Cómo cuidar y conservar una moneda antigua que quieres vender
La humedad, el calor y hasta tus propios dedos pueden arruinar una moneda antigua: así puedes conservarla para venderla al mejor precio posible

Cuando observes o clasifiques tus monedas antiguas, hazlo sobre una superficie acolchada. Crédito: Milosz Bartoszczuk | Shutterstock
Conservar una moneda antigua no es solo cuestión de guardarla en un cajón. Si quieres venderla en el futuro y obtener una buena suma por ella, necesitas aprender a protegerla correctamente.
El valor de una moneda histórica depende tanto de su rareza como de su estado de conservación, y ahí es donde entran en juego ciertos cuidados clave que no puedes pasar por alto.
Consejos de expertos para cuidar y conservar una valiosa moneda antigua
1. Evita los ambientes húmedos y extremos
La humedad es el principal enemigo de las monedas antiguas, especialmente si están hechas de cobre o plata. Estos metales reaccionan químicamente con el vapor de agua del ambiente, lo que puede causar manchas, corrosión o incluso deformaciones con el tiempo.
Por eso, jamás guardes tus monedas en sótanos, áticos o cocinas. Lo ideal es un lugar seco, con temperatura controlada, lejos de fuentes de calor o frío extremos.
2. Elige bien cómo las guardas
Muchos coleccionistas cometen el error de usar materiales que, con el tiempo, dañan más de lo que protegen. Evita sobres, álbumes o cajas de cartón comunes: pueden contener ácidos que dañan la superficie de las monedas. Lo mismo pasa con ciertos plásticos que contienen PVC.
Busca materiales sin ácidos, diseñados específicamente para almacenamiento numismático.
Te puede interesar: Esta moneda de medio dólar vale más de $19,000: fue acuñada durante la Segunda Guerra Mundial
3. Manipulación
Aunque parezca inofensivo, tocar una moneda con los dedos puede reducir drásticamente su valor. El sudor y la grasa natural de la piel dejan residuos ácidos que dañan la superficie.
Si necesitas manipularlas, usa siempre guantes de algodón y tómalas por el canto, nunca por las caras grabadas.
4. Precaución al exhibirlas o revisarlas
Cuando observes o clasifiques tus monedas, hazlo sobre una superficie acolchada. Una simple caída sobre una mesa de madera o mármol puede dejar marcas irreversibles. Coloca una toalla o gamuza debajo de ellas para evitar accidentes.
5. Los enemigos invisibles
Además de la humedad y el contacto humano, también debes evitar el cloro y los vapores del hogar. Productos de limpieza, cocinas con mucho humo o muebles recién barnizados pueden liberar químicos que dañen tus monedas sin que lo notes de inmediato.
