Local Hearts Foundation se solidariza con la comunidad migrante
Tito Rodríguez y decenas de voluntarios recaudan y compran alimentos que luego reparten en vecindarios donde la gente no sale por miedo a las redadas

Voluntarios de lla organización Local Heart Foundation. Credit: Jorge Luis Macías | Impremedia
Está creciendo la red de ayuda para llevar comida gratis a familias latinas y vendedores ambulantes que no quieren salir de sus casas por el temor de ser arrestados en la oleada de redadas desplegadas por agentes de inmigración.
Cientos de voluntarios y donantes unieron a Tito Rodríguez y a su esposa Patrina en Local Hearts Foundation de la ciudad de Paramount, para llevar comida a los inmigrantes sin ningún costo.
“El impacto de la pandemia fueron las órdenes actuales de confinamiento por motivos de salud”, dijo Brian Porter, un voluntario. “Ahora, me preocupan los posibles secuestros [de inmigrantes] y la falta de un debido proceso”.
Porter, un publicista afroamericano, cree que el trato a los inmigrantes y las minorías lleva a los seres humanos “a difundir la bondad para contrarrestar las acciones y actitudes negativas que se observan en la sociedad”.

“La gente se queda en casa, pero el significado es diferente. ICE no es el coronavirus, pero el miedo que crea es peor”, dijo Porter, residente de la ciudad de Ontario, California.
De esa manera, Porter señaló la importancia de la colaboración colectiva para hacer llegar los alimentos y los suministros a la gente por cualquier medio necesario. ¿Sabes cuál es la similitud? La supervivencia de los seres humanos, la dignidad de cada persona: Humanidad y supervivencia”.
En comunidades de diversos estados de Estados Unidos donde residen mayoritariamente latinos, el color de la piel y el tipo de trabajo que desarrollan las personas está siendo utilizado por agentes federales para detenerlas, arrestarlas y someterlas a deportación, agregó el voluntario Porter.
Desde el inicio de las redadas migratorias, ni la Casa Blanca, ni el Departamento de Justicia, ni las autoridades del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) han informado del arresto y/o deportación de personas blancas europeas, en la gran mayoría de los casos han sido personas latinas.
A nivel local, residentes del sur de California se preparan para una tercera semana de redadas en los vecindarios.
Mientras tanto, la ciudad de Los Ángeles considera demandar a la administración Trump para prohibir a agentes federales realizar detenciones y arrestos inconstitucionales.

De hecho, siete miembros del Concejo Municipal firmaron una propuesta solicitando a la fiscal Hydee Feldstein Soto para que priorice “acciones legales inmediatas” para proteger los derechos civiles de los residentes de Los Ángeles, bajo el argumento de que esa medida es necesaria para evitar que las personas sean discriminadas por el color de piel o sean víctimas de detenciones ilegales.
Algunos de los voluntarios dijeron que durante la pandemia de Covid-19, el miedo a la enfermedad mantuvo encerradas a millones de familias por temor a enfermarse, pero en la actualidad, millones de familias latinas se enfrentan a un temor jamás sospechado: ser literalmente “secuestrados” a plena luz del día por agentes de inmigración.
Sin trabajo y sin comida
“Vine desde el sur centro de Los Ángeles por comida”, expresó Raül, un inmigrante de Puebla, México. “Vendo chácharas en la calle”.
Acompañado por uno de sus dos hijos y dos sobrinos, el inmigrante llenó la cajuela de su automóvil con bolsas de comida, que incluían verduras, chiles serranos, bayas, arroz, jamón y botellas de agua.
A la bodega de Local Hearts Foundation llegó Paula Torres con decenas de paquetes de arroz de una tienda Super A Foods.
“Espero que Tito [Rodríguez] siga ayudando a muchas más familias”, dijo Torres, quien gastó de su bolsillo unos $200.00 dólares para ayudar a las familias.
Cristina Valencia, quien realiza de manera constante recolección de comida para las familias latinas, en las ciudades de El Monte y Sur El Monte, aceptó que el miedo en la comunidad es el común denominador, “porque están separando a muchas familias”.
Valencia, a través de El Monte Grinch y una amiga suya de Alma’s Closet están recibiendo infinidad de peticiones de comida.

“Comenzamos a ayudar desde que sucedieron las redadas en El Monte”, expresó.
La influencer latina Blanca Soto y su esposo Roberto informaron que están distribuyendo víveres y comida en las ciudades de South Gate, Huntington Park, Bell, Bell Gardens y Los Ángeles.
“La gente nos está donando dinero y lo estamos invirtiendo en comprarles comida”, manifestó. “Esto lo hacemos por nuestra gente. Yo también soy inmigrante. Lo que estamos viviendo es peor que la pandemia. Ni durante el Covid-19 nos escondíamos como ahora. Está bien feo lo que está pasando”.
‘Más feo, duro y peligroso’
Tito Rodríguez quedó huérfano de padre desde los seis años, y fue su madre Evangelina quien se hizo cargo de criarlo a él y a sus hermanos: Blanca, Alicia, Raúl y Elizabeth. Sus hermanas Monique y Yadira nacieron de un segundo matrimonio de su madre.
“Delante de nosotros, mi padre se quitó la vida. Con una cuchillada al corazón”, narra el hombre que recientemente salió a las calles a dar dinero en efectivo a vendedores ambulantes para que no salieran a trabajar y se refugiaran hasta que pasen las redadas de inmigración.
“Nos dejó en la pobreza”, recuerda Tito, fundador de Local Hearts Foundation, principal organización de repartición de latas de gas pimienta en el pasado para que los vendedores ambulantes se defendieran de ataques y robos en el sur de California.
Aquel niño no tenía edad para comprender lo que había sucedido con Francisco, su padre, pero sí entendió y valoró siempre el sacrificio que hacia su madre Evangelina para realizar ventas en los tianguis.
Tito recuerda que tendría unos 14 años cuando comió pavo por primera vez, fue en casa de una tía casada con un estadounidense que los había invitado a pasar el Día de Acción de Gracias.
“Nunca había visto ni probado ese tipo de carne”, rememora. “Eso se quedó en mi mente para siempre, y cuando andaba haciendo música con Snoop Dog, pensé que algún día yo debería ayudar a los niños que crecieron como yo, pero no sabía cómo”.
Tito aprovechó las conexiones que hizo como artista y decidió crear hace más de una década la Fundación Corazones Locales (Local Hearts Foundation), una organización sin fines de lucro, que une a la comunidad y contribuye con apoyo a las familias de bajos ingresos de Los Ángeles.
En la actualidad, Tito y su esposa Patrina no se dan abasto para responder mensajes y llamadas de quienes preguntan cómo recoger comida para sus padres.
“Hey. No hemos comido, nos dicen por teléfono los hijos nacidos aquí. Ellos llaman porque sus padres tienen miedo de ir al supermercado”, expesa.
Tito, de 44 años, califica los momentos que vive actualmente la comunidad inmigrante como “más feo, más duro y peligroso que la pandemia”.
“No nos dejaban salir, pero al menos podías ir a comprar algo de comer. Imagínate ahora, tener miedo de salir, no poder hacerlo y luego, también tener hambre”.
Para Patrina Rodríguez, las historias de las familias, madres solteras, niños y personas mayores que les escriben y contactan son la motivación que le inspira a seguir ayudándoles.
“La verdad, me dan ganas de llorar por lo que está pasando. Ha habido un par de noches en las que, al final del día, he llorado porque es demasiado. El estrés y el miedo son constantes. Y si yo siento eso, me imagino cómo se sienten [las familias de inmigrantes”, expresó.