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Alerta en Europa por un hongo mortal impulsado por el cambio climático

El cambio climático acelera la expansión de un hongo mortal en Europa que amenaza a millones, especialmente con enfermedades respiratorias preexistentes

Alerta en Europa por un hongo mortal impulsado por el cambio climático

Especialistas advierten que cualquier persona con antecedentes pulmonares que experimente un empeoramiento de estos síntomas debe consultar de inmediato a un médico. Crédito: Ellen Curtis | Shutterstock

Un hongo letal podría convertirse en una nueva amenaza para millones de personas en Europa. Científicos alertan que el calentamiento global está favoreciendo la expansión de la aspergilosis, una enfermedad fúngica grave que ataca principalmente al sistema respiratorio y que se prevé se propague rápidamente en varios países europeos durante los próximos meses.

Aunque en muchos casos puede tratarse con medicamentos antifúngicos, la aspergilosis representa un peligro considerable para personas con condiciones de salud preexistentes, como el asma o la fibrosis quística.

El aumento sostenido de las temperaturas en el continente está modificando el hábitat de diversas especies, incluidos los hongos, y ampliando las zonas en las que estos patógenos pueden prosperar.

Norman van Rhijn, investigador del Wellcome Trust en la Universidad de Manchester y coautor de un reciente estudio sobre esta amenaza emergente, explicó en declaraciones al Financial Times que Europa está entrando en una nueva era de riesgos biológicos impulsados por el cambio climático.

“Estamos hablando de cientos de miles de vidas y de transformaciones continentales en la distribución de las especies”, dijo.

Según sus estimaciones, en los próximos 50 años no solo cambiarán los hábitats naturales, sino también el tipo de enfermedades que afectarán a las personas. “El lugar donde crecen las cosas y las enfermedades que te infectan serán completamente diferentes”, añadió.

La aspergilosis es causada por el hongo Aspergillus, cuyas diminutas esporas flotan en el aire. En condiciones normales, las personas sanas las inhalan sin consecuencias.

Sin embargo, en individuos con sistemas inmunológicos comprometidos o con daños pulmonares, estas esporas pueden germinar dentro del organismo, formando estructuras filamentosas que provocan inflamación e infecciones graves, incluida una forma severa de neumonía.

Entre los síntomas más comunes se encuentran la dificultad para respirar, tos persistente (a menudo con sangre o mucosidad), sibilancias, fiebre recurrente, pérdida de peso involuntaria y un cansancio que no desaparece.

Especialistas advierten que cualquier persona con antecedentes pulmonares que experimente un empeoramiento de estos síntomas debe consultar de inmediato a un médico.

Productos de higiene

La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha encendido las alarmas, señalando que el uso inapropiado de productos de higiene puede facilitar aún más la propagación de esta infección. Esto coincide con un contexto global.

Las infecciones por hongos están en aumento, con más de 150 millones de casos graves al año y una cifra estimada de 1,7 millones de muertes. Una de las razones de esta tendencia es la creciente resistencia de los hongos a los tratamientos actuales, lo que debilita aún más la capacidad médica para hacerles frente.

Este panorama revela un desafío silencioso pero creciente. El cambio climático no solo está alterando ecosistemas y patrones meteorológicos, sino también la forma en que las enfermedades se comportan y se expanden.

El caso de la aspergilosis es una advertencia de que el mundo necesita prepararse para nuevos riesgos sanitarios impulsados por un entorno que cambia con rapidez y que, de no ser atendido, podría desencadenar crisis de salud pública de gran escala.

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