KF-21: el avión de combate con el que Corea del Sur quiere competir con los jets más avanzados del mundo
El KF-21 Boramae es capaz de alcanzar velocidades de hasta Mach 1.8 gracias a sus dos motores GE F414-GE-400K
Corea del Sur quiere poder eliminar la dependencia de otros países en lo que respecta a los aviones de combate Crédito: Ahn Young-joon | AP
El mundo de la aviación militar está viviendo una verdadera revolución, y uno de los protagonistas inesperados viene de Corea del Sur. Hablamos del KF-21 Boramae, un avión de combate que muchos ya ven como el inicio de una nueva era tecnológica en el país asiático. Diseñado para rivalizar con algunos de los jets más avanzados del planeta, este proyecto no solo busca reforzar la defensa nacional, sino también poner a Corea en la mesa de los grandes fabricantes de cazas de última generación.
Aunque oficialmente se lo clasifica como un avión de generación 4.5, su diseño, capacidades y proyección futura muestran una clara intención: competir de frente con los estándares de quinta y hasta sexta generación. Todo esto a un costo mucho más competitivo que sus rivales directos, lo que lo convierte en una propuesta tentadora para naciones que buscan potencia aérea de primer nivel sin vaciar el presupuesto.
El desarrollo arrancó en 2001, cuando quedó claro que la flota de F-4 y F-5 ya no daba la talla. Desde entonces, Korea Aerospace Industries (KAI) y la Agencia de Desarrollo de Defensa han puesto todo sobre la mesa: radares de última generación, sistemas electrónicos propios y una integración tecnológica que busca reducir al mínimo la dependencia extranjera.
Capacidades técnicas que impresionan
Este jet cuenta con un bimotor multirrol, capaz de alcanzar Mach 1.8, con un alcance de unos 2,900 km y la posibilidad de cargar hasta 7.7 toneladas de armamento en su fuselaje. Monta dos motores GE F414-GE-400K, reconocidos por su confiabilidad en otros cazas como el Gripen y el F/A-18.
En cuanto a su arsenal, el KF-21 puede equipar misiles aire-aire de largo alcance como el Meteor o el AMRAAM, además de opciones de corto alcance como el Sidewinder. Para misiones aire-tierra, tiene la capacidad de portar misiles Taurus, Maverick o Harpoon, junto con bombas guiadas de precisión. En otras palabras: está preparado para todo tipo de escenario.
Y si hablamos de autonomía operativa, ya pasó con éxito la prueba de reabastecimiento aéreo, un paso clave para cualquier caza que quiera jugar en las ligas mayores.
¿Qué ofrece el KF-21 EX y por qué genera tanta expectativa?
El KF-21 no se conforma con lo que ya es. Los planes apuntan a evolucionar hacia una versión EX con bahías internas de armamento para reducir su firma en radar, sensores de nueva generación y mejoras en el diseño para acercarlo a la furtividad total. También contará con un sistema electroóptico avanzado bajo la nariz y enlaces de datos que le permitirán operar junto a drones de combate, algo que define la guerra moderna.
El calendario ya está en marcha: a mediados de 2027 se espera que el Boramae incorpore todas las funciones aire-tierra y para la década de 2030 debería estar listo el salto hacia su versión más avanzada. Además, se están explorando variantes como entrenador biplaza, versiones para guerra electrónica e incluso una plataforma para lanzar misiles de crucero hipersónicos, capaces de volar entre Mach 5 y Mach 10.
Como si esto no fuera suficiente, Corea del Sur ya trabaja en desarrollar motores propios para 2036, reduciendo su dependencia de fabricantes extranjeros y afianzando su posición como potencia tecnológica y militar.
El KF-21 Boramae no es simplemente un avión: es la prueba de que Corea del Sur quiere y puede jugar en la primera liga de la aviación de combate mundial.
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