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Familia hondureña decidió autodeportarse por temor a ICE: llevaban solo 9 meses en EE.UU.

Su hijo con hidrocefalia debe alimentarse a través de un tubo, por el cual también le suministran las vitaminas que necesita

Agentes del ICE

Desde ahora, ya no existe nada que le impida al ICE arrestar a quienes pretendan poner en riesgo la integridad de sus agentes. Crédito: Charles Reed | AP

Una familia de nacionalidad hondureña decidió mudarse a Estados Unidos para proporcionarle a su hijo menor un tratamiento médico que necesitaba. Sin embargo, la situación se tornó complicada y ahora están evaluando devolverse a su país natal.

Los hondureños enfrentaron diferentes dificultades económicas y de trámites. En este momento tomaron la decisión de autodeportarse, ates de ser detenidos por funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

El grupo familiar conformado por José Rigoberto y Nelsy García, junto a sus dos hijos, Abraham y Ángel, de 11 y 9 años, respectivamente, llegó a Estados Unidos en febrero de 2024 y se residenciaron Charlotte, Carolina del Norte, en pro de un futuro mejor para sus hijos.

Los padres tenían pensado reunir el dinero para construir una casa propia y contar con atención médica más especializada para el más pequeño, que nació con hidrocefalia, pero ahora se enfrentan a nuevos desafíos.

Ingresaron a través de CBP One el 30 de octubre del año pasado, pero no encontraron trabajo para generar un ingreso estable, mientras que se dieron cuenta que los cuidados médicos de su hijo menor requieren una gran suma de dinero.

Sus planes de construir una vivienda se fueron abajo y por el contrario, los 4 viven en una habitación con una sola cámara, donde también tienen el equipamiento que requiere el hijo menor para sus cuidados.

Durante su estadía en territorio norteamericano no pudieron reunir los $12.000 dólares que requerían para construir una vivienda en su ciudad natal y no tienen fondos suficientes para abarcar el tratamiento hospitalario.

 “Tengo miedo por mi situación migratoria, de que me agarren a mí y queden ellos acá varados”, expresó José el padre de la familia, con relación a las detenciones de funcionarios de ICE en redadas que se han llevado a cabo en todo el país, en declaraciones a La Nación.

“Cuando nació, solo daban a Ángel dos días y ya tiene nueve años. Vinimos porque creíamos que se le podía poner una válvula, pero lo que dicen es que ya está muy grande y, como en Honduras no había apoyo, no lo podíamos hacer allá”, agregó.

La familia está a la espera de recibir la confirmación de su vuelo de regreso a Honduras, como consecuencia de la situación migratoria y económica por la que atraviesan. Además de la condición de su hijo, al que deben alimentar a través de un tubo, por el que también le proporcionan vitaminas cada hora.

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