El Servicio Secreto realizará un simulacro para medir la seguridad en la Casa Blanca
El Servicio Secreto pretende detectar los puntos más vulnerables de la Casa Blanca ante un posible ataque

Redoblarán la seguridad en el inmueble donde reside el presidente de la nación. Crédito: Jacquelyn Martin | AP
Con el objetivo de evaluar el nivel de seguridad que prevalece en la Casa Blanca y el tiempo de respuesta de los agentes del Servicio Secreto frente a un hipotético ataque, está noche se llevará a cabo un ejercicio táctico.
Aprovechando la ausencia del presidente Donald Trump, pues se desplazó hasta Alaska para reunirse con Vladimir Putin, mandatario de Rusia, el personal del Servicio Secreto participará en una práctica enfocada en detectar los puntos de mayor debilidad en caso de ser sorprendidos por algún tipo de ataque dirigido al jefe de la nación y a su familia.
De esta manera, entre las 8 p.m. y la 1 a.m., en la residencia oficial habrá una gran movilización de personal e incluso se anticipan sonidos de detonaciones de armas de fuego.
Por ello, se les pide a los ciudadanos que deambulan o viven cerca del recinto no alarmarse, pues la situación estará controlada ya que sólo se trata de un simulacro.
Aunque todas las calles aledañas al inmueble presidencial estarán abiertas al tránsito, algunas aceras permanecerán bloqueadas a fin de evitar a los ciudadanos curiosos interesados en presenciar a detalle cómo se desempeña el personal que vela por la seguridad del jefe de la nación.

Desde el año pasado, cuando en dos ocasiones la vida de Donald Trump estuvo en peligro, la vigilancia a su alrededor se ha incrementado.
En julio del año pasado, durante un mitin de campaña celebrado en Butler, Pensilvania, los errores de coordinación entre la policía local y el personal del Servicio Secreto le permitieron a un estudiante dispararle en ocho ocasiones hiriéndolo en su oreja derecha.
Aunque el tirador terminó siendo abatido, la reacción de los agentes del Servicio Secreto fue deficiente y algunos fueron sancionados temporalmente.
El incidente provocó la dimisión de Kim Cheatle como directora de la agencia y a partir de ahí cambios en su estructura.
Dos meses después, los nuevos agentes encargados de cuidar al presidente lograron detener a un individuo antes de que denotará un rifle apuntando hacia él mientras practicaba golf.
Aunque ya no se han vuelto a revelar nuevos intentos por atentar en contra de Donald Trump, otros políticos han sido víctimas de ataques, lo cual obliga a volver a reforzar su seguridad.
Sigue leyendo:
• A un año del atentado contra Trump, Senado pide más acciones contra el Servicio Secreto
• El estudiante que intentó asesinar a Donald Trump también pretendía fabricar una bomba