Declaran acusados de disolver a víctimas en ácido
Se trata de 2 individuos que formaban parte de una organización mexicana de narcotráfico.
SAN DIEGO (AP) — Dos individuos de una banda que se separó de una organización narcotraficante mexicana disolvían a sus víctimas en barriles con ácido, en un caso escalofriante de tácticas de carteles mexicanos aplicadas en suelo estadounidense, dijo un fiscal a los jurados.
Los acusados —José Olivera Beritan, de 38 años, y David Valencia, de 41— mantuvieron a dos personas secuestradas en la alcoba de una casa en San Diego mientras negociaban el pago del rescate, dijo Mark Amador, fiscal federal adjunto del condado de San Diego.
Después, las víctimas fueron bajadas a rastras por las escaleras y estranguladas en junio de 2007, y sus cadáveres introducidos en dos barriles que contenían 208 litros de sustancias liquidas.
Los defensores tienen previsto rendir el jueves una primera declaración a nombre de los procesados.
Un testigo que coopera en el caso llevó a investigadores al rancho de Valencia en San Diego, donde descubrieron huesos, dientes y restos humanos que parecían gelatina café, dijo el miércoles Amador a los jurados en su exposición inicial.
Disolver cadáveres en sustancias líquidas es una práctica común entre los carteles del narcotráfico rivales en México pero muy rara en suelo estadounidense. La táctica facilita la destrucción de evidencia.
“Esta práctica no es típica. No es normal. Es extraordinaria, aquí cuando menos”, expresó Amador.
El fiscal federal dijo que las sustancias utilizadas para disolver los cadáveres son artículos adquiridos en cualquier tienda.
Durante la audiencia se presentaron a los jurados fotos de tres cajas que contenían ácido muriático y que fueron encontradas en una casa en la que se ocultaba a los secuestrados en Chula Vista, suburbio de San Diego.
Beritan y Valencia están acusados del secuestro y homicidio de dos personas en San Diego, mientras que pesa sobre Beritan un tercer homicidio.
Ambos son los primeros que van a juicio entre 17 personas a las que se acusó formalmente en 2009 en lo que las autoridades describen como una campaña de los grupos narcotraficantes mexicanos por exportar sus formas de violencia a Estados Unidos.
Ambos están acusados de un intento de secuestro que tuvo lugar en enero de 2007. La víctima supuestamente fue secuestrada en un suburbio de San Diego por individuos disfrazados de policías que lograron escapar. Está previsto que la víctima rinda testimonio.
Los fiscales aseguran que los acusados pertenecían a “Los Palillos”, una célula del cartel narcotraficante mexicano de los Arellano Félix, en Tijuana, y que después actuó por su cuenta en 2002 cuando quien era su jefe fue asesinado en una lucha intestina.