Nueva calculadora de riesgo en línea puede predecir enfermedades cardíacas desde 30 años antes
Expertos señalan que condiciones como la presión arterial alta, diabetes y colesterol elevado pueden comenzar a manifestarse en la juventud
Icono de atención médica relacionado con chequeos anuales. Crédito: Bird stocker TH | Shutterstock
Un reciente estudio publicado en la revista del Colegio Americano de Cardiología revela una calculadora de riesgo cardíaco en línea destinada a ayudar a los adultos jóvenes a evaluar su probabilidad de desarrollar enfermedades cardíacas en los próximos 30 años.
Esta innovadora herramienta gratuita, desarrollada por investigadores de la Universidad Northwestern, diseñada para adultos de entre 30 y 59 años, permite a los usuarios conocer su riesgo a largo plazo, un enfoque más amplio que las evaluaciones tradicionales que solo se centran en un plazo de 10 años.
Es importante porque ocuparse solo de la salud cardíaca cuando se sea mayor puede ser demasiado tarde, consideran los especialistas. Esto pese a que la edad promedio para el diagnóstico de enfermedades cardíacas en Estados Unidos suele rondar los 60 años para los hombres y los 70 para las mujeres,
Factores de riesgo
Expertos señalan que condiciones como la presión arterial alta, diabetes y colesterol elevado pueden comenzar a manifestarse en la juventud.
Pese a que las muertes por infartos han disminuido, las enfermedades cardíacas continúan siendo la principal causa de muerte en los EE.UU.
Es crucial que las personas jóvenes tomen medidas preventivas, tales como mejorar su alimentación y aumentar la actividad física.
El Dr. Manesh Patel, jefe de la división de cardiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, declaró a NBC News que “los jóvenes de hoy en día tienen más riesgo o afecciones cardiovasculares que en el pasado”.
Diferencias de riesgo entre géneros
Los hallazgos del estudio indican que los hombres presentan un riesgo a largo plazo más elevado que las mujeres en todas las edades.
Esta disparidad en los riesgos se refleja en las estadísticas, resaltando la necesidad de un enfoque de salud cardiovascular adaptado a la población masculina.
Importancia de la prevención temprana
Los especialistas recomiendan que la prevención de enfermedades cardíacas debe empezar en la juventud.
Los doctores enfatizan que los hábitos saludables adoptados ahora pueden tener efectos significativos en el futuro, planteando el riesgo cardíaco como un asunto que debe ser considerado con la misma seriedad que la planificación para la jubilación.
Síntomas tempranos de enfermedades cardíacas
Los síntomas tempranos de enfermedades cardíacas en jóvenes incluyen dolor o malestar en el pecho, que puede sentirse como presión, opresión o tensión. También son comunes síntomas digestivos como náuseas o vómitos, mareos o vértigo, sudores fríos, fatiga extrema inexplicable, y ansiedad o ataques de pánico.
Otros signos pueden ser dolor en el cuello, mandíbula, brazos, dificultad para respirar, palpitaciones o arritmias, inflamación en extremidades y desmayos o sensación de aturdimiento.
Estos síntomas no siempre son los clásicos de adultos mayores, por lo que reconocerlos a tiempo es crucial para buscar atención médica inmediata.
Impacto de la actividad física
La actividad física regular tiene un impacto muy positivo y amplio en la salud cardíaca a largo plazo. Beneficia al sistema cardiovascular al fortalecer el corazón y hacerlo más eficiente. Entre los principales efectos están:
- Disminución de la frecuencia cardíaca en reposo, lo que indica un corazón más fuerte que necesita menos esfuerzo para bombear la sangre.
- Aumento del volumen de sangre que el corazón expulsa con cada latido, mejorando la circulación y la oxigenación de los tejidos.
- Estimulación de la circulación sanguínea en el músculo cardíaco y en todo el cuerpo.
- Reducción de la presión arterial, lo que disminuye el riesgo de hipertensión y enfermedades cardíacas relacionadas.
- Mejora en los niveles de colesterol, aumentando el colesterol “bueno” (HDL) y reduciendo el colesterol “malo” (LDL) y triglicéridos, previniendo la formación de placas y aterosclerosis.
- Evita la formación de coágulos en arterias, lo que reduce el riesgo de infartos e ictus.
- Favorece el mantenimiento de un peso saludable y mejora la sensibilidad a la insulina, reduciendo riesgos de diabetes tipo 2.
Además, la actividad física contribuye a mejorar la calidad de vida general, con mayor energía, mejor ánimo y menor riesgo de enfermedades crónicas. Es especialmente útil para prevenir enfermedades cardíacas, incluso para personas que ya tienen antecedentes, siempre bajo supervisión médica en estos casos. Los ejercicios cardiovasculares son los más efectivos, aunque el entrenamiento de fuerza también aporta beneficios significativos para la salud cardíaca a largo plazo.
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