Fortalece tus rodillas, si no lo empezarás a pagar tras los 30 años de edad
Después del dolor de espalda, las molestias en las rodillas son la dolencia musculoesquelética por la que los adultos mayores van más frecuentemente al médico

Las rodillas soportan el equivalente a una vez y media el peso corporal solo cuando caminamos. Crédito: PeopleImages | Shutterstock
Las rodillas, aunque fundamentales en nuestra movilidad, son a menudo descuidadas. El dolor articular es un problema común, especialmente a partir de los 30 años, y puede verse exacerbado por factores físicos, como el sobrepeso, así como por condiciones genéticas.
Sin embargo, la ciencia nos dice que, si las trabajamos un poco, tendremos recompensas después.
Recordemos que nuestras rodillas soportan, según investigaciones recientes, el equivalente a una vez y media el peso corporal solo cuando caminamos.
Fortalecer las rodillas
Después del dolor de espalda, las molestias en las rodillas son la dolencia musculoesquelética por la que los adultos mayores van más frecuentemente al médico, debido a su impacto en la movilidad y la calidad de vida.
“La rodilla es una de las articulaciones más complejas de todo el cuerpo”, le dice a la BBC Anikar Chhabra, un cirujano ortopédico especializado en medicina deportiva de la Clínica Mayo en Phoenix, EE.UU.
Apuntan que hay muchas razones por las que es conveniente enfocarse en la salud de tus rodillas, lo que puede traerte beneficios no solo ahora sino en el futuro. Y hay una serie de pasos que todos podemos tomar para mantener una mejor movilidad conforme avanzan los años.
Nuestras rodillas dependen especialmente de cuatro grupos de músculos que las rodean: los isquiotibiales, los de los glúteos, los cuádriceps y los músculos de la pantorrilla, recoge el medio.
Esos grupos de músculos aportan estabilidad y les dan a las rodillas la capacidad de absorción para poder funcionar. “Cuando esos músculos no están interactuando y trabajando juntos, la articulación recibe más presión. Ahí es cuando comenzamos a sentir el dolor”, señala Chhabra.
Las investigaciones muestran que el estiramiento de ese grupo de músculos a través del ejercicio puede evitar la degeneración del cartílago en la rodilla, que es lo que luego puede conducir a una osteoartritis.
Esto también puede servir para retrasar o incluso prevenir una cirugía de reemplazo en la rodilla.
Otros estudios señalan que mantener estos músculos fuertes puede reducir la carga de la rodilla y el dolor en pacientes que están en las primeras etapas de la osteoartritis.
Mejorar la movilidad a través del ejercicio
Incorporar ejercicios específicos en la rutina diaria puede ser crucial para la salud de las rodillas. Actividades como sentadillas, elevaciones de piernas y ejercicios de pantorrilla ayudan a fortalecer los músculos que rodean la articulación, promoviendo su estabilidad y función.
Hacer ejercicio regularmente no solo fortalece las rodillas, sino que también promueve la producción de líquido sinovial, lo que contribuye a reducir la rigidez y la inflamación. Mantener la salud articular puede prevenir cirugías costosas y complicaciones a futuro.
Mientras la mayoría de las investigaciones sobre los beneficios que esto trae se hacen con adultos mayores con osteoartritis, los estudios llevados a cabo con estudiantes que hacen deporte indican que el fortalecimiento de las rodillas, incluso a una edad temprana, puede jugar un rol importante en reducir los riesgos de las lesiones.
Prevención de lesiones y caídas
Los ejercicios no solo mejoran la fuerza física, sino que también aumentan la conciencia corporal, reduciendo el riesgo de caídas, especialmente en adultos mayores. La conexión mente-cuerpo es esencial para garantizar una movilidad segura.
Es recomendable que quienes deseen iniciar una rutina de fortalecimiento busquen la guía de profesionales de la fisioterapia. La técnica es fundamental para evitar lesiones y asegurar que los ejercicios se realicen de manera correcta.
Cuidar nuestras rodillas es un acto de previsión que puede tener repercusiones positivas en la calidad de vida. Al dedicar tiempo a fortalecer esta articulación, aseguramos nuestra capacidad de caminar, correr y vivir activamente en el futuro.
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