Marchan para pedir alto a las redadas y al odio
Trabajadores y líderes proinmigrantes y sindicales alzaron sus voces contra la campaña de deportación masiva de Trump

Cientos salen a marchar el sábado 4 de octubre contra las redadas migratorias en Los Ángeles. Crédito: Araceli Martínez Ortega | Impremedia
Desde el puente de la calle Sexta y al grito de ‘Sí se Puede’, cientos de angelinos marcharon hacia el centro de Los Ángeles este 4 de octubre para exigir un alto a las redadas migratorias y al odio desatado por la Administración Trump.
“Queremos decirle a este presidente corrupto, a este presidente cruel, a este presidente caótico, que somos muy poderosos. Somos el pueblo de los Estados Unidos y vamos a proteger a nuestras comunidades y a mantener unidas a nuestras familias”, clamó Angélica Salas, líder de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA).

Explicó que la Marcha del 4 de octubre, tiene que ver con que a partir del 1 de octubre, hay una inversión federal de $170,000 millones para detener a más inmigrantes y llevar a cabo más persecución de la comunidad.
“Sentimos que es muy importante denunciar lo que está pasando en el país, primero quitando los fondos a programas para la comunidad en educación y cuidado médico, mientras que se le asignan más recursos al Departamento de Seguridad Interna para que siga con su cacería de inmigrantes”.
Subrayó que tenemos a un presidente que ha destruido familias y su porvenir.
“Lo miramos cada día peor y peor, y más cercano a un dictador que está negando los derechos constitucionales a todos, no nada más a los inmigrantes sino a los ciudadanos”.

Así que la marcha, dijo, es para denunciar públicamente lo que está pasando, y evitar que se normalice esta situación.
“A nuestra gente le digo que la protección está en la comunidad, y les pido que no se aíslen, busquen a su parroquia, su sindicato, su organización proinmigrante. Este es un momento en el que tenemos que defendernos unos a los otros. Es muy natural tener miedo, pero es lo que quieren. Nos quieren tener aterrorizados, y está bien ser cautelosos pero también asegurar que nos unamos en comunidad, porque eso es lo que nos va a salvar”.

Llamado a no tener miedo
El presidente de SEIU-USWW, David Huerta, quien en junio pasado fue encarcelado varios días cuando intentó evitar que los agentes de migración se llevaran detenida a una mujer inmigrante en el Distrito de la Moda de Los Ángeles, dijo que quiere decirle al pueblo que no tengan miedo y que deben seguir luchando.
“Nosotros tenemos que luchar hombro a hombro, protegernos y mandar al mensaje de rechazo a la agenda del presidente Trump”.
Huerta dijo que la mano de obra del inmigrante es esencial, por lo que llamó a mantener la unidad y protegernos entre nosotros.
“Hoy el mensaje que queremos mandar es que no tengan miedo, cuando estamos unidos, estamos más protegidos”.

No los van a intimidar
Martha Arévalo, directora de la organización CARECEN en Los Ángeles, dijo que esta semana es el inicio de un nuevo año fiscal y un nuevo presupuesto federal.
“Es un momento aterrador, y somos testigos de las enormes amenazas a nuestra democracia, la corrupción rampante y la anarquía en todos los niveles de gobierno”.
Recordó que la Corte Suprema falló a favor de la Administración Trump, una vez más, contra los inmigrantes venezolanos y haitianos protegidos por el Estatus de Protección Temporal (TPS).
“Esta decisión pone a 600,000 personas en riesgo inmediato de deportación y a sus familias de ser separadas”.

Advirtió que no se quedarán callados ni se dejarán intimidar.
“Vamos a luchar por que se restablezcan las protecciones para los venezolanos y haitianos, y estamos aquí para exigir el fin de los ataques del gobierno federal, las constantes separaciones familiares y la horrible discriminación racial contra las personas de color durante estas redadas”.
Arévalo llamó a no perder la esperanza, y a levantarse y luchar, porque juntos y unidos, “defenderemos a nuestras familias y a nuestro país”.

Compromiso de trabajo
María Miranda, vicepresidente del sindicato de maestros UTLA, dijo que la violencia de la Administración actual ha afectado de manera negativa a estudiantes, educadores y comunidades del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD).
“Nuestros estudiantes no están bien. Nuestros educadores no están bien. Y las familias actualmente detenidas definitivamente no están bien”.
Dijo que los maestros se quedan mirando sus escritorios vacíos y se preguntan si esos niños regresarán alguna vez.
“Nuestros consejeros han tenido que mantener conversaciones imposibles, aterrorizados por la desaparición de los estudiantes, y nuestro personal de apoyo ha trabajado incansablemente para intervenir cuando una familia se ve destrozada, asegurándose de que los niños tengan comida, estabilidad y cuidado”.

Sostuvo que esta situación es traumática y no pueden imaginar el impacto para toda la vida que tendrá en los estudiantes.
“La violencia y las redadas tienen que parar. Solo podemos detenerlas si nos mantenemos unidos contra este odio”.
Trajo a la memoria como en febrero de este año, cuando la administración Trump anunció su maquinaria de deportación masiva, los estudiantes de Los Ángeles salieron a protestar.
“La UTLA se compromete a continuar su trabajo por la justicia migratoria a través de nuestra demanda por el bien común. Nos comprometemos a trabajar con el distrito para brindar más recursos y protección a nuestros educadores, estudiantes y familias. Debemos ser fuertes y firmes y decir: educación, no deportación”.

Frente al terror la unión
Mark De León, líder juvenil del Garment Work Center dijo que todos los días mira a muchos costureros con miedo de ser secuestrados en las redadas de migración en Los Ángeles mientras que las marcas de ropa les roban sus salarios.
“Los trabajadores de la costura son blanco de la campaña de Trump por su color de piel y su estatus migratorio”.
Ahondó que su comunidad tiene miedo de ir a trabajar, de ir a la Iglesia y salir a la calle, y vivir libremente en donde consideran su hogar.
“Como niño, no debería preocuparme de que alguien de mi comunidad o de mi familia sea secuestrado por hombres con máscara”.

Dijo que estos ataques deben terminar, por lo que seguirán luchando y organizándose para poner fin a las redadas.
Y a puro pulmón gritó a la multitud reunida: “Pueblo unido, jamás será vencido”.
Los manifestantes, mayormente trabajadores sindicalizados del SEIU-USWW que son conserjes, oficiales de seguridad, empleados de estadios y de aeropuertos en Los Ángeles marcharon una milla y media portando pancartas y mantas con la exigencia de ciudadanía y de repudio a las acciones de la Administración Trump contra los inmigrantes.