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Exclusiva

Operativos de ICE desataron temor en escuela: una estudiante decidió ayudar a su comunidad

Alexa Jaramillo testificó el temor que las redadas de ICE desató en su escuela en Texas, por lo que decidió distribuir información útil para saber qué hacer

Alexa Jaramillo es estudiante de Trinity Basin Preparatory Bolt, en Texas.

Alexa Jaramillo es estudiante de Trinity Basin Preparatory Bolt, en Texas. Crédito: Trinity Basin Preparatory Bolt | Cortesía

Desde el primer día del nuevo gobierno del presidente Donald Trump, la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) arrancó con operaciones para detener a indocumentados, provocando el temor entre inmigrantes sin papeles de estancia en Estados Unidos, debido a que las políticas confirmadas por el zar de la frontera Tom Homan incluían el arresto de personas sin historial criminal.

En estados como California, Georgia, Nueva York, Nueva Jersey, Nuevo México, Massachusetts y Texas hubo reportes de operativos que parecían centrados en viviendas o en la vía pública, pero no, desde el 21 de enero, un nuevo memorando del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) confirmó que había derogado una regla de varios años sobre “lugares sensibles” donde los agentes migratorios no harían operativos: iglesias, tribunales, escuelas y hospitales.

Alexa Jaramillo, de 14 años, una estudiante de octavo grado del Trinity Basin Preparatory Bolt en Forth Worth, Texas, cuenta que a pocas semanas de iniciados los operativos de ICE ella notó el temor que desataron entre varios de sus compañeros de escuela y sus familias.

“Yo vi que el miedo que tuvo la gente, yo vi cómo les afectó mucho a esto”, compartió en entrevista. “Mucha gente ya no quería ir al trabajo, mucha gente ya no quería ir a la escuela por el miedo”.

Las afirmaciones de Alex se confirman con reportes de organizaciones civiles que despliegan persona en varios estados.

“Estamos viendo ausentismo, no solo de los trabajadores, sino de los estudiantes en las escuelas, los padres tienen miedo de enviar a sus hijos a la escuela”, confirmó Mónica Villalobos, presidenta y CEO de la Cámara de Comercio Hispana de Arizona en enero.

Una situación similar reportó desde enero la Coalición Estadounidense de Inmigración Empresarial (ABIC), que opera en Illinois, pero tiene aliados en varios estados, incluidos Florida y Texas.

Cuando Alexa fue testigo del miedo de operaciones migratorias en su comunidad recordó un programa de orientación para inmigrantes que vio en algún momento en línea durante las campañas presidenciales, en una época que el presidente Trump tomó los asuntos migratorios como una bandera, acusando que había una “invasión de extranjeros” en EE.UU. La estudiante creyó que sería una buena idea contribuir con una acción sencilla, pero que podría ayudar a familias que tuvieran algún miembro que fuera indocumentado a conocer sus derechos en caso de un encuentro con ICE.

Ella estaba en un programa de Orientación Escolar cuando tuvo la iniciativa de distribuir información útil para las familias, pero debía convencer a las autoridades del colegio de que era un plan seguro y una auténtica contribución cívica.

“Le escribí a mi maestra pidiéndole que si quería hacer esta idea”, contó Alexa.

A su maestra no le convenció el plan, a pesar de que era sencillo: imprimir información migratoria de una llamada “tarjeta roja” de la que Alexa supo hace varios meses y distribuirla entre sus compañeros de escuela y sus familias.

Alexa reconoce que se sintió decepcionada cuando su maestra no aceptó el plan, pero ella no se daría por vencida.

“Fui con la directora y le dije mi idea y a ella le gustó la idea y elaboramos en eso”, expresó con orgullo al recordar aquel momento en que la profesora Malikah Graves aceptó ayudarla.

El proyecto comunitario de Alexa Jaramillo logró involucrar a varios miembros del Trinity Basin Preparatory Bolt.
Crédito: Cortesía

Fort Worth y su población hispana

Texas tiene una población de inmigrantes del 17.8 por ciento, es decir 5.1 millones de personas, de los cuales al menos 1.7 millones son indocumentadas, según datos de 2024 de Texas Legislative Study Group.

La mayoría de estas personas son Latinoamérica, aunque también tiene una importante población de Asia y África. La població migrante representa el 22 por ciento de la fuerza laboral del estado y se concentra en Houston, San Antonio, Austin y Dallas-Fort Worth, donde está el colegio de Alexa.

El 16.9 por ciento de los residentes de Fort Worth nació fuera de Estados Unidos, es decir unas 159,000 personas.

El plantel que dirige Graves se ubica en Worth Heights, en Fort Worth, Texas. Trinity Basin Preparatory Bolt es una escuela chárter pública y gratuita, pero también hay otras escuelas en la zona, como del Distrito Escolar Independiente (ISD).

“Tenemos estudiantes de diversos grupos demográficos. Tenemos una alta población hispana en nuestra comunidad”, indicó Graves. “Somos una escuela de libre elección, y como este hogar se siente como una pequeña burbuja, nuestros estudiantes pueden venir, sentirse seguros, aprender y los padres pueden participar”.

A nivel escolar, los hispanos representan casi un tercio de la población estudiantil en Texas, según el Centro Nacional de Estadísticas Educativas (NCES). Alexa explica que en su preparatoria hay un alto número de estudiantes de familias inmigrantes, muchas de ellas hispanas.

La estudiante reconoce que siempre ha habido operativos de ICE en su ciudad, pero siente que ahora “la gente tiene más miedo”.

“Siempre ha estado así [la operación de ICE], pero se me hace que ahora la gente está más afectada”, agrega.

Alexa Jaramillo es una adolescente que gusta leer libros de misterio.
Crédito: Impremedia

Manos a la obra

Aunque tuvo cierto nerviosismo de exponer su plan a la directora Graves, pronto supo que ese temor era infundado: “Envíame lo que tú quieras. Envíame los papeles y planeamos sobre eso”, fue la respuesta que Alexa recuerda que obtuvo de la directora.

Graves confirmó que Alexa le explicó su plan, con base en “algo llamado la tarjeta roja”. De hecho ese fue el nombre del proyecto escolar: “Tarjeta Roja”.

Le puse un nombre, el proyecto de la tarjeta roja, para que fuera llamativo para ella, pero ella lo coordinó”, indicó Graves.

Esta iniciativa no solamente busca orientar a las familias sobre aspectos migratorios, sino que la directora del colegio señaló que, de algún modo, ayudó a empoderar a Alexa.

“Si necesitas ayuda, bueno, ¿qué vas a hacer? Es decir, la estaba empoderando para pensar críticamente en cómo vamos a resolver problemas”, compartió Graves. “Ella dijo como, puedo pedirle ayuda a una amiga. Y entonces ella y su amiga hicieron el trabajo, y no lo hicieron ni siquiera durante el horario escolar. Lo hicieron después de la escuela. Así que fue un verdadero enriquecimiento”.

Graves destacó que esta labor de las estudiantes fue un ejemplo de cómo demostrar “pasión por la comunidad”.

“Fue idea de ella, no puedo atribuirme el mérito”, dijo la directora.

Alexa cuenta que el proceso fue simple: buscar las tarjetas rojas utilizadas por organizaciones que defienden a inmigrantes, imprimirlas y recortarlas al tamaño, para luego distribuirlas entre las familias.

“Las imprimimos y yo las corté con mis amigas […] y nada más fuimos a la calle a dárselas a la gente”, expuso.

Sin saberlo, Alexa estaba utilizando una estrategia que otros colegios han usado para difundir información migratoria útil en inglés y español, como lo destaca en su website de la organización Partnership to Uplift Communities (PUC Schools), una coalición de escuelas chárter para estudiantes de preparatoria con sede en Los Ángeles, California.

“Todas las personas en los Estados Unidos –sin importar su estatus migratorio– tienen derechos y protecciones bajo la constitución del país. Nuestras Tarjetas Rojas ayudan a los inmigrantes a ejercer esos derechos y protegerse en muchas situaciones, como cuando agentes de inmigración visitan nuestras viviendas”, dice PUC Schools en su website, donde permite descargar como PDF las tarjetas rojas.

Malikah Graves es directora de Trinity Basin Preparatory Bolt en Forth Worth, Texas.
Crédito: Impremedia

¿Cómo se ayudó a la comunidad?

La directora Graves reconoce que, hasta el momento, no ha tenido retroalimentación de las familias que recibieron las tarjetas rojas, pero destaca la importancia de conocer los derechos civiles y migratorios.

Incluso las autoridades migratorias, como el zar de la frontera Tom Homan, reconocen que un inmigrante bien informado puede complicar una operación en su contra.

“En Chicago [los inmigrantes] están muy bien educados. Han aprendido a desafiar al ICE, a esconderse del ICE”, se quejó Homan en una entrevista en CNN a finales de enero. “He visto muchos panfletos de muchas ONGs: ‘Así es como puedes evitar que el ICE te arreste’; ‘Esto es lo que debes hacer’. Ellos lo llaman ‘Conoce tus derechos’. Yo lo llamo ‘Cómo escapar del arresto’”.

Las llamadas tarjetas rojas tienen información en inglés y español, es un documento simple que inicia con una poderosa frase: “Usted tiene derechos constitucionales”. Luego enlista las recomendaciones:

No abrir la puerta si un agente de inmigración está tocando la puerta.
No conteste ninguna pregunta de un agente de inmigración si trata de hablar con usted. Usted tiene el derecho de mantenerse callado.
No firme nada sin antes hablar con un abogado. Usted tiene el derecho de hablar con un abogado.
– Si usted está fuera de su casa, pregunte al agente si es libre para irse y si dice que sí, váyase con tranquilidad.
Entregue esta tarjeta al agente. Si usted está dentro de casa, muestre la tarjeta por la ventana o pásela debajo de la puerta.

La información es poder

La directora de la escuela de Alexa destacó que hay orientación que también se proporciona a los padres, a través de un programa conocido como Universidad de los Padres, que son guías sobre distintos temas, incluidos los derechos civiles y de inmigración.

A la par que Alexa distribuyó con su amiga las tarjetas rojas, la escuela organizó una clase para padres con información de Proyecto Inmigrante, Servicios de Asesoría de Inmigración, y el programa UNIDOS del Departamento de Policía de Dallas para educar a las familias sobre sus derechos.

“[Proporcionamos] información que educa a los padres sobre los derechos de los inmigrantes o que podrían necesitar más información u orientación para la obtener ciudadanía”, compartió Graves.

El Departamento de Policía de Dallas no ofreció detalles sobre la colaboración que realiza con el distrito escolar donde se encuentra la preparatoria que dirige Graves, pero Corbin Rubinson, Oficial Superior de Información Pública, confirmó vía correo que hay programas comunitarios a través de Oficiales de Policía Vecinales y la Oficina de Asuntos Comunitarios. “Brindamos regularmente información y oportunidades de participación para que los miembros de nuestra comunidad conozcan los recursos disponibles”, dijo.

Este diario ha reportado diversos casos en que inmigrantes y sus familias reconoce que la información sobre sus derechos ha servido ante redadas de ICE, aunque eso no detiene los arrestos, pero facilita las acciones de abogados.

Jasmine es un ejemplo de la importancia de estar informados. Publicó un video en redes sociales sobre su encuentro con agentes de ICE en enero, en su vivienda en San Diego, California: “Tenemos derechos también”, dijo Jasmine a un agente, a quien le exigió una orden judicial firmada por un juez, mientras leía en voz alta otros derechos similares a los que establece la “tarjeta roja” distribuida por Alexa.

La estudiante dice que cualquier persona podría hacer esto, porque “es muy fácil”, ya que solamente se tienen que imprimir las tarjetas rojas.

“Mi mamá está orgullosa de mí y de que yo estaba intentando de ayudar a la gente”, compartió Alexa, quien todavía analiza qué estudiará en la universidad, pero tiene algo muy claro: “Me gusta ayudar a la gente, me gusta lo que hice”.

Esta historia fue producida como parte del programa Solutions Journalism Sponsorship Revenue Accelerator.

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