas, obligando a los presentes a hacer un cambio: solo 6 cardenales fueron elegidos para llegar a un consenso, logrando el esperado humo blanco en 1270.

Para evitar que se repitiese la situación, Gregorio X decretó en 1274 que los cardenales recibirían solo “una comida al día” si el cónclave se extendía más allá de 3 días, y únicamente “pan, agua y vino” si se prolongaba más de ocho. Aunque dicha limitación fue eliminada.
Pasado este tiempo, el cónclave sigue un proceso meticuloso que termina en la elección y anuncio del nuevo Papa. Proceso que se finaliza con la conocida fumata blanca que indica la elección del nuevo sumo pontífice de la Iglesia Católica.