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Los ajustes HDMI que debes activar ya en tu TV para mejorar imagen y sonido

Ajustar ciertas configuraciones HDMI de tu televisor puede mejorar de forma evidente la calidad de imagen y sonido

Configurar adecuadamente tu TV permite que puedas aprovechar funciones como el HDR y el Dolby Atmos que ofrecen la mayoría de los modelos de última generación

Configurar adecuadamente tu TV permite que puedas aprovechar funciones como el HDR y el Dolby Atmos que ofrecen la mayoría de los modelos de última generación Crédito: Shutterstock

Si todavía estás usando ese cable HDMI viejo que venía en la caja de tu tele de hace años, tienes que cambiarlo ya. Los cables antiguos limitan la calidad de la imagen y el sonido, y eso es real: puede que no soporten 4K, HDR, VRR o tecnologías como ALLM que mejoran muchísimo la experiencia visual y auditiva. Se recomienda invertir en un cable HDMI 2.1 certificado, que te asegura poder exprimir todo lo que tu TV y tus dispositivos modernos ofrecen.

Lo que muchos no saben es que no todos los puertos HDMI de una tele son iguales. Algunas consolas o reproductores pueden dar lo mejor de sí si los conectas al puerto correcto. Por ejemplo, si quieres jugar con una consola de última generación, el puerto HDMI 2.1 es el indicado para aprovechar funciones como la alta tasa de refresco o el juego en 4K. Si lo que buscas es un sonido impecable hacia una barra o receptor, lo ideal es usar el puerto ARC o eARC, diseñado específicamente para transmitir audio de alta calidad sin compresión. Así que, antes de enchufar al azar, revisa qué entrada HDMI te conviene más.

Activa los modos de entrada y formato adecuados

Cuando conectas un dispositivo vía HDMI, tu tele puede ofrecer diferentes opciones de configuración que cambian la experiencia al instante. Por ejemplo, si enchufas una consola moderna, lo mejor es activar el modo juego. Este ajuste reduce la latencia y mejora la respuesta del mando en tiempo real, algo clave para quienes disfrutan de títulos competitivos o de acción rápida.

Otro punto clave es revisar el formato de señal HDMI en los menús de configuración. Esto garantiza que el televisor y el dispositivo se comuniquen de la forma correcta, sacando el máximo partido a la calidad de imagen y sonido disponible. Muchas veces viene configurado en un modo estándar que limita el rendimiento, así que vale la pena activarlo en “modo mejorado” o equivalente para aprovechar HDR, mayor gama de colores y frecuencias más altas.

Hablando de HDR, no todas las teles lo tienen habilitado por defecto. Y vaya que se nota cuando lo activas: colores más vivos, negros profundos y un contraste que hace que las películas se vean como en el cine. Si tu tele soporta HDR10, Dolby Vision o HLG, lo mejor es asegurarte de que están encendidos. Si no, estarías desperdiciando una de las características más atractivas de las teles actuales.

Algo parecido ocurre con el sonido. Algunas televisiones permiten activar tecnologías como Dolby Atmos o DTS:X, que generan un audio más envolvente. Revisar estas opciones es básico si quieres que tu barra de sonido o sistema de altavoces luzca en todo su esplendor.

Ajusta sonido e imagen desde el HDMI para que realmente se note

La mayoría de los televisores permiten configurar el audio y la imagen de forma específica según la entrada HDMI que estés usando. Esto significa que puedes tener ajustes diferentes para la consola, para el reproductor de Blu-ray o para el decodificador. Es un detalle que muchos pasan por alto, pero marca una gran diferencia.

En el apartado de imagen, conviene personalizar el brillo, el contraste y la saturación dependiendo de la fuente. Por ejemplo, para ver películas lo mejor es usar un perfil más cálido y con menos brillo para disfrutar de un look cinematográfico. En cambio, para videojuegos, lo ideal es aumentar un poco la nitidez y activar funciones como la reducción de desenfoque de movimiento. La clave es que no te conformes con el modo predeterminado, porque rara vez aprovecha al máximo las capacidades de tu televisor.

En cuanto al audio, hay varios trucos. Muchas teles incluyen modos predefinidos como “cine”, “música” o “juego”. Aunque suelen ser útiles, no hay nada como personalizar el ecualizador a tu gusto. Subir un poco los agudos y moderar los graves puede ayudarte a que los diálogos se entiendan mejor sin que las explosiones o efectos especiales te hagan saltar del sofá. Y si tu tele tiene una opción específica para mejorar la claridad de las voces, actívala: es un ajuste pequeño que cambia por completo la experiencia, sobre todo en series o películas con mezclas de audio complejas.

Otro consejo es revisar la sincronización de audio y video. Algunas veces puede haber un desfase mínimo entre lo que ves y lo que escuchas, algo molesto en escenas rápidas o en juegos. Casi todas las teles ofrecen un ajuste de “retardo de audio” en el menú de configuración HDMI, y vale la pena calibrarlo para que todo fluya sin retrasos.

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