Secuelas de una redada en Pomona
Centro de Oportunidad Económica para Jornaleros solicita apoyo para repatriar a la mascota de uno de los tres trabajadores deportados la semana pasada

Alexis y Ana, ambos representantes de Centro de Oportunidad Económica para Jornaleros, en Pomona. Crédito: Cortesía del centro de jornaleros | Cortesía
A las 9 de la mañana del 25 de septiembre, una docena de agentes de inmigración irrumpió en el Centro de Oportunidad Económica para Jornaleros, en Pomona, y comenzó a interrogar a los trabajadores sobre su estatus migratorio.
Los agentes bloquearon la zona y comenzaron a interrogar no solo a los jornaleros, sino también a transeúntes, conductores estacionados y vendedores ambulantes cercanos: “¿Tienen documentos para trabajar en este país?”, preguntaban.
La redada duró apenas diez minutos, pero en ese lapso se llevaron a tres jornaleros: Benjamín Alcocer, Edgar Juventino Barrio-López y Fernando Salazar. Los tres fueron deportados de inmediato a Tijuana, México.
Ana Martínez, coordinadora del centro, expresó que les preocupa las políticas migratorias del presidente Trump porque saben que las redadas parecen no tener fin en un futuro cercano.
“Han llegado al Home Depot ocho veces, ¿tú crees que no van a regresar?”, expresa Martínez . “Los trabajadores no son malos, el malo es el que está en la Casa Blanca. Ellos solo vienen a buscar empleo”.
En un video captado por los organizadores del centro se observa a varios agentes rodeando a Salazar, quien caminaba por el estacionamiento acompañado de su perro “Chapo”. Al percatarse de la presencia de los oficiales, se hace un lado y les pide que no lo lastimen, pues acababa de ser operado. Finalmente, es detenido y su perro queda abandonado en el lugar.

“Por miedo de que se le infectara su herida y de morir en un centro de detención por cómo los tratan, Salazar firmó su deportación”, comentó Martínez.
“El domingo fuimos a recoger a Salazar a Tijuana y lo llevamos al aeropuerto para que tomara su vuelo y regresara con su familia al estado de Morelos, México”.
Mientras que Alcocer y López, los otros dos inmigrantes detenidos, optaron por quedarse temporalmente en Tijuana, siendo que los dos son los únicos que tienen familiares e hijos en Pomona.
Prisiones en malas condiciones
Salazar le había explicado a los organizadores que el centro de detención donde se encontraban detenidos estaba muy sucio, tenían que dormir en el suelo y el aire acondicionado del lugar era una tortura.
Alexis Teodoro, director de derechos laborales del centro, expresó que otros jornaleros detenidos han dicho que la comida que le sirven en el centro de detención está caducada y hacen falta doctores.

Los que se quedan atrás
A estas horas, Salazar ya está en el estado de Morelos, reunido con su familia, aunque aún trata de comprender lo sucedido. Mientras tanto, confía en que los organizadores del centro encuentren la manera de repatriar también a su perro “Chapo”, su inseparable compañero, que no dejó de ladrar cuando los agentes lo estaban arrestando.
“Chapo lo extraña y lo busca mucho, ahora lo tenemos que transportar para México, desgraciadamente no pudo volar con él porque no tenía sus vacunas, pero ya se las conseguimos”, aseguró Martínez. “Ahora estamos buscando patrocinadores para pagar por el vuelo del perro y de la persona que se lo va a entregar”.
Martínez subraya que no solo resultan afectados quienes son deportados, sino también quienes se quedan atrás. En este caso, su perro “Chapo” y el jornalero con quien compartía un apartamento, que ahora enfrenta la renta y los gastos del hogar sin el apoyo de nadie.
Además, los trabajadores del centro no se sienten seguros de salir a buscar trabajo. Para ellos el patio del centro era un lugar para conseguir empleo y un santuario. Pero ahora todos tienen que estar en alerta porque saben que los agentes regresarán.
Desafortunadamente “la cosa se va a empeorar”, dijo Teodoro. “Los jóvenes y gente que son nacidos aquí se tienen que unir a la vigilancia en el centro porque si regresan los agentes, solo el pueblo va a poder sacar a la migra de aquí”.
Esta semana el centro publicará una página de ayuda GoFundMe para recaudar fondos para el viaje de Chapo y de la persona encargada de reunirlo con Salazar.
Los organizadores le imploran a la ciudad de Pomona que ponga más protecciones para personas vulnerables como los jornaleros.
“La ciudad de Pomona les puede pedir a los dueños de Contractors Warehouse y a la Home Depot que pongan carteles de que este lugar es una propiedad privada”, dijo Teodoro.
“También pueden implementar algo que requiera que si ICE llega, tienen que tener una orden judicial, y no solo llegar a hacer una redada”.
Para apoyar
Para las personas que quieren donar para el vuelo de Chapo el perro, pueden hacerlo en el enlace https://www.pomonadaylabor.org/donate con una nota que diga “Chapo”.
Nota producida bajo el programa California Local News Fellowship de la universidad de Berkeley