Alerta sobre esfuerzos de Trump de socavar las próximas elecciones, reporta el Brennan Center
Bajo una orden ejecutiva, un proyecto de ley federal republicano y esfuerzos estatales, el presidente Trump y sus aliados buscan tener mayor control electoral

Las elecciones en EE.UU. podrían enfrentar nuevas dificultades. Crédito: AP
El gobierno del presidente Donald Trump lidera un esfuerzo para socavar las elecciones, a través de un plan que comenzó con el perdón de más de 1,500 acusados por el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021 y ha continuado con acciones para afectar instituciones y la protección del voto.
“[Las acciones] incluyen ataques afirmativos contra instituciones democráticas, la revocación y eliminación de protecciones para el electorado y movidas simbólicas o demostrativas”, indica un reporte del Brennan Center for Justice adelantado a este diario. “Se observa un patrón evidente que sugiere un esfuerzo cada vez mayor. A medida que se acercan las elecciones de medio término de 2026, ese esfuerzo probablemente gane impulso”.
El reporte escrito por Jasleen Singh, abogada asesora sénior y líder del Programa sobre Democracia del Brennan Center for Justice destaca cuatro aspectos clave y preocupantes: 1) el plan de modificar reglas electorales “para dificultar la votación y usurpar el control de los sistemas electorales”; 2) los ataques o amenazas contra autoridades y funcionarios electorales, así como otro persona que labora sobre procesos electorales libres y justos; 3) “el apoyo a personas que perjudican la administración electoral”, 4) el abandono del rol del Gobierno federal, a través del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), para proteger a los votantes y los procesos electorales.
“¿Por qué llegamos a la conclusión de que esto refleja una estrategia concertada? Entre otras cosas, porque el presidente Trump ya lo intentó antes. Fue el primer presidente en tratar de anular los resultados de una elección presidencial y utilizó el poder federal para hacerlo”, advierte el análisis. “Varias instituciones y funcionarios clave se lo impidieron, pero estos controles internos ya no están en pie”.
La Administración Trump ha impulsado acciones que incluso socavan el poder del Congreso para emitir reglas electorales, pero también afectan la capacidad del Departamento de Justicia (DOJ) para aplicar las leyes durante las elecciones.
“Es cierto que otras elecciones ya fueron entorpecidas por reglas y prácticas que obstaculizaron la plena participación de la ciudadanía. Las leyes electorales restrictivas (algunas de las cuales ya habían sido declaradas inconstitucionales), la manipulación de mapas electorales y las amenazas de bomba en sitios de votación impidieron la libertad de votar”, recuerda la autora. “Los funcionarios federales desempeñaron un papel fundamental a la hora de contrarrestar la desinformación y combatir la discriminación racial. Es posible que esta protección federal para garantizar unas elecciones justas ya no exista”.
Una orden con amplios alcances
El ejemplo más concreto ocurrió en marzo de 2025, cuando el presidente Trump emitió la orden ejecutiva “Preservando y protegiendo la integridad de las elecciones estadounidenses” –que enfrenta desafíos en tribunales— con la cual busca que su grupo político pueda controlar aspectos básicos de los sistemas electorales.
“La orden le indica a la Comisión de Asistencia Electoral (EAC, por sus siglas en inglés) […] que exija a todas las personas votantes mostrar un pasaporte u otro documento similar para demostrar su ciudadanía cuando se registran para votar con el formulario federal de registro de votantes”, se advierte.
También se intenta obligar a la EAC, que es un organismo independiente y bipartidista, a modificar sus directrices “para invalidar todas las certificaciones anteriores de los equipos de votación”, se especifica. Eso significará que los nuevos equipos serán certificados con reglas modificadas.
“Once estados y Washington, D.C., requieren que sus sistemas tengan la certificación federal”, recuerda Singh. “Incluso los estados que no exigen la certificación federal suelen incorporar directrices y pruebas federales y utilizan sistemas de votación que han sido certificados a nivel federal”.
Con las nuevas reglas, el plan de reemplazar las máquinas de votación podría costar a los estados miles de millones de dólares y no queda claro si se podría actualizar el sistema a tiempo para elecciones.
La autora del análisis recuerda que durante su primer mandato presidencial, Trump intentó
obligar al fiscal general, William Barr; al Departamento de Defensa y al DHS de confiscar máquinas de votación.
“No tuvo éxito. Pero ahora, hay indicios que sugieren que es posible que el gobierno federal ya esté intentando interferir con los sistemas de votación, más allá de lo expresado en la orden ejecutiva”, se advierte. “Un funcionario del DHS y una persona que dijo trabajar para la administración han solicitado a funcionarios electorales de Colorado acceso a sus equipos de votación”.
También hay alerta sobre la petición del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) al DHS para obtener los archivos estatales de votantes, así como los registros de mantenimiento de las listas de votantes.
“El DOJ ya ha solicitado las listas de votantes de al menos nueve estados, y al menos dos se las dieron”, se alerta.
Otro plan del presidente Trump y sus aliados en el Congreso es a través de una acción conocida como “mostrar los papeles”, alineada a la Ley SAVE (SAVE Act) y, que según otros análisis del Brennan Center, podría afectar a más de 21 millones de ciudadanos que no tienen su certificado de nacimiento, un pasaporte ni papeles de naturalización fácilmente a mano.
El caso de Texas
El reporte no lo menciona, pero el presidente Trump busca mantener el control del Congreso modificando los distritos electorales, como pidió en Texas.
En respuesta, los congresistas republicanos de Texas presentaron un proyecto de redistribución distrital que podrían aprobar en sus legislaturas, debido a su control de mayoría, y tener el apoyo incondicional del gobernador republicano Greg Abbott.
Ese plan pretende asignar cinco distritos a los republicanos, bajo un proceso conocido como ‘Gerrymandering’ o manipulación distrital.