CAPTCHAs falsos: el nuevo caballo de Troya que usan los hackers para infectar tu computadora
Expertos en ciberseguridad apuntan que el número de CAPTCHAs falsos ha ido en aumento en los últimos meses
El uso de CAPTCHAs falsos por los hackers ha sido denominado por expertos como ClickFix Crédito: Shutterstock
¿Quién iba a pensar que una simple casilla de “No soy un robot” podía ser tan peligrosa? Los ciberdelincuentes han encontrado en los captchas falsos una vía efectiva para distribuir malware, engañando incluso a usuarios con experiencia digital. Un análisis reciente de la firma de ciberseguridad ESET revela cómo estos mecanismos de verificación falsos están en auge y se han convertido en herramientas de infección masiva.
El engaño detrás de los captchas falsos: así es como operan
La técnica, bautizada como ClickFix, se basa en la manipulación del comportamiento humano. Aparece una página con un CAPTCHA convincente y, al hacer clic en la supuesta verificación, se activa una función del navegador que copia automáticamente código malicioso al portapapeles del usuario.
Acto seguido, el sitio muestra un mensaje que parece una instrucción técnica legítima: pide al usuario abrir el comando “Ejecutar” (Windows + R), pegar el contenido del portapapeles (Ctrl + V) y presionar Enter. Lo que parece un paso inofensivo en realidad desencadena la ejecución de un script malicioso, iniciando la descarga de malware sin intervención adicional.
Lo más inquietante es que este método no requiere vulnerabilidades en el sistema ni software obsoleto: todo ocurre por iniciativa del usuario, manipulado con una falsa sensación de legitimidad.
¿Qué tipos de malware están propagando con este método?
ESET advierte que los captchas falsos no están ligados a un único tipo de amenaza. Los atacantes los utilizan como puerta de entrada para una variedad de familias de malware, incluyendo:
- Ladrones de información (infostealers) que buscan contraseñas, cookies, historiales de navegación o datos almacenados en el navegador.
- Troyanos de acceso remoto (RATs) que permiten a los atacantes controlar el equipo de la víctima en tiempo real.
- Ransomware, que cifra los archivos del dispositivo para luego exigir un rescate.
- Minadores de criptomonedas, que abusan de los recursos del sistema para generar criptodivisas sin que el usuario lo note.
- Malware con posibles vínculos con actores estatales, lo que eleva el nivel de preocupación por sus fines potencialmente geopolíticos.
El nivel de sofisticación de estas campañas es notable. Los portales maliciosos a menudo imitan páginas confiables, utilizan certificados HTTPS válidos y presentan interfaces pulidas para aumentar su credibilidad. En muchos casos, los atacantes se apoyan en técnicas de SEO envenenado, campañas de publicidad maliciosa e incluso plataformas de intercambio de archivos para redirigir a las víctimas a las páginas trampa.
Cómo evitar caer en estas trampas disfrazadas de seguridad
ESET recomienda prestar atención a ciertos patrones y comportamientos que pueden alertar sobre un posible engaño:
- Nunca ejecutes instrucciones que involucren abrir el cuadro de “Ejecutar” y pegar comandos que no entiendes. Esto es una señal clara de actividad sospechosa.
- Desconfía de los captchas que aparecen fuera de contexto. Si estás descargando algo, viendo un video o navegando en sitios de dudosa reputación, un CAPTCHA puede ser una excusa para llevarte al engaño.
- No sigas instrucciones técnicas que provengan directamente desde sitios desconocidos, sobre todo si te piden realizar pasos fuera del navegador.
- Verifica la URL antes de confiar en el contenido. A menudo, los dominios utilizados en estas campañas son nuevos, extraños o contienen errores tipográficos.
- Mantené actualizado tu sistema operativo y tu software de seguridad, ya que muchas soluciones actuales ya detectan y bloquean sitios que implementan este tipo de ataques.
Además, se recomienda configurar navegadores y sistemas para evitar el acceso al portapapeles sin permiso explícito. La mayoría de los navegadores modernos ya incluyen medidas para mitigar este tipo de abuso, pero la intervención humana sigue siendo el punto débil.
Lo que antes era solo un mecanismo para evitar bots, hoy se ha transformado en una vía directa para propagar amenazas sofisticadas. Los captchas falsos están ganando terreno gracias a su efectividad, y la única defensa real sigue siendo la conciencia del usuario. Si un sitio te pide ejecutar comandos, incluso con apariencia profesional, desconfiá por defecto. En seguridad digital, lo familiar no siempre es lo seguro.
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