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Estos hábitos nutricionales te ayudarán a evitar enfermedades crónicas

Una alimentación saludable debe complementarse con ejercicio regular y sueño adecuado para mantener un peso saludable

Estos hábitos nutricionales te ayudarán a evitar enfermedades crónicas

Comer al menos cinco porciones diarias de frutas y verduras para aportar vitaminas, minerales y fibra dietética. Crédito: Shutterstock

Una dieta balanceada y hábitos alimenticios saludables son clave para prevenir enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer. Para evitar enfermedades crónicas es fundamental adoptar hábitos nutricionales basados en una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales.

Se recomienda consumir abundantemente frutas, verduras, legumbres, granos enteros y proteínas magras, así como limitar el consumo de alimentos procesados, azúcares añadidos, grasas saturadas y trans, y sal.

Esto es básico, sobre todo, para prevenir las enfermedades crónicas, que se entienden como aquellas que duran más de un año, requieren atención continua y pueden limitar las actividades diarias. Estas enfermedades son de larga duración y no suelen curarse por completo, aunque a menudo se pueden controlar. 

Incluso, estudios científicos han revelado que las personas con enfermedades crónicas tienen un mayor riesgo de tener depresión y afectaciones del sistema nervioso.

Puntos clave para evitar enfermedades crónicas

Comer al menos cinco porciones diarias de frutas y verduras para aportar vitaminas, minerales y fibra dietética, lo que contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y ciertos tipos de cáncer.

Preferir granos enteros en lugar de granos refinados para obtener fibra y fitonutrientes, que ayudan a controlar el peso, el colesterol y la resistencia a la insulina, factores relacionados con el síndrome metabólico y la diabetes tipo 2.

Limitar grasas saturadas (presente en carnes grasas, mantequilla) y evitar grasas trans industriales (en alimentos procesados y frituras), sustituyéndolas por grasas saludables como las poliinsaturadas de pescados grasos, semillas y aceites vegetales (oliva, canola, girasol).

Mantener una adecuada hidratación con agua y limitar bebidas azucaradas o con cafeína.

Controla el tamaño de las porciones. Evita comer en exceso y practica la alimentación consciente. Mantener un peso adecuado es vital. El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para muchas enfermedades crónicas. 

Evita el tabaco y limita el consumo de alcohol. Estos hábitos son perjudiciales para la salud en general. 

Complementar una alimentación saludable con ejercicio regular y sueño adecuado para mantener un peso saludable y prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.

Consulta a un profesional. Si tienes dudas sobre cómo adaptar tu dieta a tus necesidades individuales, busca asesoramiento nutricional. 

Definitivamente, se recomienda una alimentación variada, rica en alimentos naturales y baja en procesados y azúcares, junto con un estilo de vida activo. Es la base para prevenir enfermedades crónicas y promover la salud a largo plazo.

Impacto de la alimentación en las enfermedades crónicas

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), seis de cada diez adultos en Estados Unidos padecen al menos una enfermedad crónica, y aproximadamente cuatro de cada diez padecen dos o más. Y, en este sentido, la dieta, a menudo considerada como un factor de estilo de vida, contribuye al desarrollo de muchas enfermedades crónicas.

Tanto así que estudios que emplean modificaciones de prácticas dietéticas “habituales” se utilizan a veces como un medio para evaluar el impacto de la dieta en el riesgo de enfermedad y/o en factores de riesgo específicos de enfermedad.

Por ejemplo, un estudio de Jihye Kim y Edward Giovannucci examinó el impacto a largo plazo de las dietas basadas en plantas y el riesgo de enfermedad en una población asiática. Sus hallazgos indicaron que las dietas basadas en plantas más saludables están asociadas con una menor incidencia de hipertensión y diabetes tipo 2.

Enfermedades crónicas más comunes

Entre las enfermedades crónicas más comunes se encuentran: 

Enfermedades cardiovasculares: infarto de miocardio, accidente cerebrovascular.

Cáncer: en sus diversos tipos, como el de pulmón, mama, colon, etc.

Enfermedades respiratorias crónicas:  Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), asma.

Diabetes: tipo 1 y tipo 2.

Artritis: enfermedades inflamatorias de las articulaciones.

Enfermedades mentales: depresión, ansiedad, trastorno bipolar.

Enfermedades neurológicas: esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson.

Enfermedades infecciosas crónicas: VIH/SIDA, hepatitis crónica.

Chequeos médicos

Esto debe ir acompañado de periódicos chequeo médicos, para así monitorear la salud y distintos valores médicos.

Los chequeos médicos periódicos, también conocidos como exámenes médicos ocupacionales periódicos, son evaluaciones que se realizan de forma regular para detectar posibles problemas de salud en etapas tempranas. Estos exámenes son importantes tanto para la prevención de enfermedades como para la detección precoz de aquellas que ya están presentes, permitiendo un tratamiento más efectivo. 

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