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Lo que debes saber antes de contratar tu seguro de auto

Conocer sus límites, coberturas y cómo elegir la póliza adecuada puede marcar la diferencia entre una simple reclamación o una deuda que afecte tu patrimonio

La Chevrolet Captiva

La Chevrolet Captiva. Crédito: Chevrolet. Crédito: Cortesía

Contratar un seguro de auto en Estados Unidos no se trata solo de cumplir con la ley. En la práctica, la cobertura de responsabilidad civil es la que determina qué tan protegido estás si llegas a causar daños a terceros en un accidente. Aunque muchos conductores optan por el mínimo legal exigido por su estado, hacerlo puede ser un error costoso a largo plazo.

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La función de esta cobertura es clara: si provocas un accidente, el seguro se encarga de pagar los daños físicos o materiales a las víctimas. Sin embargo, no cubre los gastos propios, algo que muchos desconocen.

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Por eso, elegir la cantidad adecuada de cobertura es una decisión clave para tu estabilidad financiera.

¿Qué cubre realmente la responsabilidad civil?

Dentro de una póliza de auto, la responsabilidad civil se divide en dos partes principales:

  • Lesiones corporales (Bodily Injury Liability): paga los costos médicos, la pérdida de ingresos y los gastos legales de las personas afectadas en un accidente donde tú eres responsable.
  • Daños a la propiedad (Property Damage Liability): cubre los costos de reparación o reemplazo de bienes dañados, como otros vehículos, cercas o construcciones.

Cada estado tiene sus propios límites mínimos obligatorios, pero estos montos rara vez son suficientes para cubrir los gastos reales de un siniestro.

Por qué la cobertura mínima no es suficiente

Cumplir con los mínimos legales es lo más común, pero también lo más arriesgado. En muchos estados, la cobertura básica puede ser tan baja como $25,000 dólares por persona y $50,000 dólares por accidente para lesiones corporales. Estas cifras pueden agotarse en cuestión de horas si hay hospitalizaciones o múltiples heridos.

Si los costos superan los límites de tu póliza, deberás pagar el resto de tu propio bolsillo, lo que podría incluir facturas médicas, abogados o incluso indemnizaciones judiciales. Por eso, los expertos aconsejan contratar límites más altos, especialmente si tienes bienes importantes que proteger.

Un esquema de cobertura recomendado por muchos asesores es 100/300/100, es decir, $100,000 dólares por persona, $300,000 dólares por accidente y $100,000 dólares por daños a la propiedad. Con este nivel, tu seguro tendría margen suficiente para responder en la mayoría de los escenarios graves.

El Toyota bZ 2026, una gran opción en EE.UU.
El Toyota bZ 2026, una gran opción en EE.UU. Crédito: Toyota.
Crédito: Cortesía

Cómo elegir el nivel de protección adecuado

Elegir la póliza correcta depende de tu perfil financiero, estilo de vida y nivel de riesgo al conducir. Estos son algunos factores clave:

  • Tu capacidad económica: si posees casa, ahorros o inversiones, necesitas una cobertura más alta para evitar que tus bienes se vean comprometidos ante un reclamo legal.
  • Tu frecuencia y entorno de manejo: conducir en autopistas o zonas de tráfico intenso aumenta las probabilidades de accidente.
  • El tipo de vehículo: autos nuevos o de alto valor pueden causar daños más costosos, por lo que requieren coberturas más amplias.

Invertir un poco más en una buena póliza no solo brinda tranquilidad, sino que puede evitar pérdidas millonarias en caso de un siniestro grave.

Coberturas que complementan tu protección

Aunque la responsabilidad civil es el corazón del seguro, existen opciones adicionales que fortalecen tu póliza y amplían tu seguridad:

  • Cobertura integral y de colisión: protege tu propio vehículo en caso de accidente, robo, vandalismo o desastres naturales.
  • Protección contra conductores sin seguro (UM) o con seguro insuficiente (UIM): esencial para cubrirte si el culpable del accidente no tiene seguro o su cobertura no alcanza a cubrir los daños.
  • Pagos médicos (MedPay) o Protección contra lesiones personales (PIP): cubren tus gastos médicos y los de tus pasajeros, sin importar quién tuvo la culpa.

Aunque estas opciones aumentan ligeramente la prima, el costo adicional es mínimo frente a los posibles gastos que podrían evitar.

La referencia del Hyundai Tucson 2025
La referencia del Hyundai Tucson 2025. Crédito: Hyundai.
Crédito: Cortesía

Consejos antes de contratar tu póliza

Antes de firmar cualquier contrato, compara al menos tres aseguradoras diferentes. Evalúa no solo el precio, sino también los límites de cobertura, deducibles, reseñas del servicio al cliente y facilidad de reclamos.

Las plataformas en línea de la mayoría de las compañías permiten simular diferentes escenarios y ver cómo varía la prima mensual según el nivel de protección que elijas. No te dejes llevar solo por el precio más bajo: una cobertura barata puede salir muy cara si ocurre un accidente.

También es recomendable revisar tu póliza cada año o cuando cambien tus circunstancias —por ejemplo, si compras una casa, un auto nuevo o comienzas a conducir con más frecuencia—, ya que tus necesidades de protección pueden variar.

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