Excederse en el consumo de alcohol aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares
En 2024, 29.7 millones de personas mayores de 12 años padecían un trastorno por consumo de alcohol, resultando en deterioro físico o mental
17% de los adultos en EE.UU. consume alcohol en exceso de forma habitual. Crédito: Kydroon | Shutterstock
El consumo excesivo de alcohol se define como la ingesta regular de tres o más bebidas alcohólicas al día. Este patrón ha sido objeto de estudio reciente, evidenciando su impacto perjudicial en la salud cerebral.
Es de destacar que aproximadamente el 17% de los adultos en Estados Unidos consume alcohol en exceso de forma habitual y el 6% bebe en exceso, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Asimismo, en 2024, unos 29.7 millones de personas mayores de 12 años padecían un trastorno por consumo de alcohol, resultando en deterioro físico o mental.
De acuerdo al estudio, “las personas que bebían un promedio de tres vasos de alcohol al día sufrieron hemorragias cerebrales, en promedio, 11 años antes que las personas que bebían menos”, afirma el Dr. M. Edip Gurol, autor principal de la investigación.
Impacto en la salud cerebral
Accidente cerebrovascular hemorrágico. Esta condición ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, provocando una fuga de sangre que daña el tejido cerebral. Representa entre el 15% y 20% de todos los derrames cerebrales.
Cada año, aproximadamente 795,000 estadounidenses sufren un derrame cerebral, con un 10% de estos clasificándose como hemorrágicos.
“Desafortunadamente, cualquiera, incluso los niños, puede sufrir un accidente cerebrovascular hemorrágico. Pero los riesgos aumentan rápidamente con la edad, especialmente después de los 55 años”, afirmó Elkind, profesor emérito de neurología y epidemiología de la Universidad de Columbia, recogió el medio de comunicación CNN.
“Otra causa importante de accidentes cerebrovasculares en personas jóvenes es el consumo de sustancias ilícitas: no solo el alcohol, sino también el consumo de cocaína, metanfetamina y otros estimulantes, heroína y otras drogas inyectables, pueden provocar accidentes cerebrovasculares y hemorragias cerebrales”, agregó Elkind.
El estudio, que analizó datos de 1600 adultos, subraya la necesidad de una investigación prospectiva para obtener evidencias más precisas sobre el consumo de alcohol previo a los eventos hemorrágicos.
Consumo de alcohol y salud mental
El consumo de alcohol afecta la salud mental a largo plazo de varias maneras negativas. El alcohol es un depresor del sistema nervioso central que altera neurotransmisores del cerebro, disminuyendo la concentración, el autocontrol, alterando el juicio y generando cambios en el estado de ánimo y la conducta. El consumo repetido daña la estructura cerebral, especialmente el lóbulo frontal, hipocampo, cerebelo y sistema límbico, afectando funciones cognitivas, emocionales y de comportamiento.
A largo plazo, el alcohol puede provocar deterioro cognitivo progresivo, problemas de memoria, trastornos del sueño, fatiga mental, menor plasticidad cerebral y un riesgo elevado de demencia y otros trastornos mentales como depresión, ansiedad y psicosis. También puede generar síndrome de Wernicke-Korsakoff, alteraciones emocionales como cuadros depresivos, ansiedad y mayor riesgo de suicidio.
Incluso, el consumo prolongado puede dañar circuitos cerebrales esenciales para la toma de decisiones, lo que genera dificultades en comportamientos y puede perpetuar el abuso. Personas con consumo excesivo a menudo muestran inmadurez emocional, alteración de la realidad y autodesconfianza, agravando la salud mental.
Síntomas de un accidente cardiovascular hemorrágico
Los síntomas tempranos de un accidente cerebrovascular hemorrágico incluyen:
- Dolor de cabeza severo, repentino e intenso, muchas veces descrito como el peor dolor de cabeza de la vida.
- Entumecimiento o debilidad repentina en la cara, brazo o pierna, especialmente en un lado del cuerpo.
- Dificultad súbita para hablar o entender el lenguaje.
- Confusión repentina.
- Problemas repentinos para ver con uno o ambos ojos.
- Pérdida de equilibrio, mareos y dificultades para caminar o coordinar movimientos.
- Náuseas o vómitos.
- En casos más graves, puede haber pérdida de conciencia o coma.
Estos síntomas suelen aparecer de forma súbita, y ante cualquiera de ellos es imprescindible buscar atención médica inmediata para evitar secuelas graves o la muerte.
Recomendación para la prevención
Control de presión arterial. Es fundamental para prevenir accidentes cerebrovasculares.
Hábitos saludables. Incluyen el ejercicio aeróbico y una dieta mediterránea para mejorar la salud cardiovascular.
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