Un informe revela los brutales castigos del Comando Vermelho a quienes incumplen sus “reglas”
Desde golpizas y torturas hasta ejecuciones sumarias, el Comando Vermelho decide las sanciones a aplicar por supuestas faltas o incumplimientos de las normas
Autoridades reconocen la dificultad de actuar en las favelas, donde la facción impone su ley y limita la presencia policial. Crédito: Silvia Izquierdo | AP
Una investigación del Ministerio Público de Río de Janeiro reveló los métodos de tortura y castigo aplicados por el Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil, que mantiene el control de vastas zonas en las favelas cariocas a través del miedo y la violencia.
Según el informe del Grupo de Actuación Especial de Combate al Crimen Organizado (Gaeco), los líderes del Comando Vermelho imponen castigos brutales tanto a miembros de la facción como a vecinos de las comunidades que están bajo su dominio. Las sanciones incluyen mujeres sumergidas en hielo, hombres arrastrados por las calles y víctimas golpeadas hasta perder el conocimiento, en ocasiones mientras los agresores graban los hechos para infundir terror en la población.
El documento, difundido por medios como O Globo y BBC, describe la existencia de los llamados “tribunales del tráfico”, estructuras internas donde los jefes de la organización deciden, sin intervención estatal, las sanciones físicas o humillaciones a aplicar por supuestas faltas, disputas o incumplimientos de las normas impuestas por la banda. En estos espacios se dictan desde golpizas y torturas hasta ejecuciones sumarias.
Entre los episodios documentados, uno muestra a una mujer sumergida en una bañera llena de hielo como castigo por ser “conflictiva en fiestas”. En el video, los agresores aseguran que prefieren ese método porque “no quieren golpear a las vecinas”. Otro registro evidencia cómo un hombre, atado y amordazado, es arrastrado por un automóvil hasta perder el conocimiento mientras ruega por su vida.
La cadena de mando del Comando Vermelho quedó reflejada en el expediente. Edgar Alves Andrade, alias Doca —actualmente prófugo—, figura como máximo responsable, mientras que Juan Breno Malta Ramos Rodrigues, conocido como BMW, lidera la Equipe Sombra, el grupo encargado de ejecutar las sanciones. En algunos casos, BMW participaba por videollamada durante los castigos, supervisando en tiempo real las agresiones y ordenando a las víctimas explicar los motivos de su sanción ante otros jefes, como Carlos Costa Neves, alias Gadernal.
El informe también identifica a Fagner Campos Marinho, alias Bafo, como uno de los principales ejecutores de las golpizas. En una grabación incluida en la denuncia, se le ve golpeando a una víctima ensangrentada mientras le pregunta: “¿Quieres morir?”. Las autoridades señalan que estos actos forman parte de un sistema disciplinario diseñado para reforzar la autoridad de los líderes y mantener el orden mediante el terror.
La investigación detalla que las prácticas violentas continúan siendo un mecanismo de control social y territorial en los complejos del Alemão y de la Penha, bastiones históricos del Comando Vermelho en Río de Janeiro. Además de su poder en el tráfico de drogas, la organización impone normas de convivencia, castiga transgresiones y restringe el acceso de las autoridades estatales, consolidando así un régimen paralelo de justicia.
El Ministerio Público destacó que la obtención de videos, testimonios y registros fortalece las investigaciones y permitirá responsabilizar penalmente tanto a los autores materiales como a los mandos superiores. Sin embargo, reconoció la dificultad de actuar en las favelas, donde la facción impone su ley y limita la presencia policial.
El expediente también vincula a BMW con el asesinato de tres médicos en un quiosco de Barra da Tijuca, al sur de Río, un ataque motivado por un error de identidad: las víctimas fueron confundidas con integrantes de una milicia rival. Según las pesquisas, los responsables materiales fueron ejecutados por la propia facción tras descubrir la equivocación.
Las autoridades concluyen que el régimen de castigos violentos sigue siendo una de las principales herramientas de control interno y externo del Comando Vermelho, una organización que combina tráfico de drogas, coerción social y poder territorial. Para el Ministerio Público, exponer estas prácticas resulta esencial para avanzar en la acción penal contra una estructura criminal que perpetúa su dominio en las favelas de Río de Janeiro mediante el miedo y la impunidad.
Sigue leyendo:
– Cómo drones y fusiles importados acaban en manos del Comando Vermelho en Brasil.
– Quién es “Doca”, el lider de Comando Vermelho que burló la operación policial más grande de Brasil.