Residente filipino es liberado tras dos meses de detención: “Me sentí como en la cárcel”
Maximo Londonio fue apartado de su familia en el aeropuerto de Seattle tras volver de un viaje de Filipinas

Se desconoce hasta el momento como avanza el caso de Juan Barranco. Crédito: Gregory Bull | AP
Maximo “Kuya Max” Londonio, residente permanente en Estados Unidos desde hace más de tres décadas, fue liberado el 11 de julio de 2025 luego de pasar casi dos meses detenido por autoridades migratorias. Su arresto, ocurrido tras un viaje familiar a Filipinas, ha encendido el debate sobre los abusos dentro del sistema de detención de inmigración, especialmente hacia personas con residencia legal.
Durante su reclusión en el Centro de Detención del Noroeste, en Tacoma, Washington, Londonio fue mantenido en aislamiento durante semanas, lo que deterioró su salud física y emocional. “Me sentí como si estuviera en la cárcel.
Sin saber qué ocurría, sin acceso a mis papeles, sin explicación alguna”, relató Londonio tras su liberación, en declaraciones difundidas por Tanggol Migrante Network y retomadas por medios como The Spokesman.
Una detención que movilizó a la comunidad
Londonio fue interceptado por agentes de CBP en el aeropuerto de Seattle-Tacoma a principios de mayo, cuando volvía de unas vacaciones con su esposa. A pesar de su estatus legal como titular de Green Card, fue puesto en detención. De acuerdo con The Spokesman, la supuesta razón de la detención de Londonio habría sido por un un cargo de robo en 2002, por el cual cumplió una sentencia de 7 meses en prisión.
En entrevistas posteriores, explicó que no recibió acceso inmediato a asesoría legal, y que estuvo recluido en una celda sin ventanas durante varias semanas. “No había reloj, no sabía si era de día o de noche. Me sentía confundido, perdido, solo”, relató.
El caso provocó indignación entre organizaciones comunitarias, sindicatos y defensores de derechos migratorios. Tanggol Migrante organizó vigilias, conferencias y campañas de presión pública que lograron visibilizar su situación.

Al ser liberado tras una audiencia judicial, Londonio fue recibido con abrazos y gritos de apoyo por parte de decenas de personas a las afueras del centro de detención. “No puedo expresar con palabras lo que sentí al ver a mi gente ahí esperándome. Fue como volver a la vida”, dijo emocionado.
Estado actual del caso y lo que podría seguir
Aunque ha recuperado su libertad, la situación migratoria de Londonio aún no está completamente resuelta. Su equipo legal continúa trabajando para asegurar la permanencia de su estatus como residente permanente, alegando que no existen antecedentes penales ni fundamentos legales que justifiquen su detención. “Él ha construido su vida aquí. Es un miembro respetado de la comunidad y su caso representa una falla institucional grave”, declaró su abogada, según The Seattle Times.
Defensores de derechos humanos consideran que su experiencia evidencia un patrón preocupante en la aplicación de políticas migratorias más restrictivas, incluso contra personas legalmente establecidas en el país. “Lo que le pasó a Max no es un error aislado, es parte de una estructura que permite este tipo de abusos”, afirmó un vocero de Tanggol Migrante.
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