Pendiente de la bronquitis aguda, puede ir a más: causas, factores de riesgo y tratamiento
La bronquitis aguda puede transformarse en bronquitis crónica si la inflamación de los bronquios se mantiene o si hay episodios recurrentes

La bronquitis puede causar estrechamiento de las vías respiratorias Crédito: Chinnapong | Shutterstock
La bronquitis aguda es una inflamación temporal de los bronquios, generalmente causada por virus como el del resfriado o la gripe, y se manifiesta con tos, flema y fatiga. El tratamiento se enfoca en aliviar los síntomas, ya que los antibióticos no son efectivos contra las causas virales comunes.
Incluso, la bronquitis aguda también puede ser causada por bacterias y por la exposición a irritantes físicos o químicos como polvo, humo de tabaco, vapores fuertes y contaminantes ambientales.
¡Pero pendientes! La bronquitis aguda puede parecer pasajera, pero su reiteración la puede transformar en una afección crónica de suma atención.
Esta inflamación puede causar estrechamiento de las vías respiratorias y dificultar la respiración que afecta la calidad de vida.
Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo para desarrollar bronquitis aguda están el fumar o la exposición al humo de tabaco, tener baja resistencia inmunitaria, exposición a sustancias irritantes en el lugar de trabajo, y condiciones como reflujo gástrico.
El tratamiento de la bronquitis aguda suele ser sintomático, ya que la mayoría de los casos mejoran en unas pocas semanas sin necesidad de antibióticos. Se usan medicamentos para aliviar la tos o la fiebre, y en casos de alergias o asma, se pueden recomendar inhaladores. Los antibióticos solo se administran si hay una infección bacteriana confirmada o sospechada.
Tratamiento
- La mayoría se resuelve sin tratamiento específico en 1 a 3 semanas.
- Medicamentos para aliviar la tos y controlar síntomas como fiebre.
- Inhaladores para quienes tienen asma, alergias o EPOC.
- Antibióticos solo indicados ante infección bacteriana confirmada.
- En casos graves o crónicos, rehabilitación pulmonar y oxigenoterapia pueden ser necesarias.
Este panorama refleja que la bronquitis aguda, aunque comúnmente causada por virus, puede agravarse si no se manejan los factores de riesgo o si hay complicaciones, por lo cual es importante atención médica adecuada para evitar que evolucione o empeore.
Puede transformarse en crónica
La bronquitis aguda puede transformarse en bronquitis crónica si la inflamación de los bronquios se mantiene o si hay episodios recurrentes de bronquitis que duran mucho tiempo.
La bronquitis crónica se caracteriza por una inflamación constante o repetida de los bronquios, con hipersecreción de moco y cambios estructurales en las vías respiratorias, y suele ser consecuencia de irritaciones prolongadas como el tabaquismo o la exposición a contaminantes.
En contraste, la bronquitis aguda generalmente dura pocos días o semanas, y suele ser causada por infecciones virales, resolviéndose sin secuelas en la mayoría de los casos. Sin embargo, si la bronquitis aguda es frecuente o no se trata adecuadamente, puede evolucionar hacia un estado crónico que implica tos persistente y producción continua de mucosidad, afectando la función respiratoria.
Bronquitis aguda, asma y EPOC
La bronquitis aguda, el asma y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) están relacionadas en cuanto a que pueden afectar las vías respiratorias y presentar síntomas similares como tos, dificultad para respirar y producción de moco, pero son afecciones distintas con diferencias en su patogenia, duración, reversibilidad y tratamiento.
La bronquitis aguda es una inflamación temporal de los bronquios, normalmente causada por infecciones virales y dura desde días hasta semanas. En cambio, la EPOC es una enfermedad respiratoria crónica, generalmente causada por exposición prolongada a irritantes como el humo del tabaco, caracterizada por obstrucción persistente del flujo aéreo, que incluye bronquitis crónica y enfisema. La bronquitis crónica es una forma de EPOC y se diagnostica cuando la tos productiva se prolonga más de 3 meses durante al menos 2 años consecutivos.
En personas con EPOC, un episodio de bronquitis aguda puede considerarse una exacerbación o brote de la enfermedad subyacente, no solo la bronquitis aguda aislada.
Por otra parte, el asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias con obstrucción reversible del flujo aéreo e hiperreactividad bronquial, distinta en su causa y características de la bronquitis aguda.
Las personas con asma pueden presentar bronquitis aguda como complicación y experimentar un empeoramiento de sus síntomas asmáticos (dificultad para respirar, sibilancias) durante la bronquitis. El asma se diagnostica con pruebas de función pulmonar como la espirometría.
El asma con función pulmonar no completamente reversible puede ser considerado un subtipo de EPOC según definiciones recientes, mostrando cierta superposición entre estas enfermedades.
La bronquitis aguda puede ser un evento pasajero que afecta tanto a personas sanas como a quienes tienen asma o EPOC, pero en estos últimos puede desencadenar exacerbaciones o empeorar la enfermedad crónica pulmonar subyacente.
Este vínculo es importante para el manejo clínico, ya que el control adecuado del asma y la EPOC, y el tratamiento oportuno de la bronquitis aguda, pueden mejorar la calidad de vida y evitar complicaciones respiratorias graves.
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