Nairo Quintana vuela en la escalada del Giro y se enfunda la ‘maglia’ rosa

El colombiano es líder y dedicó su esfuerzo a las madres y a todo Latinoamérica

Ciclismo

El ciclista colombiano Nairo Quintana celebra en el podio su maglia rosa de líder del Giro de Italia. Crédito: ALESSANDRO DI MEO | EFE/EPA

El colombiano Nairo Quintana (Movistar) acudió puntual y poderoso a la cita de los escaladores en el temible Blockhaus, en cuya cima dio un doble golpe tras un vuelo en solitario que le permitió enfundarse la ‘maglia’ rosa de líder del Giro.

Un golpe de autoridad facilitado por la mala suerte de dos rivales directos, el español Mikel Landa y el británico Geraint Thomas (Sky), eliminados a 14 kilómetros de meta por una caída provocada por la moto de un policía mal aparcada en el borde de la carretera.

Con el Sky descabezado, Quintana se ocupó de continuar la estrategia de su equipo y de asestar un golpe definitivo a 4,8 de meta, cuando el cóndor boyacense abrió las alas en solitario hasta anidar en la cima del Blockhaus, “el búnker“, donde alzó los brazos con un adelanto de 24 segundos sobre sus primeras víctimas, el francés Thibaut Pinot (Francaise) y el holandés Tom Dumoulin (Sunweb).

Fueron los primeros del estropicio, aunque ambos salvaron la jornada, sobre todo Dumoulin, que podrá lucirse en la crono de 40 kilómetros del martes e incluso pelear la ‘maglia’ rosa de Nairo.

Mayor peaje pagaron Mollema, a 49 segundos del colombiano, y Nibali, a un minuto, desfondado desde lejos. Dos minutos y 14 segundos cedió el ruso Zakarin y más de cuatro Geraint Thomas, ya eliminado en la general.

Y en el colmo de la desgracias se situó Mikel Landa. De colíder al limbo. El español, descorazonado, cruzó la raya a 27 minutos. Adiós al Giro.

Una jornada “unipuerto“, corta pero peligrosa por el muro final en el Blockhaus, primera cita seria del Giro después de 9 días de reposo activo. Marcada por los favoritos, y señalada a fuego por el Movistar y el propio Quintana, quien ya había avisado de que habría diferencias en el “Alpe D’Huez italiano“, donde esperaban 13 kilómetros al 8,4 por ciento sin apenas descanso, muy similar al coloso de los Alpes.

El Movistar empezó con las pilas puestas desde la salida del hotel. Las ideas claras: control de la etapa y en el puerto final colocar a tres ayudantes a Quintana para dinamitar la carrera. Dicho y hecho. Un trabajo de diseño, con la firma preparada para el colombiano, que apareció en su momento para mostrar sus poderes.

Los hombres de Arrieta persiguieron a los osados que salieron en fuga, de nuevo con Luis León en la salsa, y con Omar Fraile en la docena de aventureros.

Como estaba escrito no fueron lejos. A 22 de meta el pelotón ya rodaba compacto y con las orejas tiesas esperando el coloso de los Montes Abruzzos, en Los Apeninos, donde se estrenó en una carrera grande, en 1967, un tal Eddy Merckx, y donde también dejó su sello el español José Manuel Fuente en 1972, el “Tarangu”.

Gloria para Nairo, de 27 años, ganador del Giro 2014, ahora dispuesto a afrontar la crono del martes con esperanzas de conservar el liderato, ya que el recorrido no le resulta demasiado adverso.

Podrá defender 28 segundos sobre Pinot y 30 respecto a Dumoulin, ahora su principal enemigo. Thomas y Adam Yates, en 5 minutos. La desgracia se cebó con algunos candidatos. Polémica en el Giro.

El Giro del Centenario disfrutará este lunes de la segunda jornada de descanso y volverá a escena el martes con una contrarreloj de 39,8 kilómetros, de perfil ascendente al final que puede pasar factura después del día de reposo.

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