Pacquiao vs. Horn: El profesor australiano prepara sorpresa para el filipino
Pelean este sábado por el título de peso Wélter de la OMB
Para muchos es un rival más, uno que no tiene chance de frenar al “Pacman”. Eso le quita presión al joven Jeff Horn.
Enfrentar a un contrincante de la calidad de Manny Pacquiao no se da todos los días, pero Horn está tranquilo. Espera que el filipino salga confiado y amenaza con sorprenderlo en el ring.
Horn es un muchacho de 29 años que toda su carrera la ha realizado en Oceanía, ya sea peleando en Nueva Zelanda o Australia, y ahora “Pacman” accedió a ir a defender su corona en la lejana Australia ante alrededor de 50 mil personas en el Suncorp Stadium de la ciudad de Brisbane.
Una oportunidad que le llega del cielo a Horn: es su primera pelea estelar y, además, estará ante su gente, su ambiente, su horario, algo que espera aprovechar ante el campeón Welter de la OMB.
“Sé que tengo condiciones de ganar. Sé que puedo, lo hizo Juan Manuel Márquez, lo noqueó, así que confío en mis puños, sé que puedo sorprenderlo, y vamos a aprovechar la ventaja de que estamos en casa”, apuntó Horn en un comunicado.
Jeff tiene sólo 17 peleas como profesional, por más de 60 de su rival. Horn suma 16 triunfos y un empate. Nunca ha perdido. Eso sí, tiene tiempo en el pugilismo, pues el llamado “The Hornet” representó a Australia en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde se quedó en la ronda de Cuartos de Final, fuera de las medallas.
Pero en cuestión de peligrosidad es una incógnita, pues en su historial no aparecen grandes rivales de nivel o renombre. Pacquiao es el primero de élite al que enfrenta.
Guardan a Manny
Por recomendación de la policía local, Manny Pacquiao no apareció ayer en el entrenamiento público en el centro de esta ciudad.
Pacquiao defenderá su cetro Welter de la OMB en el Suncorp Stadium en la “Batalla de Brisbane”. Al llegar a la ciudad se vio abrumado por una multitud de fans, por lo que los organizadores de la pelea aceptaron la recomendación de la policía de Queensland y le dieron al senador filipino un día sin actividades de promoción.