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Cambios en regulaciones laborales exponen a trabajadores a mayores riesgos en EE.UU.

Nuevas propuestas del Departamento de Trabajo en EE.UU. reducirían protecciones laborales y aumentarían los riesgos para millones de trabajadores

Riesgos laborales por cambios del Departamento del Trabajo

Los cambios del DOL podrían afectar a millones de trabajadores latinos, especialmente en los sectores de la construcción, minería, entre otros. Crédito: Shutterstock

Millones de trabajadores en Estados Unidos podrían enfrentarse a condiciones laborales más peligrosas si se aprueban los recientes cambios propuestos por el Departamento de Trabajo (DOL). Estas modificaciones buscan revertir más de 60 regulaciones consideradas “obsoletas” por la actual administración. Sin embargo, expertos y organizaciones laborales advierten que esta desregulación podría aumentar significativamente los riesgos de accidentes, enfermedades ocupacionales e incluso muertes en el trabajo.

Las medidas del Departamento del Trabajo abarcan sectores clave como la salud domiciliaria, la agricultura, la construcción, el entretenimiento y la minería. Bajo el argumento de eliminar cargas regulatorias innecesarias, las autoridades han planteado revertir protecciones implementadas en administraciones anteriores, con el objetivo de fomentar la prosperidad económica a través de la desregulación.

“El Departamento de Trabajo se enorgullece de liderar el camino eliminando regulaciones innecesarias que sofocan el crecimiento y limitan las oportunidades“, declaró la secretaria de Trabajo, Lori Chavez-DeRemer.

Uno de los cambios más polémicos afectaría directamente a los trabajadores de cuidado en el hogar. Esta fuerza laboral, compuesta por cerca de 3.7 millones de personas, podría quedar excluida del salario mínimo federal y del pago de horas extra. Esto significaría un retroceso hacia un marco normativo de 1975, dejando sin protección a quienes cuidan de personas mayores o con enfermedades crónicas.

“Antes de las regulaciones de 2013, era muy común que trabajaran 50, 60 o más horas sin recibir pago extra”, señaló Judy Conti, del National Employment Law Project, a CBS MoneyWatch.

Otro grupo especialmente vulnerable son los trabajadores agrícolas migrantes con visas H-2A. Bajo las propuestas del Departamento de Trabajo, ya no sería obligatorio que los vehículos que los transportan cuenten con cinturones de seguridad. Además, se eliminarían protecciones clave contra represalias por denunciar abusos o participar en investigaciones.

Hay una larga historia de represalias contra quienes alzan la voz“, comentó Lori Johnson, abogada de Farmworker Justice, para el mismo medio informativo. “Con el programa H-2A, eso se agrava porque el empleador puede simplemente no renovar tu visa”.

En el sector de la construcción, se propone eliminar el requisito de proveer iluminación adecuada en obras, argumentando que no reduce riesgos significativos. No obstante, expertos en seguridad laboral discrepan. Rebecca Reindel, de AFL-CIO, subraya que la iluminación deficiente ha sido causa de múltiples fatalidades.

“Es algo muy evidente que los empleadores deben atender, pero que a menudo se ignora si no está estandarizado”, aclaró.

Las minas también se verán impactadas. Las propuestas pretenden limitar la autoridad de los administradores de distrito para exigir mejoras en los planes de ventilación o prevención de derrumbes. También se busca eliminar su capacidad para ajustar los programas de formación en seguridad, reduciendo así la supervisión directa sobre uno de los entornos laborales más peligrosos del país.

Por otro lado, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) propone restringir su propia autoridad para sancionar a empleadores en industrias como el deporte o el entretenimiento. Esto impediría aplicar sanciones en casos donde se considere que el riesgo es “inherente” a la profesión. Esta propuesta afectaría a actores, deportistas, músicos y periodistas.

“Una vez que se elimina esa amenaza, podríamos volver a una situación donde se descuida la seguridad por presión de producción”, cuestionó Debbie Berkowitz, la ex jefa de personal de OSHA.

Los defensores de estas reformas, como el Independent Women’s Forum o el Consejo Nacional de Empleadores Agrícolas, sostienen que reducir regulaciones permitirá mayor flexibilidad y crecimiento. Sin embargo, voces críticas insisten en que los costos recaerán principalmente sobre mujeres, minorías y trabajadores inmigrantes, quienes ya enfrentan condiciones precarias y menor acceso a recursos legales.

Estas propuestas aún deben pasar por periodos de consulta pública antes de entrar en vigor. No obstante, el solo planteamiento de revertir protecciones básicas genera preocupación entre defensores de los derechos laborales. En un entorno laboral donde muchos ya enfrentan riesgos elevados, reducir estándares podría significar un retroceso con consecuencias humanas y sociales muy graves.

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