Ante protestas ICE saca a inmigrante de Hospital de Glendale
Confirman que fue trasladada a otro hospital en la ciudad de Anaheim en el condado de Orange

Un grupo de manifestantes protestó contra la presencia del ICE en el Memorial Glendale Hospital. Crédito: Araceli Martínez Ortega | Impremedia
Un día después de una masiva protesta contra el Dignity Health Glendale Memorial Hospital por la presencia del Servicio de Migración y Aduanas (ICE) dentro de sus instalaciones para vigilar día y noche a una inmigrante a la que llevaron en estado de gravedad tras su violento arresto, este viernes 18 de julio, fue trasladada a otro hospital en el condado de Orange.
Tras pasar dos semanas en el Hospital Memorial de Glendale, Milagro Solís Portillo fue llevada al Anaheim Global Medical Center en la ciudad de Anaheim en el condado de Orange.
En una publicación hecha en las redes sociales, se dio a conocer que Milagro, en medio de gritos y patadas, fue forzada a salir del Glendale Memorial Hospital por tres hombres enmascarados al parecer con una orden de arresto.
A la familia se le informó que fue trasladada al Anaheim Global Medical Center localizado en el 1025 S Anaheim Blvd en Anaheim, California.

Maggie Sisco, contacto familiar, indicó que Milagro fue sacada del hospital entre las 5:45 y las 6:30 de la mañana, aún cuando el equipo médico les informó que no estaba estable y lista para ser dada de alta.
“Se negaron a revelar a dónde la llevaban”, dijo.
Sisco confirmó más tarde que estaba en el Anaheim Global Medical Center.
Milagro de 36 años había sido arrestada por dos oficiales del ICE el 3 de julio en Sherman Oaks, un barrio en el Valle de San Fernando, en un encuentro en el que salió lesionada.
De acuerdo al Immigrant Defenders Law Center, los oficiales le torcieron los brazos, la arrojaron al suelo, lo que le provocó heridas tan severas que comenzó a vomitar y ahogarse en el auto del ICE.
En la página de Facebook que se abrió para recaudar fondos para sus gastos médicos y otras cuentas, se puede leer que “a pesar de las lesiones obvias que requerían hospitalización, fue dejada esposada y cubierta en vómito por ocho horas sin el cuidado médico apropiado”.
Defensores hicieron un llamado a la comunidad, oficiales electos, trabajadores de los hospitales y a cada persona con conciencia a presentarse y demandar justicia.

Un día antes, un grupo numeroso de activistas y miembros de la comunidad se reunieron por enésima vez para manifestarse contra el Glendale Memorial Hospital por permitir la presencia del ICE en sus instalaciones, vigilando las 24 horas que Milagro no se fuera a escapar.
“El mensaje que queremos mandar es que el ICE y la Administración Trump rindan cuentas por sus ataques contra la comunidad inmigrante así como el Glendale Dignity Health”, dijo Aerrol Ampeloquio de la Filipino Migrant Defense Network, una de las organizaciones que convocó a la protesta.
“El hospital no ha hecho lo mejor para proteger a sus trabajadores, a sus pacientes y ha permitido al ICE permanecer durante dos semanas para intimidar a la gente”.
Dijo que también habían acudido a la manifestación en solidaridad con los empleados sindicalizados del Glendale Memorial Hospital, la comunidad y ayudar a la comunidad migrante.
“Hemos sido echados por la seguridad cada vez que hemos venido a manifestarnos. Así que la respuesta del hospital no ha sido receptiva en términos de sacar a los agentes del ICE”, dijo.
“Sabemos que este es un momento muy aterrador, sobre todo porque no es el único hospital con presencia del ICE en Los Ángeles. Por eso queremos pedir a la comunidad que se mantengan informados para protegernos, apoyarnos mutuamente y no vivir con miedo ante la situación actual”.
Agregó que juntos, organizados como comunidad, pueden luchar contra el fascismo que está ocurriendo y contra la injusticia que sufren los inmigrantes y comunidades locales.

Lupita, una angelina indocumentada, quien pidió no dar su verdadero nombre, porque tiene hospitalizado a un familiar muy cercano en el Glendale Memorial Hospital, dijo que por una parte se sintió aliviada de saber que el ICE ya se había ido.
Pero al mismo tiempo abrumada al enterarse que a Milagro la trasladaron a otro hospital.
“Me enteré por el propio personal que ya se la habían llevado esta mañana”.
Revela que para su familia indocumentada era muy difícil acudir a diario a ver a su pariente, y saber que el ICE se encontraba dentro.
“Es espantoso. Uno llega asustado porque han traído muy delicado a su ser querido, y te encuentras con que aquí está el ICE. Eso te sube más el estrés, la preocupación y la ansiedad que ya cargas, porque no saben si la persona que amamos se va a salvar”.
Comentó que los primeros días trataba de vestirse lo mejor posible y arreglarse lo más que podía para pasar desapercibida por los agentes.
“Ahora que se fueron, me he quedado más tranquila, pero me da tristeza que se hayan llevado a esa muchacha inmigrante a otro hospital, y que el ICE esté allá de nuevo vigilándola”.
Un cambio reciente en la política federal de cumplimiento de la ley migratoria permite que se lleven a cabo arrestos en centros de atención médica en el país.

La Opinión pidió una opinión al hospital sobre su posición sobre la presencia de ICE, y la incomodidad que hacen sentir a los familiares de los pacientes, pero no ha habido respuesta todavía.
El Departamento de Seguridad Nacional en un comunicado, dijo que Milagro es una extranjera indocumentada de El Salvador que ha sido expulsada de Estados Unidos dos veces y arrestada por delitos de identificación falsa, hurto y allanamiento de morada.
Sin embargo, el Immigrant Defenders Law Center respondió a nombre de Milagro, que la inmigrante salvadoreña no tiene ni una sola condena penal.