ONU alerta que trata de personas es una amenaza global impulsada por el crimen organizado
Se estima que entre 2020 y 2023, más de 200,000 personas fueron víctimas de trata de personas, en muchos de los casos, se trató de inmigrantes
Las redes delictivas organizadas impulsan esta victimización y explotación, utilizando los flujos migratorios. Crédito: Nicola Vigilanti | AP
Para la Oficina contra la Droga y el Delito (UNODC) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), urge una acción inmediata y coordinada que también aborde la criminalidad a la que se obliga a muchas víctimas, un tercio de las cuales es menor de edad, a someterse al uso de la fuerza, fraude o coerción a cambio de trabajo, servicios o un acto sexual comercial.
Según datos de las agencias de la ONU, entre 2020 y 2023, más de 200,000 personas sufrieron ese abuso, aunque se estima que el número de casos no denunciados es significativamente mayor que la cifra documentada.
Además, señalan que las víctimas de trata aumentan cada año, y cada año también recorren mayores distancias, afrontan más violencia durante periodos más largos y producen mayores ganancias para los traficantes, que las explotan y las obligan a participar en actividades delictivas como estafas en línea, fraudes o narcotráfico.
Durante la conmemoración en el Día Mundial contra la Trata, conmemorado cada 30 de julio, recordaron que la trata de personas es una amenaza global impulsada por el crimen organizado y llamaron a ponerle fin y a proteger a las víctimas.
Flujo migratorio y la trata
Según la ONU, las redes delictivas organizadas impulsan esta victimización y explotación, utilizando los flujos migratorios, las cadenas de suministro globales, las lagunas legales y económicas y las plataformas digitales para facilitar la trata transfronteriza a gran escala.
La UNODC señaló que los traficantes se benefician del trabajo forzoso, la explotación sexual y la coerción para que sus víctimas participen en actividades delictivas, como estafas en línea y tráfico de drogas.
Las investigaciones sobre trata indican que una de cada tres víctimas es menor de edad, y que un 78% de ellas es reclutada para trabajo forzoso o explotación sexual
En este sentido, la OIM añadió que los grupos criminales organizados obligan a las personas en situación de vulnerabilidad como migrantes, menores y jóvenes, a cometer delitos por medio de manipulación, amenazas y violencia. “No hay una intención deliberada por detrás de estos hechos delictivos, sino que son producto del engaño y la explotación”, afirmó.
A menudo, las víctimas son reclutadas por medio de falsas promesas de empleo y obligadas a cometer delitos en condiciones similares a la esclavitud moderna, abundó.
Crisis de derechos humanos
“La trata de personas es una crisis de derechos humanos. Pero es mucho más que eso: es un negocio mundial masivo que fomenta la corrupción, provoca temor y afecta a los más vulnerables”, dijo la directora general de la OIM, Amy Pope.
La crisis se agrava con rapidez, sobre todo en regiones como el sureste asiático, donde se estima que cientos de miles de personas son retenidas en complejos tras haber sido engañadas. Esas personas sufren aislamiento, abuso y privación de su voluntad.
Aún tras escapar o haber sido rescatadas, muchas de ellas siguen enfrentando registros delictivos, estigma social y sistemas que los tratan más como delincuentes que como sobrevivientes. El trauma dura mucho tiempo después que la explotación ha llegado a su fin, subrayó la OIM, y precisó que esa forma de trata genera a los traficantes unos 40.000 millones de dólares al año.
“Los tratantes obtienen utilidades no solamente por los delitos cometidos bajo coerción sino también por los sistemas de justicia que criminalizan a las víctimas permitiendo de tal modo la impunidad. Cuando los sobrevivientes son procesados se les niega apoyo esencial, en tanto que los autores siguen estando bajo protección por las fallas sistémicas y la inacción”, denunció la agencia.