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Atacan con heces de perro a centro LGBTQ+ de la ciudad de Bell

La supervisora Janice Hahn les hace una donación para que fortalezcan su sistema de cámaras de vigilancia

Eddie Martínez, director ejecutivo de Latino Equality Alliance (LEA) recolecta las bolsas con heces de perro que les arrojan a su edificio.

Eddie Martínez, director ejecutivo de Latino Equality Alliance (LEA) recolecta las bolsas con heces de perro que les arrojan a su edificio. Crédito: Eddie Martínez | Cortesía

Desde mayo pasado, el Centro de Recursos para Jóvenes LGBTQ+ Mi SELA de la ciudad de Bell ha sido blanco constante de delitos de odio contra sus instalaciones, luego de que un individuo se ha dedicado a lanzarles bolsas con heces de perro, varias veces a la semana, aprovechando las sombras de la noche.

“Como que junta varias bolsas con excremento de su mascota, y va las lanza contra nuestro edificio”, dijo Eddie Martínez, director ejecutivo de la organización Latino Equality Alliance que tiene dos centros, el de la ciudad de Bell; y otro en el barrio de Boyle Heights.

“A finales de la primavera, alrededor de mayo, nuestro personal comenzó a notar las bolsas de plástico con excremento de perro sobre la cornisa del frente del edificio, encima de la puerta de entrada sobre nuestro letrero con el nombre”, explicó Eddie.

“Cuando comenzamos a investigar, nos dimos cuenta que había como 40 bolsas con heces de perro”.

Una empleada limpia la cornisa del edificio Mi SELA en Bell. (Cortesía Eddie Martínez)

Al tratar de averiguar de dónde provenían las bolsas con excremento, revisaron sus cámaras de seguridad, pero no lograron captar quién o quiénes son las personas que estaban cometiendo este acto de odio.

“Tratamos de reposicionar las cámaras pero se esconden para lanzar las bolsas. Así que no hemos podido saber quién está haciendo esto”.

Eddie considera que estos continuos ataques son un crimen de odio porque saben que son un centro que proporciona servicios a la juventud LGBTQ+.

“Ellos están lanzando caca de perro como un acto de ocio y para intimidarnos”.

Hizo ver que han notado que las bolsas con las heces caninas las arrojan por las noches, dos o tres veces a la semana.

“La persona usa bolsas verdes para depositar la caca de su perro y luego nos las lanzan. Nuestro personal nos hizo ver que han visto ese tipo de bolsas en el Aeropuerto de México”.

Eddie dijo que el individuo que colecta la caca de su mascota y que en lugar de ponerla en el bote de la basura, va intencionalmente y se las avienta a sus oficinas, es alguien carente de compasión, que no entiende que necesitamos vivir una vida con amabilidad.

“Es una persona que necesita educación. Honestamente si averiguamos quién es, lo invitaremos a venir a nuestro centro para que platique con nuestros jóvenes y escuche sobre sus luchas. Tal vez es el momento de educar y promover la aceptación en este individuo”.

Dos o tres veces por semana arrojan bolsas verdes con caca de perro al edificio de Mi SELA en la ciudad de Bell. (Cortesía Eddie Martínez)

El director de ELA dijo que esta es la primera vez que son víctima de un delito de odio en los dos años que llevan en la ciudad de Bell.

“Nosotros proveemos servicios tanto a los jóvenes LGBTQ como a sus padres. Es muy importante para aumentar la aceptación familiar y crear escuelas seguras, educar a los padres, convertirlos en aliados y defensores de esta comunidad, en especial de los latinos”.

Si bien esta semana hicieron la denuncia a la policía, les informaron que no pueden hacer nada para arrestar al agresor, a menos que cause daños al edificio, mientras tanto no hay elementos para actuar.

Dijo que la razón de su trabajo es porque, históricamente, los jóvenes LGBTQ sufren acoso y pueden no ser aceptados en su casa. 

“Además enfrentan una mayor tasa de suicidios, ya sea por depresión o por no experimentar aceptación en la vida”. 

Dijo que el centro Mi SELA es un espacio seguro al que pueden acudir para aprender, crecer, desarrollar su liderazgo, ayudarlos a obtener éxito académico y a prosperar con una vida saludable.

“La persona que está cometiendo este odio, debe saber que tirar caca en nuestra casa no es un acto de bondad y que eso tampoco nos detendrá. Seguiremos trabajando. Y los reto a que dejen de hacerlo, a que lo piensen dos veces y a que vengan a nuestra casa, nos conozcan y nos apoyen”.

Condena y apoyo

Al enterarse del lanzamiento de bolsas de heces de perro frente al edificio y sobre una cornisa en la entrada principal durante los últimos meses, la supervisora del condado de Los Ángeles, Janice Hahn anunció una subvención de $2,500 para el Centro de Recursos para los Jóvenes LGBTQ+ MI SELA de la ciudad de Bell que servirán para que actualicen su sistema de cámaras de seguridad.

”El hecho de que esta persona se esfuerce para hacer lo que hace ,dice mucho sobre ella y nada sobre la comunidad LGBTQ del sureste de Los Ángeles”, dijo la supervisora Hahn.

“Es repugnante y cobarde. Espero que quienes dependen de Mi SELA sepan cuánto los queremos y apoyamos en esta comunidad y que no se tomen este odio a pecho”.

Decenas de bolsas de excremento de perro es lanzada a las oficinas de Mi SELA en Bell. (Cortesía Eddie Martínez)

Mi SELA es operado por la Latino Equality Alliance y ofrece una variedad de servicios, incluidos talleres de salud mental y abuso de sustancias, grupos de apoyo para padres de personas LGBTQ+, limpiezas comunitarias y más.

En junio pasado, el fiscal general de California, Rob Bonta dijo al revelar el Reporte del Estado del Orgullo que entre 2023 y 2024, se denunciaron 172 delitos de odio motivados por prejuicios anti-LGBTQ+ (un aumento del 13.9 % con respecto al año anterior).

De esas cifras, 73 eventos fueron motivados por prejuicios anti-transgénero (un aumento del 12.3 % con respecto al año anterior); se presentaron 251 eventos anti-gay (un alza del 8.7 % en comparación con año previo) y 23 por prejuicios anti-lesbianas contra 17 del año que le antecedió.

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