Trump sólo atacaría a Irán si le garantizan que es posible destruir el sitio donde enriquece uranio
Donald Trump parece no estar convencido de que una bomba GBU-57 pueda frenar el proyecto de enriquecimiento de uranio desarrollado por Irán

Donald Trump no desea cometer un error de grandes consecuencias para su administración y analiza con la cabeza fría qué hacer con Irán. Crédito: Julia Demaree Nikhinson | AP
Detrás de las dos semanas anunciadas por el presidente Donald Trump para decidir si atacará o no a Irán se esconde la incertidumbre de saber si la bomba GBU-57 puede destruir la instalación nuclear de Fordow, donde la nación islámica enriquece de uranio.
El mandatario estadounidense lleva semanas argumentando que es necesario detener a la nación gobernada por el ayatolá Ali Jamenei, pues se encuentra muy cerca de desarrollar una bomba nuclear.
De acuerdo con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Fordow ya se ha logrado enriquecer uranio al 83.7%, cerca del 90% necesario para las armas nucleares.
A partir de ese dato es que el ejército israelí decidió bombardear varias zonas de Irán en espera de que Estados Unidos intervenga, pero ya no a través de conversaciones para llegar a un acuerdo exigiendo frenar el programa nuclear de Teherán, sino implementado una ofensiva destructiva.
Sin embargo, Donald Trump analiza la situación con la cabeza fría, pues, de acuerdo con fuentes de gobierno consultadas por el diario británico The Guardian bajo condición de no revelar sus nombres, los líderes del Pentágono no garantizan que el lanzamiento del GBU-57, una bomba de 30,000 libra logrará destruir por completo Fordow.

Presuntamente, los cálculos del ejército estadounidense advierten que el uso de bombas convencionales sería incapaz de penetrar lo suficientemente profundo como para llegar hasta el fondo de la montaña donde se construyeron las instalaciones iranís para enriquecer uranio.
De acuerdo con el departamento de inteligencia israelí, para destruir Fordow se requiere de varios lanzamientos de bombas convencionales para ablandar a la montaña y después de un arma nuclear táctica lanzada desde un bombardero B2.
Todos estos recursos únicamente los tiene Estados Unidos, pues son demasiado costosos, pero la posición de Donald Trump es de no utilizar ningún arma nuclear para someter al gobierno de Teherán, así que hasta sus generales no definan una mejor estrategia de ataque, simplemente continuará postergando cualquier ofensiva.
Se estima que una destrucción parcial de la instalación nuclear de Fordow, sólo le implicaría a Irán meses de retraso en su plan de enriquecimiento de uranio.
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