Por qué las huellas de miles de inmigrantes podrían llevarlos a la deportación
USCIS ha identificado 2,500 casos que necesitan revisión y ha remitido 100 de ellos para su enjuiciamiento
Cada vez que un inmigrante solicita la ciudadanía, USCIS verifica sus huellas dactilares en dos bases de datos, una del Departamento de Seguridad Nacional y otra del FBI. Hasta hace poco, esas huellas dactilares no se digitalizaban, por lo que a veces inmigrantes que usaron identidades falsas pasaban desapercibidos de las autoridades migratorias conviertiéndose en ciudadanos.
Ahora todo es distinto, bajo la recia política migratoria del presidente Donald Trump las autoridades migratorias han decidido fortalecer sus esfuerzos para cerrar esas grietas en el sistema.
USCIS descubrió que otorgó la ciudadanía estadounidense a “por lo menos 858 individuos, a quienes se les ordenó deportación o les fueron retirados sus documentos de identidad cuando, durante el proceso de naturalización, sus registros de huellas digitales no estaban disponibles”, según quedó consigando en un documento publicado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la Oficina del Inspector General el cual dio inicio a la Operación Janus.
Desde enero de 2017 el gobierno asignó agentes a la fuerza de tarea conjunta de esta mega operación anti-fradue. La misión, revisar los expedientes migratorios cuya base de datos de huellas dactilares digitales están incompletos. Al hacerlo descubrieron que cientos de inmigrantes con órdenes de deportación podrían haber obtenido la ciudadanía.
Así le sucedió a Singh un inmigrante de la India que llegó al aeropuerto internacional de San Francisco sin ningún documento de viaje ni prueba de identidad. Más tarde, Singh utilizó un nombre diferente, Baljinder Singh, para solicitar asilo, una solicitud que abandonó. El inmigrante finalmente se casó con una ciudadana estadounidense y obtuvo una visa. Años más tarde, se convirtió en ciudadano estadounidense como el nombre de Baljinder Singh.
Este fue el sonado primer caso que resultó en la desnaturalización y la revocación de la ciudadanía de este inmigrante. Ahora, el gobierno Trump está incrementando sus esfuerzos para encontrar más casos como el de Singh.
USCIS anunció en junio que la Operación Janus tendría una nueva oficina en Los Ángeles. El director del USCIS Francis Cissna dijo que su agencia está contratando a “varias docenas de abogados y oficiales de inmigración para que revisen casos de inmigrantes a quienes se les ordenó deportar y se sospecha que usaron identidades falsas para obtener más adelante tarjetas de residencia y ciudadanía a través de la naturalización”.
Hasta la fecha, según un reporte de PRI, USCIS ha identificado 2,500 casos que necesitan revisión y ha remitido a 100 de ellos al Departamento de Justicia (DOJ) para su enjuiciamiento.