Por qué colonizar Venus es imposible: 3 motivos terribles, según la ciencia
Venus tiene condiciones tan extremas que harían inviable cualquier intento humano por habitarlo, desde su temperatura hasta su rotación inversa

Mientras la mayoría de los planetas del Sistema Solar rotan de oeste a este, Venus lo hace de este a oeste. Crédito: Outer Space | Shutterstock
La exploración del espacio ha llevado a muchos a preguntarse si algún día podríamos vivir en otros planetas. Marte suele estar entre los favoritos, por la cercanía, pero Venus (aunque más próximo a la Tierra) es descartado casi de inmediato por la comunidad científica. ¿Por qué?
La respuesta está en tres características fundamentales que convierten al segundo planeta del Sistema Solar en uno de los lugares menos aptos para la vida humana.
3 motivos extremos que hacen de Venus un planeta inhabitable
Su rotación retrógrada
Venus gira al revés. Literalmente. Mientras la mayoría de los planetas del Sistema Solar rotan de oeste a este, Venus lo hace de este a oeste. Este fenómeno se llama rotación retrógrada, y además de ser contraria, es increíblemente lenta: un día completo en Venus (una vuelta sobre su eje) dura aproximadamente 243 días terrestres.
Esta extraña dinámica no es solo una curiosidad astronómica. Afecta gravemente el clima, los patrones de viento y cualquier posible planeación de ciclos de luz y oscuridad. Es tan extremo que un día venusiano dura más que un año en ese planeta, lo cual hace casi imposible establecer ritmos biológicos o ciclos de trabajo para seres humanos.
La temperatura más alta del Sistema Solar, después del Sol
La temperatura promedio en la superficie de Venus ronda los 464 °C. Es decir, lo suficientemente caliente como para derretir plomo.
A pesar de que Mercurio está más cerca del Sol, es Venus quien ostenta el título del planeta más caliente. ¿La razón? Su atmósfera extremadamente densa atrapa el calor de manera brutal.
Este efecto invernadero extremo convierte a Venus en una verdadera olla a presión. Ninguna nave enviada hasta ahora ha resistido más de unas pocas horas en su superficie. Las temperaturas harían que cualquier material terrestre se degrade en cuestión de minutos, y no hay tecnología actual capaz de proteger a un ser humano de semejante calor, menos hasta ahora.

Presión atmosférica aplastante
La presión en Venus es aproximadamente 90 veces mayor que la de la Tierra al nivel del mar. Para tener una idea: es similar a la presión que sentirías a un kilómetro de profundidad bajo el océano. Y eso está combinado con una atmósfera densa, compuesta casi totalmente por dióxido de carbono, con nubes de ácido sulfúrico.
Cualquier intento de llevar estructuras humanas, hábitats presurizados o tecnología avanzada terminaría aplastado antes de activarse. Incluso si lográramos soportar el calor, la presión sería suficiente para destruir cualquier intento de colonización.
Venus no solo desafía las leyes comunes de los planetas, también representa un límite para nuestra tecnología y para las ambiciones humanas. Según el astrofísico Stephen R. Kane, de la Universidad de California, Riverside, la atmósfera del planeta no solo genera temperaturas y presiones extremas, sino que es la responsable de su rotación única y de los numerosos misterios que aún rodean al planeta.
Por ahora, pensar en colonizar Venus no solo es una fantasía: es un reto científico que aún no podemos enfrentar.
