Fabricantes de vehículos reconocen decepción por el acuerdo comercial entre Trump y Reino Unido

Los tres mayores fabricantes de vehículos en Estados Unidos coincidieron al señalar que el acuerdo comercial firmado por el presidente Donald Trump con el Reino Unido les causa decepción.

Después de varias semanas de haber provocado una caída en los mercados financieros a raíz del anuncio del ” Día de la Liberación”, a través del cual les impuso un impuesto base de importación del 10% a más de 100 naciones, el jueves Trump selló un acuerdo comercial con Reino Unido.

“El acuerdo con el Reino Unido es completo e integral y consolidará la relación entre Estados Unidos y el Reino Unido durante muchos años.

Debido a nuestra larga historia y lealtad conjunta, es un gran honor que el Reino Unido sea nuestro PRIMER anuncio”, indicó el mandatario a través de un mensaje publicado en la plataforma Truth Social.

Aunque dicho acuerdo fortalece la credibilidad de Donald Trump ante los ojos de la mayoría de los ciudadanos, para Ford, General Motors (GM) y Stellantis, las tres más grandes compañías dedicadas a ensamblar vehículos en Estados Unidos, resulta desalentador, pues esperaban priorizar la relación comercial con socios de América y ahora se sienten vulnerables frente a sus rivales europeos.

“La industria automotriz de Estados Unidos está altamente integrada con Canadá y México; lo mismo no ocurre con Estados Unidos y el Reino Unido. Estamos decepcionados de que la administración haya priorizado al Reino Unido por delante de nuestros socios norteamericanos”, señaló Matt Blunt, presidente del Consejo Americano de Política Automotriz (AAPC), organismo que agrupa a las armadoras antes mencionadas.

Debido a la alta integración de las cadenas de suministro de la industria automotriz en Norteamérica, en el AAPC proyectan que la política arancelaria de Donald Trump tendrá un impacto negativo en su producción.

Mientras que en abril Stellantis detuvo su producción en las plantas ubicadas en Canadá y México como reacción inmediata a los aranceles, GM anticipó que los impuestos podrían reducir hasta $5,000 millones de dólares sus ganancias este año, y Ford espera sufrir un impacto de $1,500 millones de dólares.

Bajo la perspectiva de Matt Blunt, el acuerdo sellado con el Reino Unido resulta perjudicial para la industria automotriz estadounidense.

“Con este acuerdo, ahora será más barato importar un vehículo del Reino Unido con muy poco contenido estadounidense que un vehículo que cumpla con el T-MEC desde México o Canadá y que esté compuesto 0.5% de piezas estadounidenses. Esto perjudica a los fabricantes de automóviles, proveedores y trabajadores del sector automotriz estadounidenses”, enfatizó.

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