Luto en el acordeón: músicos y fans despiden al gran Flaco Jiménez
Jiménez ganó seis premios Grammy a lo largo de su carrera, incluyendo el de interpretación instrumental country y el de música tejan

Según su hijo, las últimas palabras del Flaco Jiménez fueron: "Estoy cansado". Crédito: Jose Luis Magana | AP
El mundo de la música se vistió de luto con la noticia del fallecimiento de Flaco Jiménez, el gran maestro del acordeón y pionero incuestionable de la música tejana, a los 86 años. Su familia confirmó la noticia con un emotivo mensaje en redes sociales que dejó claro el impacto que tuvo en millas de personas:
“Estuvo rodeado de sus seres queridos y lo extrañaremos muchísimo. Gracias a todos sus fans y amigos, quienes atesoraron su música. Y muchísimas gracias por todos los recuerdos. Su legado perdurará a través de su música y de todos sus fans”.
Aunque la causa de su muerte no ha sido revelada, su familia ya había advertido en enero que enfrentaba “un obstáculo médico”. Su hijo, Arturo, compartió que sus últimas palabras fueron tan sencillas como conmovedoras: “Ya estoy cansado” .
Pero si algo queda claro, es que Flaco no se fue en silencio. En cada esquina de Texas, y más allá, su legado resonó como los sonidos vivos de su acordeón: alegres, vibrantes y profundamente arraigados en el alma cultural del suroeste estadounidense .
El homenaje más sentido vino de César Rosas, guitarrista de Los Lobos y colaborador cercano de Flaco en el clásico ‘Don’t Worry Baby’
La frase fue replicada por muchos músicos, fans y periodistas que encontraron en Flaco una figura más grande que la música: una leyenda, un símbolo de identidad, un tejano universal. Como escribió Piper LeMoine de The Guardian: “La banda sonora del suroeste estadounidense estaría incompleta sin la música tejana y el conjunto”.
Y es que Flaco Jiménez no solo interpretó ese sonido: lo moldeó, lo internacionalizó y lo hizo gritar de alegría . Él mismo lo explicaba así: “Me gusta hacer que mi acordeón grite y chille, y que sea alegre”.
Un orgullo para San Antonio
Su talento lo llevó de los bares de San Antonio a los escenarios más grandes del mundo. Tocó con Bob Dylan, Carlos Santana, Willie Nelson y los Rolling Stones, sin perder nunca sus raíces. Publicó más de 25 discos y ganó seis premios Grammy, incluido uno a la trayectoria en 2015, que él mismo demostró el más valioso: “Este, el de la trayectoria, es el mejor. No hay nada mejor que ese”.
De acuerdo a NPR, otra persona que se despidió de Jiménez fue Héctor Saldaña, curador de música texana de las Colecciones Wittliff de la Universidad Estatal de Texas, quien mencionó: “En San Antonio, es muy querido y fue el mayor embajador de la música de conjunto a nivel mundial”.
El congresista Julio Castro, nativo de San Antonio, también compartió un sentido mensaje en su cuenta de Facebook:
“Me entristece el fallecimiento de la leyenda musical de San Antonio, Leonardo ‘Flaco’ Jiménez”, expresó.
“Fue un pionero de la música de conjunto, recibiendo un Grammy a la Trayectoria, la Medalla Nacional de las Artes y un lugar en el Registro Nacional de Grabaciones por su obra. Texas se enorgullece de su legado. Que descanse en paz”, siguió.
Hoy, las redes se llenan de videos, anécdotas y mensajes en su honor. Desde los fanáticos que aprendieron a tocar acordeón por él, hasta los músicos que encontraron en Flaco una brújula creativa. La comunidad musical lo despide como lo que fue: un ícono que puso a sonar el alma de un pueblo en cada tecla, en cada nota, en cada canción.
Aunque el acordeón haya guardado silencio por un instante, Flaco sigue tocando en cada rincón donde la música tejana se celebra. Porque su nombre —y su arte— ya son eternos.
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