Marca del Grupo Volkswagen retrasa plan de electrificación
Bentley ha decidido retrasar su meta de convertirse en una marca 100% eléctrica. Reconocen que la demanda de autos eléctricos de lujo no es tan sólida

Bentley Bentayga. Crédito: Bentley. Crédito: Cortesía
El camino hacia la movilidad eléctrica está lejos de ser uniforme. Mientras algunas marcas avanzan a toda velocidad con su estrategia de electrificación, otras han optado por recalcular su hoja de ruta.
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Ese es el caso de Bentley, que ha decidido dar un paso atrás en sus planes más ambiciosos y aplazar hasta 2035 la meta de convertirse en una firma 100% eléctrica.
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La decisión no se tomó a la ligera. Según la propia marca, los clientes de su segmento todavía no muestran un interés suficientemente fuerte por abandonar los motores de combustión. Así, Bentley se suma a otras marcas de lujo del Grupo Volkswagen, como Porsche y Lamborghini, que ya habían mostrado reservas frente a una transición eléctrica total.
Un proyecto que parecía inamovible
Hace apenas unos años, Bentley presentaba con gran entusiasmo su estrategia Beyond100, que contemplaba eliminar progresivamente los motores de gasolina hasta llegar a una gama totalmente eléctrica en 2030. El anuncio se celebró como un paso histórico para una compañía con más de un siglo de tradición en la artesanía de motores de combustión.
Sin embargo, la realidad del mercado ha modificado ese escenario. El interés en los autos eléctricos ha crecido notablemente en las gamas más accesibles del Grupo Volkswagen, como Volkswagen o Škoda, pero en el segmento de lujo los clientes parecen más reacios a dar el salto.
Prefieren seguir disfrutando de los motores tradicionales y, sobre todo, de la experiencia de conducción que aún asocian al lujo clásico.

La posición del CEO de Bentley
En una entrevista con el medio Autocar, Frank-Steffen Walliser, CEO de Bentley, explicó que la decisión no responde únicamente a las preferencias de sus clientes, sino también a factores internos del Grupo Volkswagen.
“Las tres marcas [Porsche, Audi y Bentley] compartimos plataformas, transmisiones y otros componentes clave. Las decisiones e inversiones de las marcas de Stuttgart e Ingolstadt han tenido consecuencias directas sobre nosotros”, señaló Walliser.
El directivo agregó que, pese al ajuste en los plazos, la electrificación no queda fuera de los planes de la compañía. Bentley tiene previsto presentar un nuevo modelo híbrido enchufable o eléctrico cada año a partir de 2026.
Nuevos lanzamientos y lo que se viene
El primer modelo que se espera dentro de esta nueva etapa será un auto eléctrico de dimensiones compactas, pensado para la ciudad. Será la primera vez que Bentley incursione en un segmento urbano, lo que supone un movimiento arriesgado, pero también una apuesta clara por ampliar su alcance.
Después llegarán más propuestas electrificadas, pero no exclusivamente eléctricas. Bentley ha confirmado que modelos icónicos como el Bentayga, el Continental GT y el Flying Spur continuarán ofreciendo motores de gasolina, alejándose de los rumores que anticipaban versiones 100% eléctricas de inmediato.
La estrategia se centra ahora en ofrecer opciones mixtas, donde el cliente pueda elegir entre híbridos enchufables y motores tradicionales, manteniendo así el atractivo de su gama en mercados donde la infraestructura de carga aún no es suficiente.
La demanda como factor decisivo
El propio CEO de la marca británica fue claro respecto a los motivos detrás de este cambio de planes: “Hay una caída en la demanda de coches eléctricos de lujo, y la demanda de los clientes aún no es lo suficientemente fuerte como para respaldar una estrategia totalmente eléctrica. El mercado de lujo es muy diferente hoy en día que cuando anunciamos la estrategia Beyond100. La electrificación sigue siendo nuestro objetivo, pero necesitamos que nuestros clientes nos acompañen”.
Estas declaraciones reflejan un problema que no es exclusivo de Bentley. Marcas de lujo que operan en segmentos similares han encontrado que sus compradores valoran más la exclusividad, la potencia de los motores de combustión y la autonomía, que los beneficios inmediatos de un eléctrico de alta gama.

Un horizonte aplazado
Con este cambio, Bentley ya no aspira a alcanzar su meta de cero emisiones en 2030, sino en 2035.
Este retraso de cinco años parece moderado en comparación con otros fabricantes, pero revela lo complejo que resulta para el mercado premium adaptarse a un cambio tan radical en la movilidad.
La compañía asegura que seguirá invirtiendo en tecnologías eléctricas y que mantiene su compromiso con la sostenibilidad. Sin embargo, prefiere dar pasos más seguros, adaptándose al ritmo de sus clientes y del mercado global.
La electrificación en el sector premium enfrenta desafíos particulares. A diferencia de las marcas masivas, los fabricantes de lujo deben equilibrar innovación con tradición, tecnología con herencia, y eficiencia con experiencias exclusivas de conducción.
Mientras Tesla o Polestar conquistan un mercado más amplio con propuestas avanzadas y precios relativamente accesibles, firmas como Bentley, Rolls-Royce o Lamborghini lidian con un público que busca no solo un automóvil, sino un símbolo de estatus.
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