El reto de Guatemala con sus ciudadanos indígenas que viven en Florida
Mayas guatemaltecos llegaron a Florida durante el genocidio de los años ochenta. Abren nuevo consulado en Palm Beach
MIAMI — Mario René Azmitia, titular del recién inaugurado consulado de Guatemala en Lake Worth, condado estadounidense de Palm Beach, enfrenta el reto de servir a una gran población indígena guatemalteca en esa zona del sur de Florida.
Azmitia, quien tomó posesión en abril, dijo hoy a Efe que la mayoría de los aproximadamente 50.000 guatemaltecos que viven en ese condado son inmigrantes indígenas de los estados de Huehuetenango y San Marcos, que hablan especialmente el q’anjob’al y mam.
Se calcula que en toda Florida residen 90.000 guatemaltecos.
En unas declaraciones a Efe, Azmitia dijo hoy que documentar a esta población va a significar un avance importante para ellos en su deseo de establecerse en Estados Unidos, pero también para otorgar la ciudadanía a aquellos hijos de guatemaltecos nacidos en Estados Unidos.
Nuestro Cónsul de @GTLakeWorth Compartió hoy con niños guatemaltecos en la South Grade Elementary de Lake Worth, fue una grata convivencia! pic.twitter.com/3HLj2Nvwba
— MINEX Guatemala 🇬🇹 (@MinexGt) May 22, 2017
Azmitia, quien precisó que su país permite la doble ciudadanía, dijo que la comunidad guatemalteca en la región ya no tendrá que ir a Miami para obtener sus pasaportes, cédulas y certificados de nacimiento, ni para realizar otros trámites consulares.
Esta semana el cónsul visitó la escuela de South Grade Elementary, que tiene entre sus alumnos a niños indígenas que están aprendiendo a hablar el inglés.
“Hay muchos hijos de guatemaltecos, tuvimos la oportunidad de compartir con ellos, y las autoridades estaban contentas que el consulado se haya acercado”, expresó el cónsul.
Por otro lado, el diplomático señaló que aún continúan las investigaciones por el asesinato del guatemalteco Onésimo López-Ramos, en Júpiter, a 25 millas al norte de Lake Worth, donde se concentra la mayoría de guatemaltecos del condado.
El crimen del inmigrante indocumentado, ocurrido el 18 de abril de 2015, ha sido considerado de “odio” tras la denuncias de las autoridades del condado de Palm Beach, que recogieron versiones de testigos que señalaron que los agresores habían dicho que salieron “a cazar guatemaltecos”.
Desde la llegada masiva de mayas guatemaltecos a Florida, espantados por el genocidio en los años ochenta, esta comunidad enfrenta las dificultades propias de los inmigrantes, y otras relacionadas con su herencia indígena, pues muchos de ellos no hablan español.