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5 trucos para cocinar el pavo de Thanksgiving y que quede perfecto, según chefs

Varios chefs comparten técnicas para lograr un pavo jugoso, tierno y bien cocido en Thanksgiving, desde la salmuera hasta el ahumado o la fritura

Un pavo bien cocinado y jugoso es el principal atractivo en cualquier cena de Thanksgiving.

Un pavo bien cocinado y jugoso es el principal atractivo en cualquier cena de Thanksgiving. Crédito: 1st footage | Shutterstock

Para muchos ambiciosos culinarios, cocinar el pavo de Thanksgiving es uno de los grandes retos de la temporada. No solo se trata de presentar un plato atractivo, sino de lograr que la carne quede jugosa, con buena textura y bien sazonada.

Aunque cada hogar tiene sus tradiciones, varios chefs comparten técnicas profesionales que pueden elevar el resultado final.

Sus recomendaciones parten de la experiencia, pero también recuerdan que existen diferentes métodos y que siempre habrá gustos personales.

5 trucos o técnicas para cocinar tu pavo de Thanksgiving

1. Colocar el pavo en salmuera para asegurar jugosidad

Uno de los consejos más repetidos entre los chefs es usar salmuera. Tratar la carne con sal o una mezcla de agua salada ayuda a condimentar, romper proteínas y obtener una textura más tierna.

Mari Katsumura, chef ejecutiva y pastelera de Yūgen, en Chicago, comentó a Business Insider que recomienda dejar el pavo en salmuera al menos 12 horas. Sin embargo, otros consideran que, mientras más tiempo, mejor: 24 o hasta 48 horas.

También puedes agregarle salsa de soya, cítricos, vino y hierbas, logrando una salmuera aromática y profunda.

2. Deshuesar o abrir el pavo para una cocción uniforme

Muchos cocineros coinciden en que un pavo sin columna o abierto estilo mariposa se cocina mejor. Chris Morgan, chef de Bammy’s. en Washington DC, retira la espina dorsal, aplana el ave y la cocina lentamente.

Primero cubre el pavo con un paño durante varias horas y luego sube la temperatura para obtener una piel dorada.

Por su parte, Andrew Zimmerman, el chef ejecutivo de Sepia, en Chicago, también prefiere este método: separa las piernas y muslos, los cura con hierbas y los cocina en grasa de pato. Luego asa la pechuga por separado.

Aunque implica más pasos, da como resultado un pavo cocido de forma uniforme y con distintas partes perfectamente preparadas.

3. Freír el pavo para una piel crujiente y carne jugosa

Curtis Stone, quien dirige Maude and Gwen, en Los Ángeles, se volvió un defensor de freír el pavo tras hacerlo una vez. La cocción en aceite evita que la carne se seque y agiliza el proceso.

El chef recomienda secar el pavo en el refrigerador durante un par de días antes de freírlo y mantener una temperatura de aceite moderada, ajustada al tamaño del ave.

El tiempo estimado es de unos 35 minutos, pero la seguridad es clave: la recomendación es hacerlo al aire libre y con ollas diseñadas específicamente para pavos.

4. Ahumar el pavo para un sabor más profundo

Ahumar el pavo es otra técnica popular. Morgan sugiere mantener la temperatura entre 225 y 250 °F para lograr un acabado dorado y tierno.

También indica que se debe retirar el ave cuando la carne oscura alcance los 71 °C, y dejar reposar antes de cortar para permitir que los jugos se distribuyan.

Este método aporta un sabor ahumado característico y una textura menos propensa a secarse.

5. Asarlo boca abajo para conservar los jugos en la pechuga

Beverly Kim, quien dirige el restaurante Parachute, en Chicago, encontró este truco por accidente: cocinar el pavo boca abajo durante la mitad del tiempo. Esto permite que los jugos se acumulen en la pechuga, que suele ser la parte más seca. En la etapa final, recomienda girar el ave y subir la temperatura para obtener una piel dorada.

Es una técnica sencilla que mejora la humedad interna y evita que la pechuga quede seca.

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