Tasas de diagnóstico de autismo son más altas entre niños nacidos de madres que tuvieron COVID durante el embarazo
El riesgo es mayor para aquellos que contrajeron la infección durante el tercer trimestre de embarazo
La vacunación sigue siendo importante como forma de prevención. Crédito: Anuta23 | Shutterstock
Investigadores del Hospital General de Massachusetts han realizado un análisis exhaustivo de más de 18,000 nacimientos para evaluar la asociación entre la infección por COVID-19 en madres embarazadas y el diagnóstico de trastornos del neurodesarrollo en sus hijos.
Los hallazgos indican que niños nacidos de madres que contrajeron COVID-19 tienen un 1.3 veces más de probabilidades de ser diagnosticados con trastornos como el autismo y problemas en el desarrollo del habla y la función motora.
Notablemente, el riesgo es mayor para aquellos que contrajeron la infección durante el tercer trimestre de embarazo.
Trastornos puntuales encontrados
Los diagnósticos más comunes incluyeron autismo y trastornos en el desarrollo del habla y la función motora.
Autismo: 2.7% de niños con madres infectadas versus 1.1% con madres no infectadas.
Trastornos del desarrollo motor y del habla: más comunes entre aquellos con antecedentes de infección materna.
Implicaciones para los padres
La Dra. Lydia Shook, especialista en medicina materno-fetal del Hospital General de Massachusetts y autora principal del estudio, enfatizó en un comunicado de prensa la importancia de que los padres estén informados sobre los riesgos potenciales relacionados con el neurodesarrollo infantil tras una infección por COVID-19 durante el embarazo.
Preparar a los padres para abogar por evaluaciones y apoyos adecuados es esencial.
Diagnósticos de autismo en EE.UU.
En 2022, 1 de cada 31 niños en EE.UU. fue diagnosticado con autismo, según los Centros para el Control y la prevención de Enfermedades (CDC), una tendencia creciente atribuida a una mejor detección de la afección, acota CNN.
Este estudio proporciona una nueva perspectiva sobre contribuyentes potenciales a este aumento.
Riesgos y prevención
Las investigadoras destacan la importancia de mitigar la infección por COVID-19 en mujeres embarazadas, sugiriendo un vínculo directo entre las infecciones durante el embarazo y el desarrollo cerebral fetal.
Esto se vuelve crucial dado el descenso de la confianza pública en las vacunas.
Este estudio aporta evidencia adicional sobre los peligros de la COVID-19 en el embarazo, sugiriendo que la prevención de la infección debe ser una prioridad, no solo para la salud materna, sino también para el neurodesarrollo de los niños.
Signos de atención sobre problemas de neurodesarrollo en niños
Los padres deberían estar alertas a varios signos y síntomas que pueden indicar problemas de neurodesarrollo en sus hijos, especialmente si se presentan retrasos o dificultades en hitos clave del desarrollo. Entre los signos más importantes están:
- Retrasos en habilidades motoras fundamentales como no poder sentarse, gatear o caminar a la edad esperada (por ejemplo, no sentarse más allá de los 9 meses o no caminar más allá de los 18 meses).
- Dificultades en la comunicación, incluyendo problemas para decir las primeras palabras, formar frases, comprender instrucciones simples, ausencia de contacto visual o falta de respuesta al nombre a los 18 meses.
- Comportamientos inusuales como movimientos repetitivos, patrones restrictivos o inflexibilidad marcada en la rutina y dificultades en el juego social.
- Poca interacción social, falta de interés en el entorno, aislamiento o dificultades para establecer relaciones.
- Problemas para controlar emociones, dificultad para concentrarse y comportamientos impulsivos o excesiva energía (como en el TDAH).
- Falta de respuesta a estímulos visuales o auditivos, así como anormalidades en el tono muscular o reflejos.
- Pérdida de habilidades previamente adquiridas o desarrollo asimétrico del movimiento.
- Tamaño de la cabeza anormal para la edad, es decir, microcefalia o macrocefalia que puede indicar problemas en el desarrollo cerebral.
Estos signos suelen ser visibles en los primeros años de vida y su detección temprana es crucial para una intervención oportuna que mejore el pronóstico. Los especialistas recomiendan que ante la presencia de cualquiera de estas señales se realice una valoración por un profesional en neuropediatría o desarrollo infantil.
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