Más allá de las fiestas y vacaciones: hacer el bien también nos hace sentir bien
La filantropía influye en el bienestar al generar satisfacción, reducir la depresión y aumentar la satisfacción vital tanto en donantes como en receptores
Voluntariado en Navidad. Crédito: cc-images | Shutterstock
La temporada navideña es por excelencia un momento para dar gracias y regalos. El aumento en el voluntariado durante la misma destaca la importancia de retribuir a la comunidad. Los bancos de alimentos, los servicios que entregan comidas a personas mayores y otras organizaciones benéficas estadounidenses suelen tener su máximo auge entre el Día de Acción de Gracias y fin de año.
Alfred Del Grosso, un voluntario en Shepherd’s Table, un banco de alimentos en Silver Spring, Maryland, expresa que ayudar a otros fortalece su conexión con la comunidad local, recoge Associated Press (AP).
En este sentido, investigaciones indican que la gratitud empuja a las personas a actuar generosamente. Expertos, como la psicóloga Sarah Schnitker, de la Universidad de Baylor, subrayan la relación entre el agradecimiento y el altruismo, especialmente durante las festividades.
“Cuando nos sentimos agradecidos por todo lo que tenemos, eso nos motiva a hacer cosas buenas para otras personas que nos han ayudado y también a hacer cosas buenas para nuevas personas”, dice Schnitker.
Festividades y su conexión con la generosidad
Las celebraciones de diversas culturas, como el Divali en Hinduismo o el Ramadan para los musulmanes, enfatizan la importancia de la gratitud y el servicio comunitario, reflejando tendencias cooperativas profundas en la humanidad.
El propósito común de estas temporadas, que también incluyen actos de servicio no religiosos, es reforzar nuestras tendencias naturales de cooperación, afirmó a AP Amrisha Vaish, psicóloga del desarrollo de la Universidad de Virginia.
El acto de dar no solo beneficia a la comunidad, sino que también enriquecer la vida del voluntario. La ex enfermera Mia Thelen relata cómo su labor en la Cruz Roja le ha proporcionado un sentido de propósito y nuevas habilidades.
“Es una buena manera de pasar el tiempo, haciéndoles la vida un poco más fácil a los demás”, señala Thelen.
Filantropía y bienestar propio
La filantropía influye positivamente en el bienestar humano al generar satisfacción personal, reducir síntomas de depresión y aumentar la satisfacción vital tanto en donantes como en receptores. Estudios muestran que actos como el voluntariado y las donaciones caritativas están asociados con mayor bienestar psicológico, incluyendo autoconfianza, relaciones positivas y propósito en la vida. Este impacto se explica por teorías como el altruismo y el “brillo cálido”, donde dar produce recompensas emocionales internas.
Beneficios para donantes:
El voluntariado tiene un efecto ligeramente mayor que las donaciones monetarias en el bienestar, elevando relaciones positivas. Las personas filantrópicas reportan menor estrés, mayor autoestima y longevidad asociada a actividades regulares de generosidad. Estas prácticas fomentan endorfinas y un sentido de logro, mejorando la salud mental general.
Impacto en receptores y sociedad:
Para receptores, la filantropía proporciona acceso a educación, salud y apoyo, transformando vidas y generando ondas de cambio social. Contribuye a sociedades más justas al abordar desigualdades en salud y bienestar durante crisis como la COVID-19. Ambos lados experimentan mayor felicidad y cohesión comunitaria.
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