Delta quiere que una IA decida cuánto pagarás por tu próximo vuelo
Delta está probando un nuevo sistema basado en IA que se encargará de fijar los precios de los boletos aéreos

La aerolínea busca maximizar ingresos y adaptarse mejor a la demanda Crédito: Shutterstock
Delta Air Lines anunció que está lista para dejar atrás las tarifas fijas y que, en su lugar, quiere que una inteligencia artificial determine cuánto debe pagar cada pasajero por su boleto. El objetivo es claro: maximizar ingresos y adaptarse mejor a la demanda, personalizando el precio según el perfil de cada viajero.
La aerolínea ya está probando este nuevo sistema en algunos vuelos nacionales. De hecho, cerca del 3 % de sus rutas ya utilizan este modelo de precios basado en IA, y Delta planea expandirlo al 20 % antes de que finalice el año. Esta no es una medida provisional: la compañía tiene previsto un periodo de prueba de entre 18 y 24 meses para evaluar los resultados antes de aplicar el modelo a gran escala.
El presidente de Delta, Glen Hauenstein, explicó que la idea es usar la inteligencia artificial para “entender la mente del cliente” y presentarle una tarifa que resulte atractiva en el momento justo. Si el sistema funciona como esperan, se convertiría en el nuevo estándar de fijación de precios en todos sus vuelos.
¿Cómo funcionará este nuevo sistema de precios?
La IA que impulsa este cambio fue desarrollada por la startup israelí Fetcherr. Se trata de un algoritmo avanzado capaz de analizar enormes cantidades de datos: desde los hábitos de compra del usuario hasta el comportamiento del mercado, pasando por el clima, eventos locales, demanda proyectada y características del pasajero. Con todo eso, la IA puede predecir cuánto está dispuesto a pagar alguien por un vuelo y ajustar el precio en tiempo real.
En pruebas preliminares, este modelo ha generado resultados interesantes. Delta ha visto incrementos en ingresos de hasta el 9 % en ciertos vuelos cuando se aplican precios personalizados, sobre todo en servicios complementarios como la selección de asientos o el equipaje adicional. Desde la aerolínea aseguran que la IA les permite aplicar una verdadera “reeingeniería” de precios, abandonando las estructuras estáticas tradicionales por un enfoque mucho más dinámico.
Lo que más llama la atención es que ya no será el destino o la clase del asiento lo que defina el precio, sino quién eres, cómo navegas y cuándo decides comprar tu boleto.
¿Qué implicaciones tiene este cambio para los pasajeros?
Este nuevo sistema de precios plantea preguntas importantes sobre el futuro de la experiencia del viajero. Para muchos, la posibilidad de pagar más o menos por el mismo asiento según su perfil personal genera inquietud. ¿Estamos entrando en una era donde el valor de un boleto depende más del algoritmo que del trayecto?
Por un lado, este enfoque podría permitir que ciertos perfiles —como los viajeros con fechas flexibles o aquellos que compran con poca anticipación— accedan a precios más bajos si la IA detecta baja demanda. Por otro lado, también existe la posibilidad de que el sistema identifique a quienes tienen urgencia por viajar o un historial de compras frecuentes, y les muestre tarifas más altas.
La falta de transparencia es otro punto crítico. Al ser un sistema automatizado que analiza datos personales y comportamientos online, los usuarios no siempre entenderán por qué se les ofrece un precio determinado. Esto podría generar desconfianza si se percibe que el proceso es injusto o manipulado para exprimir al cliente.
También hay cuestionamientos éticos: ¿hasta qué punto una empresa debería tener acceso y control sobre los datos de sus pasajeros para determinar lo que están dispuestos a pagar? Aunque Delta asegura que busca mejorar la eficiencia y adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado, el uso de inteligencia artificial para este propósito pone sobre la mesa un debate sobre los límites de la personalización en la economía digital.
Mientras algunas personas verán este sistema como una herramienta innovadora que ajusta precios a la realidad del mercado en tiempo real, otras podrían considerarlo una forma de discriminación algorítmica. En ambos casos, está claro que esta iniciativa de Delta marcará un precedente, y muchas otras aerolíneas estarán observando con atención sus resultados.
Por ahora, el precio de tu próximo boleto podría no depender solo de a dónde vas, sino de quién eres y cómo te comportas online. Y eso, sin duda, representa un cambio radical en la forma de volar.
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