Estados Unidos prueba con éxito el sistema de misiles Typhon en el Pacífico: así funciona
El nuevo sistema de misiles desarrollado por Estados Unidos es capaz de disparar diversos tipos de misiles desde la misma lanzadera

El nuevo sistema de misiles es capaz de operar con diferentes tipos de misiles lo que lo hace sumamente práctico para diversos tipos de escenarios Crédito: Sean Murphy | AP
Estados Unidos acaba de dar un paso grande en su estrategia militar al probar con éxito su sistema de misiles Typhon (MRC) en el Pacífico occidental. Por primera vez el sistema fue utilizado en una situación de fuego real durante el ejercicio Talisman Sabre 2025, en el norte de Australia, donde logró hundir un objetivo marítimo. El lanzamiento involucró un misil SM‑6 disparado desde una plataforma terrestre, lo que representa una demostración clara del potencial del Typhon para disparar objetivos en el mar desde tierra firme.
La instalación no solo fue capaz de lanzar el SM‑6, también puede disparar misiles Tomahawk de largo alcance, lo que convierte al sistema en una herramienta versátil de ataque sobre tierra y mar. Según declaraciones oficiales, esta prueba confirma que el sistema puede operar más allá de la línea internacional de fecha, lo cual es crítico para su despliegue en escenarios regionales del Indo‑Pacífico.
Capacidades operativas del sistema Typhon
El Typhon ha sido diseñado para cerrar una brecha crítica en capacidades entre sistemas existentes. Está desarrollado dentro del programa Long Range Precision Fires del Ejército de EE. UU. y puede lanzar tanto misiles SM‑6 como Tomahawk desde plataformas móviles basadas en vehículos tipo contenedor. Cada batería incluye cuatro celdas de lanzamiento Mark 41, un centro móvil de comando, y vehículos de apoyo.
Este sistema permite atacar objetivos enemigos a una distancia de hasta aproximadamente mil millas desde el punto de despliegue. En el ejercicio australiano, el SM‑6 alcanzó un blanco situado a unos 166 kilómetros de distancia, en un entorno operacional de terreno amplio y remoto, lo que demuestra su potencia y alcance.
Otra fortaleza importante es que el Typhon puede ser transportado en un avión C‑17 Globemaster, facilitando su despliegue rápido en zonas alejadas o austeras si surge una crisis. Esto significa que el sistema puede llegar a islas, penínsulas o bases avanzadas con relativa rapidez, algo vital en la estrategia del Pacífico.
El SM‑6, aunque originalmente concebido como arma antiaérea, está adaptado en esta configuración para funcionar como un misil de superficie a superficie con capacidades anti‑buque y contra objetivos terrestres de alto valor. El Tomahawk complementa este enfoque con su capacidad de ataque terrestre a largo alcance. Juntos, ofrecen una flexibilidad táctica que antes el Ejército no tenía desde tierra firme.
También se han realizado ajustes en campo a partir del feedback de los usuarios, y se están implementando cambios en el diseño para optimizar el sistema durante pruebas reales. Estas mejoras continuas sugieren que el sistema sigue evolucionando para alcanzar su forma más efectiva.
Impacto estratégico y reacción internacional
Este test de fuego real con el Typhon no solo es una victoria tecnológica, sino un mensaje político claro: Estados Unidos está aumentando su presencia con sistemas de ataque terrestre capaces en el Indo‑Pacífico, y lo hace de forma móvil y flexible. Col. Wade Germann, del 3rd Multi‑Domain Task Force (3MDTF), enfatizó que esta prueba valida la capacidad del ejército para coordinar ataques avanzados desde tierra y en conjunto con aliados locales.
China reaccionó con críticas e inquietudes, argumentando que este despliegue puede agravar la tensión regional e incluso incentivar una carrera armamentista. Ya habían expresado su oposición al despliegue anterior de Typhon en Filipinas. Desde Washington y Canberra, sin embargo, aseguran que el sistema es un elemento disuasivo crucial para proteger aliados y rutas estratégicas frente a una China militarmente cada vez más activa.
Además, se está evaluando la posibilidad de posicionar baterías del sistema en Europa, incluso Alemania ha enviado solicitudes de compra. En combinación con otras armas como el misil hipersónico Dark Eagle (LRHW), el Typhon se perfila como un componente clave del arsenal convencional de largo alcance del ejército estadounidense.
Por otro lado, el despliegue a Filipinas en abril de 2024 sirvió como primer paso operativo, aunque sin disparos reales, para probar su capacidad de instalación y operación en una base avanzada. En cambio, la prueba en Australia representa un salto en la fase operativa real del sistema, marcando el inicio de su rol táctico activo.
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