Mantequilla vs. margarina, ¿cuál es mejor para ti?
La mantequilla se elabora a partir de leche o crema de vaca, mientras que la margarina se produce a partir de aceites vegetales

Ha sido larga la discusión de las ventajas y las desventajas que tienen la mantequilla y la margarina para el organismo humano. Crédito: Shutterstock
Ha sido larga la discusión de las ventajas y las desventajas que tienen la mantequilla y la margarina para el organismo humano. Ambos son productos similares en apariencia y uso, pero difieren significativamente en su origen y composición.
La mantequilla se elabora a partir de leche o crema de vaca, mientras que la margarina se produce a partir de aceites vegetales. Aunque pueden usarse para cocinar y untar, sus perfiles nutricionales y efectos en la salud son distintos.
Entre mantequilla y margarina, la mantequilla es generalmente considerada una opción más natural y saludable cuando se consume con moderación, a pesar de su mayor contenido de grasas saturadas y colesterol. La mantequilla proviene de la crema de leche y contiene grasas saturadas, pero también vitaminas liposolubles (A, D, E, K) y algunos ácidos grasos de origen biológico con efectos positivos para la salud.
Por otro lado, la margarina se elabora a partir de aceites vegetales procesados, y aunque tiene un perfil más favorable al contener más grasas insaturadas y menos grasas saturadas, puede contener grasas trans si ha sido hidrogenada, lo que representa un riesgo para la salud cardiovascular al aumentar el colesterol LDL (“malo”) y disminuir el HDL (“bueno”). Sin embargo, muchas margarinas modernas ya no contienen grasas trans y están formuladas con aceites saludables, lo que las hace una mejor opción en términos de salud cardiovascular en comparación con la mantequilla.
Mantequilla
Origen: derivada de la leche de vaca, específicamente de la crema.
Composición: principalmente grasas saturadas, con un contenido de aproximadamente 80% de grasa láctea, además de agua y sólidos no grasos.
Sabor: tiende a tener un sabor más pronunciado y lácteo debido a su origen animal.
Usos: ampliamente utilizada en la cocina, repostería y para untar.
Salud: contiene grasas saturadas, cuyo consumo excesivo puede elevar el colesterol y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. Puede consumirse ocasionalmente sin problemas en una dieta equilibrada.
Margarina
Origen: elaborada a partir de aceites vegetales (como girasol, maíz, soja, etc.) que se someten a procesos de hidrogenación para solidificarlos.
Composición: variable, pero generalmente incluye aceites vegetales, agua, y puede contener aditivos como emulsionantes, saborizantes, y vitaminas.
Sabor: tiende a tener un sabor más neutro que la mantequilla.
Usos: similar a la mantequilla en la cocina y para untar, aunque puede ser más versátil para hornear a altas temperaturas.
Salud: la margarina puede ser una opción más saludable si se elige con bajo contenido de grasas trans y saturadas, y alta en grasas insaturadas (omega-3 y omega-6). Sin embargo, algunas margarinas pueden contener grasas trans, que pueden ser perjudiciales para la salud.
Es válido destacar que ambos productos deben consumirse con moderación, debido a su alto contenido calórico y en grasas. La elección depende también de la composición específica del producto y del perfil de salud individual.
Polémica de larga data
Mientras que la mantequilla ha sido un producto básico durante siglos, la margarina apareció en escena a principios del siglo XX. Pero ni fue si no a mediados de ese siglo que la gente comenzó a reemplazar la mantequilla por margarina debido a un consenso de la época de que todas las grasas eran malas para la salud. Además, su más bajo costo incidió en hacer a la margarina más popular.
Los detractores de la mantequilla se enfocaron específicamente en sus grasas saturadas, considerándolas perjudiciales para la salud. Decía que debían reemplazadas por grasas poliinsaturadas, que son las que contiene la margarina. Sin embargo, a la larga, se ha vuelto a considerar la mantequilla como más apropiada para la salud, a causa de que la mayoría de la elaboración de margarinas contenía grasas trans.
Las grasas trans artificiales, también llamadas ácidos grasos, se producen a través de la hidrogenación parcial de aceites vegetales, lo que los convierte de líquidos a sólidos, y se encuentran en alimentos procesados. Estas grasas son perjudiciales para la salud, ya que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas y otros problemas de salud.
Cada año se producen en el mundo más de 278,000 muertes atribuibles a la ingesta de grasas trans de origen industrial, según cifras aportadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En 2018, la OMS priorizó la eliminación de las grasas trans producidas industrialmente (iTFA) como objetivo dentro de su 13º Programa General de Trabajo. Esta decisión se basó en la amplia evidencia de que los iTFA causan eventos de cardiopatía coronaria y muerte, y en la experiencia de Dinamarca y el estado de Nueva York, que demostraron que las restricciones de los iTFA mejoran los resultados en salud
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