Los hábitos del buen conductor
Si pasas tanto tiempo en el auto, por lo menos pásalo lo mejor que se pueda.
Estar al volante de un auto siempre es una gran responsabilidad. Por lo mismo, existen “códigos” muy claros que no se deben pasar por alto y que todos los que manejamos debemos conocer, pero, sobre todo, respetar. Hoy no vamos a tocar apartados como el de no mezclar el alcohol con el volante o cosas como el ir utilizando el teléfono móvil mientras manejamos… digamos que son bastante obvios. Vayamos un paso más allá, pongamos atención a los pequeños detalles y tendremos viajes más seguros.
Atención a tu auto
Si tu auto se comporta “extraño”, hay que prestarle atención. Un nuevo ruido, un rechinido desconocido, un golpeteo al arrancar y detalles de ese tipo, si no son atendidos, se pueden complicar. Es mejor una revisión a tiempo.
Seamos considerados
El respeto cuando manejamos es la fórmula hacia el éxito… el problema es que muy pocos lo aplican. Si en el cine no nos metemos en la fila, ¿por qué hacerlo en el auto cuando los demás están formados? Pensemos de manera lógica: aunque tengamos la luz verde, pero no hay suficiente espacio para no quedar estorbando el cruce… pues no avancemos. Así de fácil.
Atención al camino
Si estamos perdiendo concentración con algún objeto que tenemos suelto dentro del auto o con elementos como la sintonía del radio, estaremos dejando de prestar toda la atención a lo verdaderamente relevante: el camino y sus “pruebas”. Hay que anticiparnos siempre a lo que podría ocurrir, tener una visión global, ir un paso delante de los demás, etc. Así siempre saldremos bien librados.
Las reglas no son para romperse
Muchas veces nos parece exagerado el límite de velocidad o la cantidad de topes, pero es que no entendemos la importancia de tener el control total del auto en todo momento. Si todos somos capaces de ir con el reglamento, seguro los accidentes bajarían de manera dramática.
Dejemos saber lo que vamos a hacer
Utilicemos las luces direccionales, las intermitentes, pidamos permiso para pasar, etc. Así como esperamos que esas señales sean recibidas y entendidas, hagamos lo mismo del otro lado. Dejemos dar vuelta o incorporarse a ese auto que nos lo indica con la luz. No perdemos nada y sí ganamos mucho.
Extra: Mejor con el especialista
No llevemos nuestro auto al concesionario por cualquier problema. Además de que hay especialistas que saben más, el precio por repararlo es otro. Algunos ejemplos de lo anterior pueden ser: recarga del gas para airea condicionado, alineación y balanceo, cambio de aceite, etc.